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Día Mundial de la Lengua Griega

La lengua griega clásica en la educación española: "Sobre el papel sobrevive, pero en la realidad está agonizando"

  • "Los alumnos deberían tener derecho a conocer los fundamentos de su lengua y su cultura", dicen algunos docentes

  • España es referente en nuevas metodologías de enseñanza de Griego Clásico

La lengua griega clásica en la educación española
EVA CEZÓN
Tiempo de lectura 10 min.

Γνῶθι σεαυτόν (pronunciado fonéticamente como gnóthi seautón), "Conócete a ti mismo". Con este aforismo inscrito en el templo de Apolo en Delfos, símbolo del saber en la Grecia del siglo IV a. C., se recordaba la importancia del autoconocimiento. Hoy, como las ruinas de aquel santuario, el Griego Clásico se desvanece poco a poco de las aulas en todo el mundo. En España, pese a las profundas raíces que comparte con nuestra cultura, cada vez menos alumnos optan por esta asignatura en Secundaria.

"Sí existe un interés por parte del alumnado, que podemos ver, por ejemplo, en el aumento de estudiantes universitarios en filologías clásicas. Sin embargo, en el instituto no se les da la oportunidad de empezar a estudiarlo", subraya a RTVE.es el director de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, Eugenio Ramón Luján.

Docentes, alumnos y asociaciones llevan años en pie de guerra en busca de una nueva revalorización de las lenguas clásicas. "En cada ley educativa el Griego acaba peor parado. Además, esa aparente 'inutilidad' y, sobre todo, el gran desconocimiento provoca que socialmente no tenga ningún valor", denuncia el profesor de Griego del IES Enric Valor, de Picanya (Valencia), Mario Díaz.

El papel del Griego Clásico en la educación española

"Sobre el papel sobrevive, pero en la realidad está agonizando", afirma a RTVE.es la profesora del IES Manuel Gutiérrez Aragón, (Cantabria), Azucena Vidal Abad. El Griego clásico como materia llegó a la educación española de manera oficial a lo largo del siglo XIX por medio de sucesivas reformas educativas. Destaca la Ley Moyano de 1857, que lo consolidó como asignatura en los institutos de segunda enseñanza y en las universidades.

Pero, en los últimos cursos, el número de alumnos que estudia Griego se ha reducido a la mitad (según los últimos datos, aproximadamente 3.000 en toda España) y los de latín han caído un tercio, quedando reducidos a 30.000 alumnos. Actualmente, la Ley Orgánica 3/2020 (LOMLOE) establece que puede ser cursada en 1º y 2º de Bachillerato en las modalidades de Ciencias Sociales y Humanidades. No obstante, para Diego Román Martínez, profesor del IES Ataúlfo Argenta en Cantabria, la realidad es distinta.

"Cada vez es más difícil que salga el grupo porque no se incentiva, casi se persigue. No nos dejan sacar clases con pocos alumnos y se suele obligar a que hagan otras asignaturas mejor vistas socialmente. Además, tener grupo en primero no garantiza nada en segundo".

Tras las últimas reformas en educación, la presencia de la materia ha ido perdiendo peso. Pero el batacazo llegó con la Ley Orgánica 8/2013, la famosa LOMCE, ya que, hasta entonces, el Griego era de carácter obligatorio para el alumnado de Letras o Humanidades. "Con esta ley educativa dejó de tener este carácter para pasar a ser una materia optativa", añade Román.

Cada vez es más difícil que salga el grupo porque no se incentiva

La escasez de profesores especializados es otro de los grandes problemas. "Se necesita con urgencia profesorado que dé el relevo a los muchos veteranos que ya se han jubilado o estamos a punto de hacerlo. Esta carencia está siendo un problema en muchos centros de prácticamente todas las comunidades", explica la profesora Vidal Abad. Un estudio del curso 2019-2020 indica que el 57% del profesorado de lenguas clásicas en España tiene más de 51 años, y el 44% lleva entre 26 y 35 años de servicio.

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Si se consigue formar un grupo, mantener el interés del alumnado no es tarea difícil, según comenta Vidal. "Los alumnos que la cursan o que la han cursado, casi siempre manifiestan satisfacción y se implican de forma hasta 'sentimental', se crea un vínculo especial". Un vínculo que comparte Claudia González Margüelles, alumna de Azucena, quien asegura que siente dolor ante la desaparición de este tipo de lenguas consideradas socialmente como "muertas".

"El Griego está más presente de lo que mucha gente puede llegar a creer y, por mucho que los jóvenes lo vayan olvidando, siempre habrá raíces del idioma, mitos, obras de arte, museos, monumentos", asegura.

Metodologías más dinámicas y participativas

En un afán por evitar la desaparición paulatina, los docentes han dejado atrás la idea de clases basadas en la memorística y la gramática. Mario Díaz apuesta desde hace más de 15 años por una metodología activa. El objetivo, según explica este profesor de griego, es que el alumnado se involucre de un modo más dinámico y participativo, enfocado en comprender y adquirir la lengua como en la enseñanza de idiomas modernos.

"El uso de las imágenes, de gestos y de otros recursos lingüísticos, como sinónimos, antónimos o paráfrasis, hace mucho más asequible el aprendizaje del vocabulario", subraya a RTVE.es.

Como ocurre con cualquier lengua, la expresión oral y escrita siempre resulta más complicada. Y más cuando se trata de una clásica, que poco se puede practicar en el día a día. "Suelo llevar algunos diálogos, para que los imiten y recreen. Por ejemplo, dos personas que se encuentran por primera vez e intentan conocerse o un diálogo en el ágora entre un vendedor y un comprador, introduciendo, además, aspectos culturales de la antigua Grecia".

Para la expresión escrita, este docente opta por diversos juegos, como al que llama φοβερὸς μῦθος, "historia terrible". "Divido al alumnado en grupos y les reparto cartas con vocabulario visto en clase. Con esos términos, deben crear una historia fantástica con corrección gramatical, obteniendo puntos según el uso adecuado de cada categoría".

Díaz recalca que España es todo un referente en esta metodología con docentes muy motivados. "Se cree que el alumnado no aprende lo suficiente o se piensa que es un simple juego. Son capaces de hacer exposiciones o redacciones en griego o en latín", reivindica.

El griego está más presente de lo que mucha gente puede llegar a creer

"Tenemos muchas armas para mantener el interés por el griego como olimpiadas, extraescolares o exposiciones", añade Diego Román Martínez, "aunque luego no encontramos el apoyo institucional para llevarlas a cabo".

Conocimiento más profundo de nuestra lengua

Desde pequeño, a Roman Romanov, antiguo alumno de Griego Antiguo, siempre le interesó la mitología y el arte griego. "El florecimiento fue a raíz de una profesora, quien tuvo la culpa de que yo decidiera estudiarlo. El griego te persigue a lo largo de tu vida", confiesa a RTVE.es. "Me parecía fascinante descubrir que podías descifrar esas letras extrañas, esa morfología y estructuras complejas, y que te transmitieran significados", rememora. Romanov lleva desde 2016 estudiándolo y se ha sacado una carrera en Traducción e Interpretación y un grado en Estudios Románicos.

El director de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC), Eugenio Román Luján, señala que la gran mayoría del vocabulario técnico que manejamos en español es de raíz griega. "Comprender el significado, por ejemplo, en el léxico médico o el científico, permite tener un conocimiento más profundo de nuestra propia lengua".

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Romanov recuerda que aprender Griego Clásico le ayudó también en las clases como Lengua y Literatura o inglés. "Te aporta ese bagaje cultural y ese perfil humanístico que permite ampliar tantas veces como desees tu conocimiento y horizontes", defiende.

Permite tener un conocimiento más profundo de nuestra propia lengua

El profesor Mario Díaz destaca que el aprendizaje de las lenguas clásicas podría ayudar a resolver problemas lingüísticos del alumnado actual. Casi a diario observan cómo muchos estudiantes desconocen el significado de numerosas palabras y cometen errores gramaticales por ignorar su origen.

"En ocasiones, me he encontrado con alumnos que desconocen el significado de palabras como 'hemeroteca' o 'efímero', y aún más de 'efeméride', todas derivadas del griego ἡμέρα ('día'). Incluso he visto escrito 'emeroteca' en algunas libretas, sin saber que en Griego antiguo la palabra original lleva una aspiración inicial, lo que justifica la 'h' en español", ejemplifica.

Devolver la dignidad a las Humanidades

Por mucho que el alumnado pueda estar interesado en la materia, si el instituto no la oferta, las ganas y la curiosidad se quedan en el cajón del olvido. Esta es una de las principales demandas desde entidades como la plataforma Escuela Con Clásicos, que ven cómo, año tras año, las lenguas clásicas, así como las humanidades, en general, van perdiendo peso en el currículo educativo.

En este sentido, Raúl Agüera Ayala, profesor en el Instituto cántabro Valle de Camargo, subraya que para eso es necesario volver a dar al Bachillerato de Humanidades "la dignidad que tuvo en años anteriores", donde el Griego y el Latín se impartan de manera obligatoria.

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Además, apuntan que quienes enseñen estas materias deben haber estudiado Filología Clásica. "Se están cubriendo sustituciones para impartir Griego por profesorado que ni siquiera sabe el alfabeto griego. Esto está sucediendo en algunas comunidades, donde la normativa es más laxa y permite otro tipo de titulaciones".

También demandan el estudio obligatorio, de al menos un año de los cuatro de Secundaria Obligatoria, de la asignatura de Cultura Clásica. "Todo el alumnado debería tener derecho a conocer al menos en un año de su vida los fundamentos de su lengua, su cultura, su literatura, su urbanismo, su derecho o de su arte. Y estas solo se encuentran en la civilización griega y romana", detalla.

Revalorizar en medio de un sistema productivista

En esta batalla, los docentes se enfrentan a una cultura centrada en la productividad y en lo que se considera útil. El director de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, Eugenio Ramón Luján, considera esencial reflexionar sobre este último tema. "¿Consideramos útil lo relacionado directamente con la producción económica o, por el contrario, un conocimiento más amplio que nos ayuda a reflexionar sobre cómo debe ser la sociedad, cómo debemos vivir las personas y qué elementos son esenciales para nuestra convivencia?".

Luján asegura que la formación impartida actualmente parece haberse reducido a "una adquisición exclusiva de conocimientos técnicos necesarios para ejercer una determinada profesión". Lo mismo opina Raúl Agüera Ayala, docente en Cantabria, que achaca la desvalorización de la materia como consecuencia del "capitalismo brutal en el que vivimos". "Los alumnos dicen mucho que algo no renta o que algo no cotiza. El sistema nos relega y la percepción social de nuestro trabajo es mejorable".

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Reconectar con nuestro pasado para entender mejor nuestro presente y futuro es lo que defienden tanto Claudia como Román, que ven en este tipo de materias la base de todo conocimiento actual. "Me sigo encontrando gente que critica que haya elegido estudiar 'lenguas muertas'. Lo consideran una pérdida de tiempo, ya que no ven un resultado tan inmediato", relata el joven. Claudia, aunque ha vivido situaciones similares, planea estudiar Filología Clásica en dos años. "Quiero divulgar todo lo que aprenda y sepa sobre ambos idiomas y culturas para que entiendan la importancia y el peso que conllevan en nuestra sociedad".

Ambos, así como los docentes consultados, miran con optimismo los años venideros. "A la gente le sigue interesando el pasado, lo vemos en el cine, los museos, los libros, la cultura en general, siempre existe esa curiosidad innata", señala Eugenio Ramón Luján. Y, de esta forma, la enseñanza del Griego Antiguo se convierte en una historia de altos y bajos, de momentos de esplendor y largos periodos de olvido, que hoy en día continúa reivindicándose.