Una de las series de este confinamiento ha sido Tiger King. La miniserie documental retrata la historia del estadounidense Joe Exotic, un fanático de los tigres y animales exóticos que creó todo un imperio basado en su polémico zoológico privado. Joe decía sentir tanto amor por los tigres como odio por Carole Baskin, activista defensora de los derechos de los grandes felinos y la mayor pesadilla de Exotic. Ahora, desde la celda en la que cumple su condena de 22 años de prisión por orquestar el intento de asesinato de Baskin, Joe Exotic ha recibido otra noticia demoledora: su archienemiga es, desde el 1 de junio y por orden judicial, la propietaria de los terrenos e instalaciones del que fue su zoo. En cambio, sus tigres seguirán bajo la propiedad de Jeff Lowe y, de momento, sin hogar y sin protección legal ante su incierto destino.
Alrededor de la historia de odio entre los dos protagonistas desfilan una serie de personajes a cada cual más surrealista y excéntrico, con historias y chascarrillos salpicados de traiciones, infidelidades, poligamia, amenazas, asesinatos sin resolver, niñeras influencers, pretensiones políticas y obsesión por las redes sociales. Y de telón de fondo, la triste realidad de un país como Estados Unidos, en el que se calcula que podría haber 5.000 tigres en cautiverio (frente a los 3.900 que quedan en libertad en la naturaleza), la gran mayoría habitando en los patios traseros de las casas e instalaciones privadas de crianza, extremadamente vulnerables al maltrato y la explotación.
Estrenada el pasado mes de marzo en Netflix, Tiger King llegó a su fin tras siete capítulos, pero la historia de sus personajes continúa. Y la última noticia tiene que ver con el desenlace del proceso judicial entre Baskin y Joe Exotic (cuyo nombre actual es Joseph Allen Maldonado-Passage): Esta semana, un juzgado de Oklahoma ha dado la razón a Baskin y le concede en propiedad las seis hectáreas de terreno del zoo que creó Joe Exotic (y que ahora es propieda de Jeff Lowe). A partir de ahora, las instalaciones (incluidas cabañas y vehículos) pasan a depender del Big Cat Rescue Corporation de Baskin.
¿Cómo ha conseguido Baskin el zoo de Joe Exotic?
Hay que remontarse al año 2011, cuando Carole Baskin ganó una demanda por un delito contra la propiedad intelectual a Joe Exotic después de que este plagiara el logo de Big Cat Rescue para ganar más seguidores que su adversaria en redes sociales. La sentencia obligaba a Exotic a pagar un millón de dólares a Baskin por la infracción. En una segunda demanda, ya en el año 2016, Baskin denunció que Joe Exotic había transferido la propiedad a su madre (Shirley M. Schreibvogel) para evitar el pago a los acreedores. El juez ha considerado fraudulenta esta maniobra y por ello ahora la propiedad pasa a formar parte del pago de la indemnización para Baskin.
De este modo Baskin se hace con el control de las seis hectáreas de tierra, ubicadas en el condado de Garvin (Oklahoma), y que albergó el parque de animales felinos de Exotic. En la actualidad el recinto pertenecía a Jeff Lowe, quien ahora tiene 120 días como máximo para "la desocupación de las instalaciones y el retiro de todos los animales del zoológico". (Puedes leer la sentencia aquí)
¿Qué va a pasar con los tigres de Joe Exotic?
Lo peor de esta historia es que nadie sabe qué va a pasar con los casi 200 animales que a día de hoy habitan en el zoo de Exotic. Los terrenos pasan a ser de Baskin, pero los tigres siguen siendo de Jeff Lowe. El abogado de Lowe, Walter Mosley, ha afirmado a CNN que la intención de su cliente es abrir un nuevo Tiger King Park en Thackerville (Oklahoma) en las próximas semanas y aprovechar el tirón de popularidad derivado del éxito de la serie Tiger King.
Pero, en una situación de pandemia como la que estamos atravesando, que ralentiza el funcionamiento de cualquier gestión, ¿qué sucederá con estos animales si Jeff Lowe no es capaz de habilitar su nuevo zoo antes de 120 días? ¿Podrían acabar en el mercado ilegal de animales exóticos? ¿O repartidos por zoológicos privados de dudosa legalidad?
Por su parte, aunque Baskin ahora sea propietaria de seis hectáreas de terreno en el corazón de Oklahoma, no ha conseguido rescatar a los tigres de Joe Exotic. Baskin, propietaria de un "sanatorio de animales" ubicado en Florida, había denunciado públicamente en varias ocasiones las malas condiciones y abusos a los que Joe Exotic sometía a los animales de su zoo privado. En Tiger King se mostraba a tigres hacinados en jaulas, alimentados con carne caducada o cachorros explotados para que los visitantes del zoo se hiceran fotos. Por no hablar del misterio que rodeaba a los animales del zoo cuando ya no eran ni "útiles" ni rentables para el negocio de Joe Exotic.
Por su parte, Joe Exotic acusó desde sus programas de televisión de producción propia y redes sociales de las oscuras intenciones de Baskin. Cuestionaba su amor por los animales y alegaba que su único interés era hacerse con sus animales para enriquecerse aún más. Para reforzar esa imagen de mujer siniestra, Joe constantemente la acusaba de estar implicada en la desaparición de su anterior marido, el empresario Jack 'Don' Lewis. La guerra dialéctica pasó a mayores cuando un juez encontró Joe Exotic culpable del intento de asesinato de Carole Baskin. Al parecer, habría contratado a un sicario por 3.000 dólares para deshacerse de su mayor enemiga. Este delito, unido a otros dos relacionados con el asesinato de cinco tigres y la venta ilegal de varios animales llevaron a Exotic a prisión hace unos meses, donde deberá cumplir una condena de 22 años.
Nicolas Cage dará vida a Joe Exotic en una serie
La decadencia del hombre Joseph Maldonado-Passage contrasta con el éxito de su personaje Joe Exotic. Su documental ha sido uno de los más exitosos de Netflix en este 2020, y tras ello la cadena CBS está al frente de un proyecto de ficción en el que el actor Nicolas Cage daría vida a Joe Exotic, según publicó recientemente la revista Variety.
Este éxito de la estrafalaria figura de Exotic tampoco puede hacernos olvidar la parte más dramática de toda esta historia. La situación de los más de 5.000 felinos que viven en cautividad en Estados Unidos, de los cuales solo el 6% residen en zoológicos y otras instalaciones acreditadas por la Asociación de Zoológicos y Acuarios (el propio zoo de Joe Exotic no contaba con la acreditación de esta asociación). Según denuncia la organización WWF, "muchos de los dueños privados de tigres no están capacitados adecuadamente para cuidar animales salvajes. A menudo, estas instalaciones permiten el contacto del público con los tigres, incluyendo sesiones de fotografía y horarios para jugar con los cachorros. Durante estos encuentros, el bienestar de estos tigres no es lo único que está en riesgo sino también la salud pública y la seguridad". Una situación agravada por las medidas para hacer frente al coronavirus, que ha vaciado de visitantes muchas de estas instalaciones y que ahora han de enfrentarse a un futuro económicamente muy incierto, poniendo en riesgo la supervivencia de cientos de estas criaturas.