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Carta de una afgana

Un grito desde mi tierra silenciada: la voz de las mujeres de Afganistán

  • Una joven afgana expresa sus sentimientos sobre la situación de las mujeres bajo el régimen talibán a través de una carta

  • "Las mujeres tienen derecho a respirar, pero no a soñar"

Una mujer afgana vestida con burka en un mercado de Kabul, Afganistán
QAHIRA FAQIRI*
Tiempo de lectura 4 min.

Afganistán, una tierra cuyo esplendor y grandeza brotan desde su propio suelo. Una tierra en la que sus mujeres, desde el principio de la historia, han caminado hombro con hombro con los varones en los caminos del conocimiento, del arte y de la lucha.

Es la tierra de la poesía y la valentía, pero a veces la voz de sus mujeres queda enterrada entre el humo y las cenizas, y esta tierra, que siempre fue una madre amorosa, se ha convertido en un cementerio para los sueños de sus hijas.

Este texto lo escribe una joven que hace años vio cómo el amor se sofocaba a la sombra de las piedras, cómo a Farkhunda la quemaron en las llamas de la ignorancia y cómo a Ruksana la enterraron entre gritos crueles.

En esta tierra, las niñas no son castigadas por los crímenes que han cometido, sino por lo que otros consideran "pecado". Aquí, las niñas son tratadas como mercancía antes de saber lo que significa ser niña. A una edad en la que aún no comprenden el sentido de la vida, sus nombres son escritos en un papel y entregados a manos que no les brindan refugio, sino prisión.

Son vendidas, intercambiadas, marcadas, sin que siquiera sepan cuál es su crimen, salvo el haber nacido niña. Matrimonios forzados, tradiciones que se han encadenado y un trato que se llama "destino". Y si alguna de ellas se levanta, dice que no quiere este destino y lucha, ¿qué sucede entonces? Entonces la llaman rebelde, desafiante y no solo no escuchan sus lágrimas y súplicas, sino que las callan con azotes.

"Ser mujer significa vivir con miedo en cada paso"

Un lugar donde ser mujer significa vivir con miedo en cada paso, en cada mirada, en cada elección, temiendo que no se apruebe cualquier cosa que diga, pida, haga, sea…

En esta tierra, si la mujer se queda en casa, a veces es víctima de la injusticia de aquellos que deberían ser su refugio y si sale, en las oficinas, en las universidades, en las calles… una mirada, una palabra amarga, una mano no autorizada, pesan sobre ella, amenazan su libertad.

En esta tierra, las mujeres tienen derecho a vivir, pero no a vivir plenamente. Tienen derecho a respirar, pero no a soñar. Las quieren, pero no por sus sueños, ni por sus pensamientos, sino para que se sienten en un rincón, en una sombra, y nunca se levanten.

Aquí, las heridas que se infligen en el alma de las mujeres son tan profundas que no pueden verse y son tan pesadas que no deberían ignorarse.

Nosotras somos esas chicas a quienes les cerraron las puertas de la escuela, pero nunca se cerrarán las puertas de nuestros corazones al futuro.

El mundo puede habernos olvidado, pero en nuestros corazones siempre hay una llama de esperanza que nunca se apaga.

Somos mujeres que, lejos de debilitarnos, nos hacemos más fuertes con las dificultades. Hemos soportado dolores que ninguna palabra puede describir, pero sabemos que llegará el día en que el mundo conocerá nuestro sufrimiento.

El día en que tomaremos lo que es nuestro, no con súplicas, sino con la fuerza de nuestra resistencia. No tememos a nada, porque creemos que llegaremos a lo que merecemos.

El mundo de hoy puede habernos cerrado los ojos, pero nuestro mañana estará lleno de luz; porque somos mujeres que nunca dejaremos de luchar y, al final, alcanzaremos todos nuestros sueños.

Somos esas chicas que, incluso en medio de los escombros, construimos sueños, encendemos luces en la oscuridad y hacemos de nuestros dolores un grito por el futuro. Mantén el corazón fuerte, no importa lo que cueste, mañana será el día por el que hemos luchado.

*Este texto lo ha escrito Qahira Faqiri, una ciudadana afgana que reside en España y que ha querido compartir sus sentimientos sobre la situación de las mujeres en Afganistán bajo el régimen talibán con RTVE Noticias.