Que la pandemia ha sido un periodo que nos ha hecho reflexionar a todos no es ninguna novedad, y multitud de artistas de todas las disciplinas no dudan en mostrar abiertamente cómo se sienten después de haber pasado por uno de los periodos más complicados de sus vidas. Los meses de confinamiento dejaron huella en ambos hemisferios, y a día de hoy son muchos los que siguen lastrando sus consecuencias. Ejemplo de ello es lo ocurrido con Miley Cyrus. La intérprete se encontraba en festival Summerfest cuando tuvo que parar su concierto para reconocer que había estado a punto de sufrir un ataque de pánico sobre el escenario.
"Hace un par de canciones, cuando las luces se apagaron, me volví hacia Stacy a quien conozco desde los 12 años (hemos estado juntas en esta banda desde los 12) y le dije que me sentía como si estuviera sufriendo un ataque de pánico", comenzaba explicando la intérprete. "Como todos los demás, durante el último año y medio he estado encerrada y aislada e impresiona mucho estar de vuelta en un lugar que solía sentirse como una segunda casa. Estar en el escenario solía sentirse como en casa, y ahora no es así. Ya no es por el tiempo que pasé en casa encerrada", continuaba Cyrus.
"No hay otro lugar donde prefiera estar"
Ante la atenta mirada de los presentes, la intérprete de "Midnight Sky" continuó desvelando cómo se sentía en aquel momento sobre el escenario del evento: "La pandemia fue alarmante y salir de ella es un poco aterrador. Así que solo quería ser honesta sobre cómo me siento".
"El año pasado eliminó esta división, esta cortina, y permitimos que la gente nos vea en nuestros estados más vulnerables, más aislados, más heridos, más asustados...", indicaba visiblemente emocionada. "Y creo que eso es algo que nos empodera. Creo que al ser honesta, me da menos miedo. Me estoy acostumbrando a estar de vuelta en el escenario, pero no hay otro lugar donde prefiera estar", concluía en su misiva.
Una vez pasado el momento de tensión para la artista, Miley recobró toda su fuerza para enfrentarse a lo que quedaba de actuación con la mejor de sus sonrisas y visiblemente más tranquila que tras el arranque de la misma. Un acto que no pasó desapercibido para los asistentes al concierto, pero tampoco para los millones de fans que posee en medio mundo y que no dudaron en aplaudir la decisión de su ídola al confesar, sin temor a ser juzgada, el delicado momento que vive su salud mental.
Ansiedad: el gran hándicap al que se enfrenta desde pequeña
Aunque sabe lo que es la fama y la ha vivido desde pequeña, Miley siempre ha exteriorizado los ataques de ansiedad que sufría mientras grababa Hannah Montana. Fueron muchas temporadas y años de juventud en los que la actriz tuvo que volcar horas de su vida para sacar adelante el proyecto. Y cuando pasó el suficiente tiempo y pudo mirarlo con perspectiva, Cyrus afirmó lo mal que lo pasó en el set de rodaje: "Me hacían ver como alguien que no era [...] Me hicieron verme guapa todos los días durante mucho tiempo, y cuando ya no lo estaba, pensaba... ¿qué mierda soy?", declaraba con 22 años en una entrevista a Marie Claire.
Lejos de quedarse en algo anecdótico, la intérprete de "Malibú" hizo público que esos ataques regresaron tras su operación y en pleno confinamiento. "Estaba tumbada en la hierba y solo miraba las estrellas. Pensaba en lo afortunada que soy de vivir en un espacio donde todavía puedo salir y dar un paseo". Miley aprovechó sus semanas de recuperación para aislarse y pasar la cuarentena en su mansión de Los Ángeles, pero nada impidió que viviera una situación como la que relató en sus redes sociales: "Mientras estaba tumbada pensé en cómo no todos tenemos ese espacio. Así que comencé a tener miedo, ansiedad y pánico. Empecé a sentir los pies realmente fríos, mis manos también, y me di cuenta de que en realidad estaba teniendo un ataque de ansiedad", concluía.
Han pasado años desde entonces, pero Miley evidencia que este tipo de trastornos no se dejan atrás tan fácilmente. Lo que sí ha demostrado es tener la fuerza y valentía suficiente para demostrar a sus seguidores que a pesar de las dificultades, el mundo sigue. Y nosotros con él. Así que qué mejor terapia que contar abiertamente lo que te ocurre y conseguir que otros también den el paso y tomen la decisión de acudir a profesionales para poner fin a esa situación.