El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que implemente aranceles recíprocos. Su objetivo, asegura, no es otro que restablecer la equidad en el comercio internacional y equilibrar el terreno de juego para su país.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump ha afirmado que otros países tendrán la opción de reducir o eliminar sus propios aranceles como respuesta a las nuevas medidas estadounidenses. "Queremos igualdad de condiciones", ha insistido Trump a los periodistas en la Oficina Oval.
Además, ha subrayado que los sistemas de impuesto al valor agregado (IVA) utilizados en otras naciones serán considerados como un tipo de arancel bajo su administración, haciendo especial hincapié en Europa. El mandatario ha calificado a los países del continente, y en concreto a los miembros de la Unión Europea, como "muy duros" en materia de comercio.
"Hay una razón por la que Alemania vende más coches que los que nosotros les vendemos, y no es por la calidad de la manufactura ni el diseño estadounidense. Es simplemente por prácticas comerciales desleales, y eso es letal. Es un arancel oculto", ha afirmado Trump.
En consecuencia, el presidente ha justificado "razones de justicia" para imponer "aranceles recíprocos". Eso significa que lo que un país hace pagar a EE.UU., nosotros les cobraremos lo mismo, ni más ni menos", ha declarado. Los aranceles no entrarían en vigor el mismo jueves, pero podrían empezar a imponerse tras la elaboración en un plazo de 180 días de un informe el impacto fiscal y que deberá ser entregado al presidente.
El futuro secretario de Comercio designado por Trump, Howard Lutnick, ha indicado que cada país será tratado de manera individual en lo que respecta a las nuevas políticas comerciales. En consecuencia, no se aplicará una tarifa uniforme del 10% o 25% como ocurrió con el aluminio y el acero, sino que la Administración establecerá tasas específicas en función de los aranceles y "barreras" comerciales que cada nación impone a EE.UU.
Trump también ha advertido que cualquier intento de enviar productos a través de terceros países para evitar los aranceles estadounidenses no será tolerado. Asimismo, ha amenazado al bloque de los BRICS+ con gravámenes del 100% si "juegan" con el dólar.
Aranceles como forma de negociación
El esfuerzo de los aranceles recíprocos apuntan a iniciar negociaciones con algunos países para reducir estas barreras. Un anuncio diseñado al menos en parte para provocar conversaciones con otros países. Lutnick ha señalado que Trump reduciría con gusto los aranceles si otras naciones hacen lo mismo con los suyos.
"Así que el presidente está más que feliz de reducir los aranceles si los países quieren hacerlo. Pero también reconozcamos que los aranceles, los aranceles más altos, no son la mayor parte del problema en muchos casos", ha señalado el futuro secretario.
Los objetivos de las tarifas incluyen a China, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea. Los aranceles evitarían un enfoque de "talla única" para gravámenes más personalizados, aunque Trump no ha descartado uno global.
Reacciones internacionales
El Gobierno de Japón ya ha empezado a comunicarse con Estados Unidos en relación a los "aranceles recíprocos" anunciados por el presidente Donald Trump y analizará su impacto en la economía nacional para adoptar "medidas adecuadas".
El portavoz gubernamental japonés, Yoshimasa Hayashi, ha dicho que país "analizará minuciosamente el contenido y la influencia de la medida, cuyos detalles se revelarán más adelante, y tomaremos las medidas adecuadas".
Por su parte, el vicepresidente de Brasil, Gerardo Alckmin, ha afirmado este jueves que el Gobierno brasileño responderá mediante "el diálogo", "la cautela" y "el trabajo conjunto". "Brasil no es un problema comercial para Estados Unidos", ha asegurado Alckmin a la prensa.