PLAYZ
Trastornos alimentarios

El Doctor Santos reacciona a las críticas que señalan a Carlos Ríos como creador de trastornos alimentarios

  • "Me encuentro en consulta a gente a la que este tipo de movimientos les han facilitado mucho acabar desarrollando cierta sintomatología de TCA"

"Ahora mismo parece que el valor de las personas está depositado en qué come, en cuánto ejercicio y de qué manera lo hace"

"La sociedad nos ha vendido que la alimentación o el ejercicio físico son vías de control"

Leticia Romero
12 min.

Otra vez, Carlos Ríos vuelve a dar que hablar en Twitter. La última polémica ha sido por hablar de los trastornos de la conducta alimentaria o TCA. Para ser más precisos, ha sido su respuesta en Tik Tok a una persona que le comentaba que criticar lo que comen otras personas puede generar trastornos alimentarios en ellas mismas, así como en otras.

A lo cual él mismo respondía, visiblemente indignado, desde su cuenta de Tik Tok: “Es una frivolidad y de una conducta bastante infantil echarle la culpa a alguien de que te vaya a crear un TCA porque ese alguien te diga: oye, eso que estás comiendo es una basura, es una mierda ultra procesada. Vivimos en una sociedad de cristal que se ofende cuando le dicen las verdades a la cara. Porque jode mucho que te digan que estás comiendo una mierda. Porque tú lo que quieres es autoengañarte y seguir comiéndola. Así que sigue comiéndola tranquilamente y verás dentro de unos años el bonito resultado."

Todo este aluvión de críticas a Carlos Ríos y a su filosofía nos ha hecho reflexionar sobre varias cuestiones: ¿Movimientos como el Realfood son culpables de determinados TCA como la ortorexia tan extendida hoy en día? ¿El hecho de estar todo el rato pensando en qué te vas a lleva a la boca o la obsesión por la comida sana, no es también otro trastorno igual de peligroso que la anorexia o la bulimia? ¿Es realmente Carlos Ríos el culpable de todo? ¿Hay toda una industria detrás? Para responder a estas y otras preguntas tenemos al doctor Santos Solano, Psicólogo Sanitario especializado en trastornos de conducta alimentaria y que recientemente arrasó en Gen Playz hablando sobre dismorfia.

¿Cuál es tu opinión sobre el movimiento 'Realfood'?

Dr. Santos: Solo tengo que decir que como información nutricional es útil. Pero a veces confundimos nutrición con alimentación. La nutrición habla de la calidad nutricional de los alimentos y cómo eso interfiere en nuestro organismo. En cambio, la alimentación habla de la conducta. Y una persona no solo se alimenta con el objetivo de nutrirse. Si no que hay distintos tipos de hambre y entenderlos también es útil, y creo que ahí no aporta tanto el movimiento Realfood.

¿Se ha convertido entonces en otra industria?

Yo no estoy aquí para culpar a nadie, pero sí que me preguntaría hasta qué punto cuando hacemos una lista de alimentos buenos y malos, y esa lista de alimentos buenos favorece a unas empresas determinadas, ya estamos hablando de un proceso industrial. Pero más allá, también me preguntaría qué tipo de persona acaba consumiendo esta información. Si al final esa información que yo genero la acaba usando la gente que confunde información nutricional con dieta y piensa que va a mejorar alguna variable corporal, entonces quizás estamos mezclando y sí que estamos dando una respuesta equivocada a un problema equivocado.

A Carlos Ríos se le critica mucho por su modo de culpabilizar a la gente en base a lo que come. Se dice que esto puede derivar en más TCA. ¿Qué opinión te merece a ti?

No voy a atacar a nadie que no se pueda defender. Yo estaría encantando de tener un debate con él para que podamos hablar de ciencia, alimentación y diferentes corrientes que a veces nos llevan a puntos que son contradictorios. Yo me encuentro en consulta a pacientes que la información aportada por este tipo de movimientos ha facilitado mucho a que acaben desarrollando cierta sintomatología. Obviamente cuando hablamos de que un TCA no solo va a estar causado por información que encuentren en redes. Pero al final es fácil que acaben encontrando en esa información una falsa sensación de control a un problema de carácter emocional. Por lo tanto, ¿se le puede culpar a él de crear TCA? Pues no. No hay un culpable, esto no es un delito. Pero creo que hay veces que mezclamos el ámbito nutricional con el ámbito más psicológico y ahí nos metemos en una variable que es la del marketing. Porque al final vender salud es difícil y si nos damos cuenta la mayoría de centros que se dedican a la estética o a la nutrición muchas veces acaban enfocando sus campañas en variables emocionales. Y como hablábamos en el programa, no tiene porque ser real si lo que mantiene el problema de esa persona es una variable emocional. Ahí, si o si, tiene que intervenir el trabajo psicológico. Porque si se siente culpable ante ciertos alimentos, el trabajo no es nutricional.

Sus detractores le piden que deje un poco el terreno psicológico a los profesionales y que se dedique más a la nutrición. ¿Tienen razón?

La culpa nunca ha sido un buen motor de cambio en las personas. Es decir, hacer que una persona se sienta culpable por el tipo de comida que consume, culpar por el físico a esas personas con exceso de peso no ha hecho que haya menos tasas de sobrepeso o obesidad. Desde la psicología sabemos que el miedo o la culpa no es un buen motivador. Por lo tanto, todo aquel mensaje que vaya a estigmatizar a un colectivo por un tipo de consumo de alimentos o de exceso de peso sabemos que no genera cambios saludables en la persona.

Su guerra contra los ultraprocesados es de sobra conocida. ¿Es tan sana la dieta que promueve?

Como no soy nutricionista no te puedo contestar estrictamente a esta pregunta. Pero te puedo decir que obsesionarse con este tipo de dietas no es saludable. Porque tenemos que tener en cuenta que existe la alimentación emocional: los momentos, porque como un alimento y no otro, la alimentación más basada en la interacción social, etc. Nosotros en el centro trabajamos mucho con esto. Porque no todo es el valor nutricional de los alimentos. Porque cuando algo te provoca un mal en la salud no es por el alimento en sí, sino por frecuencias o acumulaciones. Pero hay veces que esto de la frecuencia no llega al público. Porque que nos encanta que nos pongan mandamientos. Estos mandamientos que nos van a acercar al ideal, a los Dioses, y todo aquello que no sea cumplir los mandamientos es un pecado. Y aquí, cuando nos hace sentir mal, es cuando empieza el problema.

¿Son saludables determinadas filosofías alimentarias como la paleo o el whole30?

Creo que hoy en día poner nombre a las conductas saludables las hace más comerciales. Yo creo que los hábitos saludables están muy muy estudiados y creo que deberíamos ver cómo incluirlos en el día a día de las personas sin que sean unas normas estrictas o que cuesten dinero. Hábitos que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud, como aprender a cocinar en lugar de comer productos preparado. Pero claro, esto es educación a largo plazo que no vende libros o productos a corto plazo.

¿Se está aprovechando la industria de este tipo de filosofías nutricionales?

La industria claro que está aprovechando este tirón. Porque la industria se mueve en cuanto a las necesidades de las personas. Porque si saco un producto que la gente piensa que necesita, lo va a comprar más. Lo de si es o no más sano no importa. Creo que últimamente nos movemos por etiquetas. Saludable aparece en todo hasta en la industria de la comida rápida. Habría que hacer estudios con personas que coman solo ese tipo de productos saludables y a largo plazo ver si están realmente más sanos. Pero no interesa. Porque estamos en una época en la que hay una moda más allá de la salud. La moda es subir a Instagram lo que comes, subir tu recorrido como si hablase de ti como persona cuánto has corrido hoy. Y lo peor, es que nos vamos educando en que eso nos da cierto valor como personas más allá de si estoy haciendo un voluntariado, o de si soy un buen amigo, o un buen hijo… Ahora mismo parece que el valor de las personas está depositado en qué come, en cuánto ejercicio hace y de qué manera.

¿Qué es esto de la ortorexia?, ¿y qué peligros tiene?

La ortorexia es una problemática de carácter psicológico que se caracteriza por una preocupación patológica u obsesiva por la comida sana. Y con comida sana, nos referimos a alimentos más orgánicos, más ecológicos, que no están tratados por productos artificiales, que tienen un mejor valor nutricional o que no son procesados. Estamos hablando de un problema alimentario que a diferencia de otros más famosos no está basado en la cantidad o en el número de calorías, sino en la calidad de la comida. Por eso es más difícil de distinguir.

¿Cómo podemos diferenciar la preocupación por comer mejor y más saludable de la obsesión?

La clave es la ansiedad, el malestar y la culpa. Nos tenemos que ir a variedades emocionales para entender bien el problema. Que una persona decida tener información nutricional para mejorar su salud es totalmente adecuado. Por ejemplo: “Es que yo pensaba que los zumos preparados eran lo mismo que una pieza de fruta. Pues ahora que se que no, voy a comprar la fruta y no el zumo.” Sin embargo, ¿cuándo se convierte en obsesión? Cuando esta persona ante la posibilidad de tomar un zumo industrial se siente culpable, le genera ansiedad, o piensa que le va a provocar un mal inmediato en su salud. Es decir, cuando la respuesta ante determinados alimentos que no entrarían dentro del grupo a los que llamaríamos “saludables” generan ansiedad, culpa y/o malestar.

¿Cuándo esta obsesión puede pasar a ser un problema?

En cualquier manual diagnóstico ninguna conducta tiene porque ser un problema hasta el punto en que generan o provocan un malestar clínicamente significativo, es decir cuando empieza a deteriorar áreas fundamentales de la vida. Por ejemplo, el área familiar, social o laboral. Pensemos en una persona que come saludable pero que después de ir con sus amigos un día al Burguer King, por ejemplo, se siente culpable. Lo que va a hacer es dejar de ir. Aquí ya estamos hablando de esa obsesión que empieza a provocar una disfuncionalidad en nuestro día a día. Y con el paso del tiempo, si la persona no flexibiliza, puede acabar produciendo un empeoramiento en las áreas fundamentales de esa persona.

¿Cómo profesional de la salud recibe a mucha gente con ortorexia?

Es cierto que estamos encontrando cada vez más a pacientes que ya no buscan una delgadez extrema si no que busca un cuerpo fit. Ahora está de moda el músculo y tener una alimentación alta en proteínas, por lo que aparentemente parece que son personas que se cuidan mucho y sin querer la sociedad les otorga el mérito de cuidarse, pero el funcionamiento de base es el del TCA. Porque el día que no lo hacen se sienten culpables o se ven peor delante del espejo. Dentro de los TCA, cada vez más hay más el perfil que solo ingiere aquellos alimentos que son o les venden como saludables y se prohíbe todos aquellos que no lo son.

Nos puedes contar un poco como es la terapia que se aplica a las personas con este trastorno.

Lo principal que necesitamos es la conciencia de enfermedad. Los pacientes necesitan darse cuenta de cómo interfiere este tipo de obsesiones en su día a día. A veces lo comparo con una enfermedad autoinmune. Es decir, es una enfermedad que se está desarrollando y de la que el sistema emocional se está intentando defender. Lo que pasa es que esa defensa acaba siendo el problema. Pensemos que son personas con niveles previos de dificultad emocional: problemas de ansiedad, de depresión, rupturas de pareja, problemas laborales, algún tipo de acoso o incluso antecedentes de obesidad… Estas personas lo que buscan es tener el control. Y ahí es donde entra en juego la sociedad que nos ha vendido que la alimentación o el ejercicio físico son vías de este control. Por lo que lo primero es que ellos se den cuenta de que están utilizando estos medios para intentar sentirse seguros. Una vez que hayan aceptado esto, el tratamiento intenta conseguir una flexibilidad saludable. Porque hay gente que piensa que por comerse un bollo industrial un día, automáticamente empeora su salud o sube de peso. Después trabajamos sobre la ansiedad. Vamos introduciendo en la vida de estas personas de manera natural y progresiva estos alimentos para que tampoco asocien determinados alimentos con emociones. En todo este proceso, que es largo, también trabajamos mucho con conceptos de insatisfacción corporal, explicando bien cómo funcionan, cómo median las emociones en el proceso y porqué justo cuando se sienten más tristes o ansiosos coincide con cuando se sienten peor físicamente.

Y finalmente, ¿cuál es tu consejo? ¿Qué es lo verdaderamente sano?

Hay evidencias científicas de cuales son las verdaderas pautas de vida saludable. Cuando alguien no esté teniendo una vida saludable, lo que tenemos que estudiar es el porqué. A nivel de alimentación es muy importante que el mayor porcentaje de nuestra alimentación esté basado en buenos productos y en cantidades adecuadas. Si tengo dudas de si lo estoy haciendo bien o mal, hablemos con un profesional. Pero no vayamos a una dieta milagro. Consultemos cuales son las bases, porque nadie necesita un plan de 15 días o de dos meses. Lo que quiero es aprender y la información siempre es útil. Pero si utilizo esa información para sentirme mejor emocionalmente quizás estamos yendo por el lado equivocado. Por lo tanto tener también esta actitud crítica. ¿Qué busco en esta información? Una respuesta emocional, sentirme mejor conmigo mismo o busco realmente una duda nutricional sobre un alimento. Porque lo sano es entender o identificar emocionalmente qué me está pasando. Porque comer un día un bollo no me va a perjudicar a la salud. Pero si de repente no puedo entender porque no puedo parar de comer bollos. Entonces si tengo que plantearme algo. Algo que no es nutricional sino psicológico.

Noticias

Televisión

Radio

Deportes

Infantil

A la Carta

Playz