Desde que diera comienzo la carrera presidencial de Kanye West, es habitual ver al artista envuelto en polémicas. Primero fue el viral mitin que realizó como candidato independiente en Carolina del Sur, después las acusaciones que afirmaban que su mujer, Kim Kardashian, quería encerrarle en un psiquiátrico. Y tan solo unas semanas más tarde, el músico lanzó la bomba en redes sociales: no sacaría más música hasta acabar sus contratos con Sony y Universal, dos de las discográficas con las que el rapero mantiene una guerra abierta desde que anunció Donda, un disco que no llegará al mercado en lo que queda de este anómalo 2020.
"Cuando firmas un contrato musical renuncias a tus derechos. Sin los maestros no puedes hacer nada con tu propia música. Alguien más controla dónde se reproduce", confesaba en su cuenta oficial de Twitter. Una publicación que superó las 35.000 interacciones en cuestión de horas y que evidencia el malestar del intérprete hacia las discográficas que tendrían que haber producido Donda, su nuevo álbum de estudio.
Hace unas semanas, el músico confesó que abandonaría su carrera por hacerse con el cargo de presidente de EEUU y pondría el focus en la música, pero a escasos dos meses de las elecciones presidenciales, el marido de Kim Kardashian sigue apareciendo como candidato en una docena de estados como Arkansas y Colorado. ¿Cambiará de nuevo de opinión de aquí a la esperada fecha?
Kim Kardashian, el mayor apoyo de Kanye West
Desde que publicase en sus redes sociales que recuperaba su interés por presentarse a las elecciones presidenciales de EEUU, el rapero no ha cesado en su intento de hacerse oír. Pero su ímpetu duró poco más de unas semanas, ya que tras el bochornoso acto de campaña que realizó en Carolina del Sur, el marido de Kim Kardashian arremetió duramente contra ella evidenciando el grave conflicto familiar en el que estaban sumidos desde hace tiempo.
Tuits publicados por Kanye West en las últimas horas. Twitter
Consciente del escarnio público que suscitaron sus palabras, Kanye decidió emplear la misma herramienta que con la que había causado tal revuelo para disculparse públicamente ante su mujer y ensalzar el amor que, según cuenta, siente por la empresaria. "Sé que te he hecho daño. Por favor, perdóname. Gracias por estar siempre a mi lado", finalizaba el intérprete de "Fade". Un comportamiento al que Kim no reaccionó, al menos de forma pública. Y es que tras permanecer en silencio ante las informaciones que apuntaban a que su marido sufría transtornos de bipolaridad y que muchas de sus acciones respondían a esta enfermedad, la socialité parece ser consciente de la ayuda que necesita su pareja al margen del rechazo sistemático que le genera cualquier proposición de mejora.
"No puedo mantenerme en silencio mientras el odio sigue extendiéndose"
A pesar de la multitud de ocasiones en las que Kim se ha visto en el ojo del huracán, hasta ahora nunca había manifestado su malestar en redes sociales. La estrella televisiva anunció su protesta ante la permisividad que Facebook e Instagram mantienen con los ya conocidos como "discursos de odio". ¿El resultado? Un boicot de 24 horas a las que también se han sumado artistas como Katy Perry, Ashton Kutcher, Leonardo Di Caprio o Jennifer Lawrence.
"Me encanta poder conectarme directamente con vosotros a través de Facebook e Instagram, pero no puedo sentarme y quedarme en silencio mientras estas platafomas continúan permitiendo la difusión del odio, la propaganda y la desinformación creada por grupos para dividir EEUU. La información errónea compartida en las redes sociales tiene un impacto grave en nuestras elecciones y socava nuestra democracia", alentaba Kim en una misiva que pronto superó las 10.000 interacciones.
Aunque pueda quedarse en anecdótico, lo cierto es que el apagón en redes de Kim Kardashian no puede compararse con el del resto de compañeros que se han sumado a la campaña: la artista cuenta con 188 millones de seguidores en Instagram y más de 30 millones en Facebook. Unas cifras que la hicieron entrar en el top 10 de usuarios con más impacto en redes sociales en ambos hemisferios.