La misión IM-2 de la empresa Intuitive Machines, que transportará equipos científicos y tecnológicos de la NASA a la luna, tiene previsto su lanzamiento para este miércoles por la noche desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. La misión, que despegará a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX a las 19:17 EST (00:17 GMT del jueves), llevará consigo el módulo de aterrizaje lunar Athena, el segundo que lanza al satélite esta compañía privada con sede en Texas.
La nave, desarrollada por Intuitive Machines, pasará aproximadamente una semana viajando hasta el satélite, con un aterrizaje programado no antes del 6 de marzo.
Según la NASA, esta misión es clave dentro del programa Artemis y el programa Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS, en inglés), cuyo objetivo es preparar futuras misiones humanas a la luna y a marte. Uno de los hitos más importantes de IM-2 será la demostración de la extracción y uso de recursos 'in situ' en la luna.
Análisis del suelo del satélite
La misión desplegará un taladro y un espectrómetro de masas para analizar la posible presencia de gases y volátiles en el suelo lunar en la región de Mons Mouton, una meseta en el Polo Sur de la luna. Estos gases podrían constituir un recurso muy valioso de cara a la explotación de los recursos lunares destinados a apoyar futuras exploraciones del satélite.
Además, se instalará un reflector láser pasivo que servirá como punto de referencia permanente para futuras misiones. Otras tecnologías a bordo del módulo incluirán un sistema de comunicaciones de superficie y un dron propulsado capaz de desplazarse por el terreno lunar mediante pequeños saltos.
Junto con la misión IM-2, la NASA lanzará también una sonda que entrará en órbita lunar con el objetivo de mapear la distribución del agua en la superficie de ese satélite y analizar sus diferentes formas.
Segundo alunizaje
Después de hacer historia al convertirse en la primera misión privada en aterrizar en la luna, Intuitive Machines espera agrandar su hazaña, logrando esta vez un alunizaje controlado y suave.
En febrero de 2024, la compañía estadounidense logró que aterrizase una sonda en la superficie lunar, un hito mundial. Sin embargo, debido a una falla en el sistema de navegación, esta se acercó demasiado rápido a la superficie lunar y rompió al menos una de sus seis patas. Un contratiempo que esperan evitar esta vez con un nuevo módulo, Athena, enviado como el primero en nombre de la NASA, la agencia espacial estadounidense.
El alunizaje, programado como mínimo para el 6 de marzo, se producirá después del intento previsto por otra empresa estadounidense que trabaja para la NASA, Firefly Aerospace, que intentará esta compleja maniobra el domingo 2 de marzo.
Con esta misión, la NASA pretende profundizar en sus conocimientos sobre el polo sur lunar, donde ningún ser humano ha estado, y que es objeto de muchas disputas debido a la presencia de agua en forma de hielo, que podría resultar muy útil para preparar futuras misiones humanas previstas en el marco del programa Artemis. Una perspectiva que podría verse amenazada bajo la presidencia de Donald Trump, quien ha sembrado dudas sobre su intención de regresar a la luna, ya que prefiere concentrar todos los esfuerzos en marte.