Primavera de 1988. Las notas musicales de la vida vieron nacer a María Vázquez Sánchez ajenas al sino melómano de la pequeña Valdepeñera. Cuando apenas comenzaba a balbucear la música entró por sus oídos para quedarse.
Primavera de 1988. Las notas musicales de la vida vieron nacer a María Vázquez Sánchez ajenas al sino melómano de la pequeña Valdepeñera. Cuando apenas comenzaba a balbucear la música entró por sus oídos para quedarse.