No es habitual que dos artistas acudan en un corto espacio de tiempo a Saturday Night Live, pero no es el caso de Billie Eilish. La intérprete, que fue la protagonista del programa por segunda vez, volvió a sorprender con la soltura con la que realizó el característico monólogo que llevan a cabo los invitados. ¿El motivo? Hablar sobre sus sueños y su futuro, pero también sobre su familia bajo un toque de humor que no pasó desapercibido entre los espectadores.
"Estoy emocionada de seguir creciendo porque ahora estoy comenzando a entender quién soy en realidad como persona", comenzaba explicando. "Algunas personas se preguntan por qué comencé a usar ropa holgada, y en realidad no fue solo por comodidad o por estilo. Es complicado verbalizarlo, pero la verdadera razón por la que usaba ropa de gran tamaño en aquel entonces es porque en realidad eran dos niños apilados, uno encima del otro, tratando de colarse en una película para mayores de edad", añadía con ironía.
La película a la que se refería era un proyecto ficticio en el que su madre y su hermano eran los auténticos protagonistas. "Solía decir que odiaba la actuación, pero la verdad es que cuando era pequeña, me encantaba", indicaba. "Mi madre y mi padre eran actores, al igual que mi hermano Finneas, y era mi sueño estar en una película. Y recuerdo cuándo murió ese sueño. Mi madre escribió una película inspirada en su vida. Eso es cierto. Escogió a mi hermano Finneas. Ella interpretó a la madre. Y en la película... ¡no tenía hija! Así que sí, entendí la señal. Mi madre es mi mejor amiga. Está aquí. Y yo sé que no amas a Finneas más que a mí", confesaba entre risas y ante la atenta mirada de su progenitora, que acudió al show.
"Pasé muchos años fingiendo ser alguien que no era"
En unos días, Eilish cumplirá 20 años en pleno auge de su carrera como artista. Y a ello también quiso referirse durante su monólogo en el late night: "Pasé muchos años fingiendo ser alguien que no era, básicamente actuando. Y alguien sabio me dijo una vez: "Billie, nunca debes actuar". Y esa persona fue mi madre", concluía agradecida antes de subirse al escenario y presentar "Male Fantasy", su nuevo single.
Durante su actuación, muchos de sus seguidores pudieron apreciar el último cambio de look de la artista. Este año pasó de su particular verde a un tono rubio. Un color que mantuvo durante unas semanas y que ahora ha decidido poner fin para despedir el año con un cabello moreno y bien corto. Pero todo cambio viene motivado por algo, y en el caso de Billie no iba a ser menos. "No podía ir a ninguna parte con ese pelo, porque era muy obvio que era yo. Quería el anonimato", explicaba a finales de verano a la revista Elle. "Cuando volví a ser rubia fui a un parque con un amigo y pensé: "¡No puedo quitarme la capucha!". Estaba aterrorizada por los paparazzi y acosadores que he tenido. Pero mi amigo me dijo: "No te preocupes, no va a pasar nada". En ese momento me quité la capucha y me sentí como nueva", confesaba.
Eilish también afirmó que eran muchos los fans que pedían de vuelta el llamativo pelo de color verde con el que comenzamos a conocerla: "El otro día, publiqué un video de cuando tenía el pelo verde y vi a la gente decir: "Echo de menos a esta Billie, la Billie de pelo verde. Pero sigo siendo la misma persona. No soy solo hay Barbies diferentes con cabezas diferentes". Una explicación que amplió al afirmar que la gente que se "aferra a estos recuerdos" es muy deshumanizante: "Perdí 100.000 seguidores solo por las tetas", relataba haciendo referencia a su cambio de vestuario. ¿Nos sorprenderá con algún otro giro en su look de aquí a que acabe el año?