Margarita Xirgu, Aurora Bautista, Núria Espert y ahora Silvia Marsó. La actriz catalana protagoniza en el Teatro Tívoli de Barcelona Yerma, la tragedia de Federico García Lorca.
El montaje, dirigido por el fallecido Miguel Narros, refleja el rol social de la mujer en un pueblo español a principios del siglo XX, obligada a ejercer de ama de casa debido a los prejuicios sociales imperantes que se materializan en la protagonista.
La obra refleja la opresión de la mujer, la libertad y el deseo, en el marco de una historia sobre una maternidad frustrada. "Mi visión de Yerma desde una mujer de ahora es pensar que cuando se estrenó hace ya 80 años el problema de no poder tener hijos era muy importante porque no había opciones alternativas", explica la actriz en la entrevista que ha concecido a Las Mañanas de RNE.
En realidad en la obra no se habla nunca de la esterilidad de Yerma ni de la impotencia de su marido "pero sí se habla de que el destino de ella no era Juan, era Víctor, un pastor, pero su padre le impuso a Juan por conveniencia, porque tenía más dinero", aclara Marsó.
Federico García Lorca siempre utilizaba sus obras para criticar y denunciar la situación de la mujer en la sociedad "él observaba a su alrededor y veía quiénes eran las víctimas de la sociedad. Y en aquella época lo eran las mujeres".
Profunda, íntima y ecológica
"Es una maravilla poder representar el penúltimo trabajo de Narros y es un honor defender un papel que han hecho grandes actrices, como la Xirgu o la Espert, espero estar a la altgura", dice la actriz, a la que le acompañan en el escenario 13 actores más.
En total dan vida a 25 personajes que llevan sobre las tablas la palabra de Lorca, tal y como la veía Narros. "Miguel quería que fuera una obra muy profunda y por eso la interpretación a veces roza el expresionismo".
Y la actriz también apela a la visión ecológica del texto del poeta andaluz "Lorca utiliza las metáforas de los elementos: el agua, el sol, la lluvia... para describir todo el proceso interior que está viviendo Yerma y que tiene que ver con la conexión del hombre con el planeta y también con lo más íntimo, la relación de la mujer con el hijo".
En el montaje, que se puede ver hasta el 2 de marzo, tiene un peso especial la música, de Enrique Morente. "Es una maravilla, Morente se enamoró de la obra de Lorca a raíz de que Narros le hiciera el encargo de hacer la banda sonora para Yerma. Lo conocía pero con esto se enamoró y luego sacó un disco dedicado al poeta", cuenta la actriz. Soleá Morente, hija del flamenco granadino fallecido en 2010, pone voz en directo a la composición de su padre.