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ENTREVISTA

Rozalén: "Que muchas compañeras no paren de salir desnudas en redes no sé hasta qué punto es positivo"

  • Una charla con la artista sobre las injusticias sociales que a veces ignoramos, el feminismo o la muerte

  • Rozalén, premio CYGNUS como Mejor Banda Sonora por "La boda de Rosa"

  • "Me parece brutal lo que ha hecho Zahara. Ha dicho muchas cosas muy importantes, que quizás no estamos acostumbrados a oír"

Leticia Romero
11 min.

El árbol y el bosque es el título del último y cuarto álbum de la artista, en el cual, una vez más, muestra su deseo de hacer llegar un mensaje importante a través de la música. La albaceteña toca con este trabajo muchas temáticas sociales: la inmigración, el derecho de las personas a reivindicarse, el feminismo o la obligación de no mirar hacia otro lado al ver las injusticias sociales que nos rodean.

Rozalén no tiene tapujos a la hora de hablar de los temas que nos atañen a todos como sociedad. Estudió psicología, quería ser cooperante y eso se nota en sus letras. Es natural, auténtica y no está dispuesta a ser silenciada ni por políticos, ni por los haters que por desgracia inundan las redes. Eso lo tiene claro. Su discurso sigue precisamente esta línea, la de la sinceridad y la preocupación por el mundo en el que vivimos y en el que nos desarrollamos como personas. Porque, como ella misma señala: "Antes que artista, soy persona."

Durante los últimos días, la intérprete recibió la noticia de que era galardonada como Mejor Banda Sonora por "La boda de Rosa" en los premios CYGNUS de Cine Solidario y de Valores. Un anuncio que se sumó a otro gran hito. Su tema "Que no, que no" también competirá por el Goya a Mejor Canción Original junto a los temas de las películas Adú, El verano que vivimos y Las niñas. Ella misma se encargó de mostrarnos en Twitter la emoción con la que recibió la nominación.

P: Te vimos emocionada y muy feliz con tu nominación a los Goya. ¿Qué supone para ti esta nominación?

R: Llevaba tiempo que necesitaba una buena noticia, aunque también considero que soy de las que menos puede hablar porque tengo mucha suerte. Pero sí, cada vez que enciendes la tele y ves cómo va todo, parece que no ves luz. Y de repente me llegó la noticia y me hizo muchísma ilusión. Eso que cuando grabé el vídeo ya me había relajado un poco. Lo juro. Llamé a mi padre y no podía ni hablar. A veces no puedo contener las lágrimas.

P: ¿Cómo ves los Goya este año?

R: Pues no me ha dado tiempo a verme todas las películas, pero por lo que comenta la gente creo que la de Las niñas tiene muchas papeletas de llevarse varios premios gordos, aunque con los Goya nunca se sabe. La boda de rosa es una película que puede parecer sencilla en muchas cosas, pero que es súper necesaria. Me gustaría que se llevase muchos premios. Vamos a ver qué pasa...

P: Hablando de cosas necesarias, tu último trabajo lo es y mucho. ¿Dirías que es tu disco más introspectivo?

R: Sí, introspectivo es el que más seguro. Siempre cuento lo que me pasa y lo que pienso. En el disco anterior contaba muchas cosas de mi familia, entonces quizás es más íntimo, pero en este me he puesto delante del espejo más que nunca. Son aprendizajes de estos últimos años que quería compartir, que tienen que ver mucho con la psicología y con la filosofía… El árbol y el bosque como el individualismo y lo colectivo. ¿Qué va antes? ¿Qué tapa a qué? Sí que tiene mucha profundidad y también es un disco divertido, bailable y muy de directo. Estoy muy orgullosa de este disco.

P: Te vemos implicada en muchas causas, muy activista. ¿Crees que a través de la música se pueden cambiar las cosas?

R: Cuando me empezaron a llamar activista dije: bueno vale, no está mal. Pero yo llevo de voluntaria en varias ONG mucho tiempo. Si eso es el activismo, pues entonces sí, soy activista. Pero en realidad es mi manera de ver la vida y también mi vocación. Yo quería dedicarme a la cooperación. Vengo de la psicología social y de una familia que me ha educado mucho en la visión social, en que tengo que estar más para los demás que para mí misma. Eso a veces no es tan bueno, pero uno al final es lo que mama. Encima mis referentes musicales siempre se han mojado y han dicho las cosas tal y como son.

P: "No solo mata el que asesina, arrebata la vida el que deja morir", dices en una de tus letras. ¿De quién hablas, políticos tal vez?

R: Bueno, no sólo son los políticos. Sobre todo con el tema de las muertes en las fronteras, me refiero a nosotros como ciudadanos. Es evidente que muchos políticos miran hacia otro lado, pero además de criticarlos, podemos hacer algo, podemos hacer política desde nuestro entorno. Todo lo que pasa en el Mediterráneo, me duele mucho cuando la gente lo justifica. Eso me ha pasado a mí en redes. Cada vez que pongo algo, por ejemplo del Open Arms, la gente justifica que haya gente que muera en el mar: que si las mafias, que si los gobiernos, que si vienen a… Eso es lo que no me entra en la cabeza, porque tenemos la obligación de salvar la vida a una persona. Es como si estuviéramos agarrando a alguien en un acantilado y lo soltásemos. No quiero culpabilizar a la sociedad en la que me incluyo, sino hacernos pensar, que para otras cosas pronto sale uno a manifestarse o a sacar sus cacerolas. Hablo de esa incapacidad de ponerte en el zapato del otro. Hablo con tanta pasión de esto porque me vienen muchas historias personales a la mente. Antes del confinamiento, yo venía de un campo de refugiados en el Chad. Allí ves como muchas de esas personas que acaban muriendo en el mar, vienen del centro de África y cuando sabes de verdad el motivo por el que salen de sus casas arriesgándose de esa manera, pues te duele mucho. Yo creo que muchos cuando ven eso, cambian de canal. Entonces, ¿el que está participando de una injusticia, cuánta culpa tiene?

P: ¿Hablas del mirar hacia otro lado?

R: Hay un ejemplo muy claro: cuándo ves a una pareja discutiendo y estás viendo que uno de los dos no lo está haciendo bien con la otra persona, y en vez de decir: oye, ¿qué pasa aquí? En vez de defender a quien está siendo atacado, lo que dices es: serán los códigos de la pareja. Hay límites que no se pueden pasar. Si lo estás viendo y no estás haciendo nada, no lo comprendo.

"Me vi identificada en la canción de Zahara: desde lo de ponerte de rodillas, hasta el tema de la bulimia o la anorexia"

P: Has escuchado el ‘Merichane’ de Zahara, parece denunciar algunas cosas que ocurren dentro de la industria musical. ¿Qué te ha parecido?

R: Me parece brutal lo que ha hecho. Le escribí y le dije: no tengo palabras para decirte lo que has hecho. El vídeo me parece una obra de arte y todo lo que dice me parece que toca muchos temas muy complicados. Yo me vi identificada en la mayor parte de la canción: desde lo de ponerte de rodillas ante ciertas personas porque no sabes decir que no, hasta el tema de la bulimia o la anorexia. ¿Cuántas adolescentes no hemos tenido un episodio de esos? Yo lo tuve, y mis amigas la mayoría. Ha dicho muchas cosas muy importantes, que quizás no estamos acostumbrados a oír. Zahara es una diosa, para mí es referente.

P: ¿Compartes la visión del lado oscuro de la industria musical?

Yo tengo alguna experiencia que no me gustó, sobre todo al principio. Yo no quería firmar con ninguna discográfica y conocí alguna parte oscura que no me moló nada, pero ahora estoy súper contenta con mi gente. Resumiendo, me fui con los que menos dinero me daban, pero en los que veía mayor calidad humana. Creo que tuve mucha suerte con la gente con la que di, aunque a veces he conocido a algún personaje que ves que te mira como a un euro andante. Supongo que ella no habrá tenido la misma suerte y por eso me parece muy bien que lo diga.

P: Hablas de la figura de tu abuela y de su reciente muerte. ¿Qué supuso ella para ti?

R: Se me fue en la segunda semana del lanzamiento del disco. Hice lo imposible por estar con ella. Además, que se te muera un familiar en tiempos de pandemia es muy difícil. Está clarísimo que ella y yo teníamos una conexión muy bestia. Y claro, la vi morir. Estuve en todo el proceso en el hospital público de Albacete. Tuve la fortuna de poder estar ahí en sus últimos días, todo eso agarrada de su mano mientras hacía entrevistas por el móvil. Era un poco bizarro todo. Esto me ha hecho aprender mucho sobre la muerte. Había escrito una canción para el disco sobre la muerte y ahora creo que lo comprendo mucho más. Estoy súper agradecida por cómo trabajaban en la planta de paliativos del hospital. Era como si te devolviesen la dignidad cuando te estás marchitando de esa manera. Así que estoy feliz por haberlo vivido con ella.

P: Ahora tú eres el referente de muchas jóvenes. ¿Eres consciente de esto? ¿Ellas lo tienen mucho mejor que nosotras o que tu abuela?

R: Mi abuela era mi musa. ¿Lo que viene? Pues, a veces tengo mis dudas. Porque es verdad que las niñas de ahora tienen muchas ventajas que nosotras no teníamos. Yo vengo de una educación muy católica, incluso de represión en algunas cosas. No me arrepiento de dónde vengo, pero sé que hay cosas que podrían haber sido mejores. Ahora hay mucha más información, más libertad en ciertas cosas, pero luego hay otras que no sé bien como definir. Que sea libertad, por ejemplo, que muchas de mis compañeras no paren de salir desnudas en redes sociales, no sé hasta qué punto es positivo para las que vienen. Tengo mis conflictos con esto. Y luego, está volviendo una especie de amor romántico que también me asusta. El me puede leer el móvil, si tiene celos es que me quiere, la posesión… Eso es mal rollo total. Ojalá pudiera decirles que es necesario que tengamos nuestros secretos, que es muy importante no depender emocionalmente de alguien y que si sabemos querernos en soledad, lo vamos a tener todo más fácil. Yo en mis canciones hablo de esto, pero de forma suave. Intento no tener un lenguaje muy agresivo porque sé que hay muchos niños y niñas que me escuchan. A lo mejor soy como muy happy flower, pero bueno, es mi camino. Hay que explicar las cosas bien, ser insistentes para que de verdad calen.

P: ¿Huyes un poco del discurso más radical?

R: Pues entiendo que haya gente con motivos para estar cabreados y que hablen desde ese punto. Yo he tenido épocas de hablar desde la rabia, pero me he dado cuenta de que consigo más con la caricia, la sonrisa y explicando las cosas con mucho cariño. Así de primeras no tienes ese rechazo.

"En redes me han llegado a desear la muerte y eso no mola nada"

P: Por ejemplo, el tema de Loba, ¿va un poco por ahí?

R: Entiendo que la gente lo haya tomado un poco como una canción feminista, porque comparo la historia de la loba con la de las mujeres y porque escribo desde mi yo mujer, pero a mí para esa canción me inspiró mucho lo que pasó en Chile. Cuando el gobierno se puso muy violento y quería silenciar a la gente por la fuerza. Considero que la censura, la opresión y la violencia no es el camino. Eso es lo que digo en mi canción. Luego lo mezcle con lo que yo siento como mujer cuando la gente me dice que me calle porque no pienso como ellos piensan. Además, creo que soy una tía súper respetuosa. Escucho mucha música muy violenta con la que me identifico, pero claro yo no podría decirlo de esa manera. Si he elegido un camino de diálogo, no entiendo porque me dicen que me calle. Yo antes que artista, soy persona. Soy una ciudadana que tengo derecho a opinar.

P: Con callarte, ¿te refieres a las redes?

R: Si claro. La gente luego no es valiente a la cara, pero en redes a mí me han deseado la muerte y eso no mola nada. No mola el despertarse, encender el móvil y que lo primero que veas sea un “ojalá te mueras, feminazi”. Esa gente si luego te ve en un bar, encima te piden una foto. Es doloroso.

P: ¿Algún día te has planteado desaparecer de las redes?

R: Pues Twitter que es el escupidero de odio mayor, yo ahí tengo filtros. Casi no leo críticas malas y vivo mucho más feliz. Porque además al principio tiendes a contestar al que te está disparando. Tienes novecientos halagos y no les echas cuenta. Me acuerdo de una chica que me escribió para decirme: "Joe, ¡qué rabia! Te estoy diciendo que te sigo desde el principio, que me encantas y te viene el capullo este a decirte que estás enseñando un pecho, y le contestas a él y a mí no. Y tenía toda la razón. Entonces, pues bueno es difícil la contención, pero ojalá pronto me pueda quitar las redes sociales porque creo que volvería a la vida plena.

P: Se vive mejor sin ellas, ¿no?

R: Sin duda.

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