Hace unos días, una ex empleada de Facebook filtró una serie de documentos internos donde la compañía reconoce que Instagram causa daños destructivos y duraderos en muchos adolescentes. De hecho, el 32% de las chicas se sienten peor con su cuerpo por culpa de esta red social. ¿Se está haciendo negocio a costa de nuestra salud mental? ¿Son las redes un espacio seguro? ¿Dejar de usarlas es la solución definitiva?
¿Te borrarías Instagram por salud mental?
Hoy nos acompañan Diego Criado (@ddieguix), responsable de desarrollo de cliente de O2; Nerea Luis Mingueza (@sailormerqury) doctora en Inteligencia Artificial e ingeniera en Sngular; Tamara Pazos (@putamen_t), divulgadora científica y doctoranda; Rodrigo Taramona (@taramona), fundador de Rewisor; y Diego Alonso (@_diegoalo), diseñador UX/UI e ingeniero informático. Por último, se incorporan los zetas María y Dyan. ¡Vamos a ello!
Informes de Facebook
Pues sí, un nuevo escándalo ha llevado otra vez a Facebook ante los tribunales de Estados Unidos. Las filtraciones de informes internos han revelado que la compañía es consciente del problema que supone Instagram para la salud mental de los adolescentes y la polarización social.
Nada nuevo bajo el sol, ¿verdad? Pero el hecho de que lo reconozcan y no hagan nada para cambiarlo, ha reabierto el debate sobre la seguridad en las redes sociales, la responsabilidad de las plataformas sobre los más vulnerables y cómo nos manipulan los algoritmos.
“Realmente no ha salido nada que sea nuevo ni nada que, si nos paramos a pensar, no sea lógico”, empieza reconociendo Diego Criado. “Al final lo que han hecho es preguntar un montón de cosas a alguna gente, unas 22.000 personas, sobre ansiedad, estrés y depresión”, continúa. Pero esto no solo pasa con Facebook. Hace tiempo se reveló que el algoritmo de YouTube promovía la radicalización mediante las recomendaciones de videos cada vez más extremistas.
Adicción a las redes
España es líder en Europa de adicción de menores a Internet, con un 21% de los adolescentes en riesgo de desarrollar una adicción. ¿Creéis que esta cifra se ajusta a la realidad? ¿Hemos normalizado la adicción a las redes?
“Está claro que a todos Instagram nos puede hacer sentir como que nuestra vida es un poco una mierda cuando estamos en el váter mientras otros están en un barco”, confiesa Rodrigo desde el Zoom. “Las redes sociales son un pacto faustiano, tienes muchas cosas muy positivas pero eso de pronto nos queda grande cuando no dejamos de ser primates que solo podemos relacionarnos con determinado número de personas, no con 3 millones”, comenta preocupado.
Además, hace unas semanas vivimos un apagón histórico de Whatsapp, Instagram y Facebook y muchos fueron más conscientes del síndrome de abstinencia. ¿Hay una preocupación mayor por nuestra dependencia de las redes? ¿O simplemente buscamos sustitutivos como Twitter y Telegram y a correr?