Un cartel de 50 metros colgado de un edificio en Los Ángeles. Esa ha sido la manera con la que Lady Gaga ha vuelto a abrirse a un mundo que no cesa en su empeño de convertir Chromatica en el álbum con más éxito de la artista. La intérprete de "Alejandro" volvió a abrirse en canal con un único fin: liberar sus pensamientos y transmitir todas las emociones que la llevaron a crear su sexto disco de estudio. Un proceso de creación que no estuvo exento de miedos, y, según confiesa, del optimismo necesario para "seguir respirando".
"Escribí este álbum cuando estaba triste y enfadada. Escribí poemas sobre el miedo, y pedí a mis poemas que cantaran. Escuché lo que me llegaba de arriba como nunca antes lo había escuchado, pera seguir adelante, seguir respirando y para saber que cada letra era un paso adelante. Cada melodía fue un regalo. Chromatica fue un sueño que se hizo realidad. Mi arte siempre me enseña algo", comenzaba la intérprete en la primera parte de su misiva.
"Chromatica me enseñó a bailar a mi manera a través del dolor. Me enseñó que el dolor podría mejorar, que la música era mi fe. La música es mi religión. La gente es mi Dios. Estoy aquí para servir al mundo e inspirar a tanta gente como sea posible a regocijarse sin importar las circunstancias", finalizaba la artista en su escrito. Unas palabras que no han pasado desapercibidas en redes sociales y que, de alguna manera, se suman a las últimas declaraciones de la cantante respecto a su propia salud mental.
"En realidad, no entendía por qué debía vivir"
Decidida, delicada y a la vez, más sincera que nunca. Esto podría resumir la situación en la que se encuentra Lady Gaga tras lanzar el álbum más personal de toda su carrera artística. "No hay una canción en este disco que no sea verdad, ni una", confesó durante una entrevista emitida en CBS como parte de la promoción de "911", el último single de Chromatica.
"Odiaba ser famosa, odiaba ser una estrella. Me sentí exhausta y agotada. Este es el piano que he tenido durante mucos años. He escrito tantas canciones en este piano que no sé cómo explicarlo. Pasé a mirarlo y pensar "arruinaste mi vida, tú me has hecho Lady Gaga"", añadía en relación a las emociones que ha estado experimentado durante su carrera musical.
"Mi mayor enemigo estaba aquí. En realidad, no entendía por qué debía vivir. La gente me observaba para asegurarse de que no me autolesionaba. Pero el pensamiento que sentía era completamente real: ¿por qué debería quedarme?. Las personas a mi alrededor me pusieron de pie y dijeron: "Crees que te estás ahogando, pero no es así. Sigues siendo asombrosa". Y les dije: "Bueno, no soy asombrosa. Estoy acabada". Pero ya no me odio. Encontré la manera de amarme a mí misma de nuevo, aún pensando que eso jamás sucedería", finalizaba la artista.
"Me puse muy nerviosa por cómo reaccionaría la gente"
Durante una entrevista concedida a Vanity Fair, la madre de Lady Gaga no dudó en normalizar la problemática que, a día de hoy, sigue alcanzando a muchos jóvenes: "Cuando mi hija nos habló sobre sus problemas mentales, me puse muy nerviosa por cómo reaccionaría la gente", confesaba a medida que contaba el largo proceso por el que pasó la artista.
Junto a ella, Lady Gaga fundó Born This Way Foundation, una organización sin ánimo de lucro destinada a todos aquellos menores que intentan "validar sus emociones, eliminar el estigma de la salud mental y conectarlos con esos recursos que necesitan desesperadamente". Un esfuerzo que Gaga está dispuesta a asumir, y más después de confesar que, en su día, algo le obligó a entrar en "una espiral de autodestrucción" que la llevó a la depresión y la dependencia.
A pesar de todo, Lady Gaga sigue en su senda de convertirse en la artista con más influencia en ambos hemisferios. Las desorbitantes cifras que acompañan a cada proyecto que lanza al mercado la avalan pero, sobre todo, le honra la valentía con la que afronta un periodo algo oscuro en su vida que ha terminado por convertir en un discurso de ánimo, optimismo y templanza.