Desde que en 2008 ingresara en un centro de salud por sus posibles problemas psíquicos, Britney Spears habría visto limitada su libertad al ver como su padre, Jamie Spears, se hacía cargo de todas sus gestiones desde aquel momento. El movimiento #FreeBritney nació para defender la independencia de la cantante y planteó preguntas como las siguientes: ¿Estuvo secuestrada en casa por su propia familia? ¿Puede vender o comprar bienes sin la autorización de su padre? Estas son solo algunas de las cuestiones que los medios de comunicación intentaron resolver desde que su abogada, Jodi Montgomery, cogiera el relevo a su progenitor y se pusiera al frente de la gestión de todos sus bienes.
En medio de la batalla legal emprendida por la intérprete de "Baby One More Time", parece que el culebrón sobre su tutela podría estar tocando su fin. La estrella del pop sigue sin contar con la autorización del Tribunal Superior de California para ser totalmente independiente, pero según las últimas informaciones, ya no estaría bajo el control de su padre ni de su abogada. Ahora bien, ¿quién asumirá el papel de tutor hasta 2021? Según apuntan medios como Los Angeles Times, su hermana pequeña, Jamie Lynn Spears, sería la responsable de controlar su patrimonio hasta 2021.
La actriz de 29 años apoyó a su hermana a través del movimiento #FreeBritney. Una acción que evidenciaba el claro posicionamiento de la menor de la familia frente a la eterna disputa entre Spears y su padre. Así que tras varios años de lucha, Jamie ha movido ficha para ser ella la responsable de todos los bienes que posee la cantante. Uno de ellos sería SJB Revocable Trust, la entidad que protege su patrimonio con el fin de asegurar el futuro económico de Sean y Jayden, sus dos hijos.
"La tutela debe cambiar"
Hace unos días, el portal TMZ publicaba que Britney Spears estaría totalmente en contra de que su padre recuperase el control sobre su vida. Desde que en 2019 tuviera que renunciar temporalmente a la supervisión de la estadounidense debido a sus propios problemas de salud, la cantante hizo todo lo posible para cambiar su tutela y ponerla en manos de Montgomery, la mujer que le ha estado administrando sus finanzas desde este suceso.
A pesar de tener 38 años, Britney no puede decidir sobre aspectos tan simples como casarse, votar, ampliar su familia, gastar libremente su propio dinero, conducir un coche o incluso ver a sus hijos, de los que posee tan solo el 30% de la custodia. Una forma de vida que responde a los supuestos problemas mentales que sufre desde hace más de una década, aunque ni ella ni su familia se manifestaron nunca respecto al diagnóstico de su enfermedad.
Triunfo para el movimiento #FreeBritney
Lejos de ser un hashtag de apoyo momentáneo, el movimiento #FreeBritney fue creado por dos seguidores de Spears en un podcast donde explicaron sus sospechas sobre el estado mental de la cantante y la supuesta explotación de Britney por parte de su padre. De hecho, una de las últimas críticas de este movimiento fue, precisamente, la contradicción de que la artista no sea libre para tomar sus propias decisiones pero sí para facturar millones de dólares al año.
La cantante Cher fue una de las últimas en sumarse al movimiento de protesta que defiende la independencia de Britney. "Trabajó duro, fue la gallina de los huevos de oro, hizo mucho dinero, enfermó, ahora es una vaca lechera. ¿Hay alguien que esté haciendo dinero con ella enferma y la quiera bien? Alguien que no quiera nada de ella debería cuidarla, su doctor, sus médicos... ¿Es que es un pato?", confesaba la artista en su cuenta oficial de Twitter.