Talgo ha reanudado su cotización en bolsa tras la suspensión cautelar ordenada este jueves por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La pausa, que ha entrado en vigor a las 8.00 de la mañana y ha terminado a las 13.15, se ha producido a la espera de que la siderúrgica vasca Sidenor detallara su oferta para hacerse con el 29,8% del capital que actualmente está en manos del fondo Trilantic. BBK, la Fundación Vital y el Gobierno vasco, a través del fondo Fikantuz, forman parte de la operación que puede alcanzar los 177 millones de euros.
La última propuesta del consorcio formado por Sidenor, BBK, Vital y el Gobierno vasco ha elevado el precio hasta los 4,15 euros por acción, más otros 0,65 euros si se cumplen ciertos objetivos financieros en 2027 y 2028. De alcanzarse, se pagarían 4,8 euros por título, de acuerdo con la información privilegiada difundida por la CNMV.
El mismo documento recuerda que la operación está sujeta a las autorizaciones de los organismos supervisores de la competencia (en España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), así como al control de inversiones extranjeras, que deberán resolverse antes del 15 de mayo.
El fondo Trilantic es el mayor accionista de Pegaso, sociedad formada junto a la familia Abelló y algunos miembros de la familia fundadora de Talgo, los Oriol. Y Pegaso, a su vez, posee la mayor parte de Talgo, un 40,2% del capital. Puesto que superan el 30%, la compra de las participaciones de Pegaso al completo obligarían a lanzar una opa por el 100% del capital, de acuerdo con la legislación española. Sin embargo, al adquirir solamente la parte de Trilantic esto no será necesario.
Las acciones de Talgo han cerrado este jueves con un descenso del 0,77% y se colocaron en los 3,88 euros, en una jornada en la que el consorcio liderado por Sidenor confirmó que está estudiando adquirir el 29,8% de Talgo, sin lanzar una opa, en una horquilla de entre 153 y 177 millones de euros.
Mejora la oferta inicial, pero se queda por debajo de la de Magyar Vagon
El pasado noviembre, Sidenor trasladó oficialmente su primera oferta a Trilantic. Dicha propuesta ya estaba por encima del valor de la acción de la empresa (en 3,38 euros por título), pero continuaba lejos de los 5 euros que ofreció la sociedad húngara Magyar Vagon por el 100% de la compañía, en una opa que finalmente vetó el Gobierno.
Con la oferta de Magyar, el fondo Trilantic —que lleva años intentando salir del capital de Talgo— habría ingresado 185 millones de euros por su participación, y supondría valorar el capital de la constructora de trenes española en casi 620 millones.
Esta última oferta se ha lanzado en paralelo a las de la compañía polaca Pesa y la de la india Jupiter Wagon, que de momento no han dado detalles de las cuantías.
Muestra de la "apuesta" del Gobierno central y vasco
La posible entrada de Sidenor en Talgo siempre ha contado con el respaldo de las instituciones vascas, que venían trabajando desde hace tiempo en facilitar la búsqueda de un socio industrial e incluso acompañarle. También el Ejecutivo central, a través del ministro de Transportes, Óscar Puente, ha seguido de cerca el desarrollo de la operación.
En este sentido, el vice lehendakari, Mikel Torres, aseguró este jueves que la última propuesta plasma la "apuesta" y el "fuerte compromiso" de ambas administraciones para que Talgo se quede "en manos estatales y, sobre todo, de un industrial vasco". "Es una empresa estratégica, no solamente para Euskadi por lo tractor que supone, sino también para el ámbito ferroviario", ha expresado en una entrevista en Radio Euskadi.
La semana pasada el presidente de Talgo, Carlos de Palacio Oriol, se reunió con el lehendakari, Imanol Pradales, quien ha reiterado su confianza en que el fabricante de trenes y Sidenor puedan alcanzar un acuerdo que garantice el futuro industrial de la compañía en Euskadi.
La mayor factoría de Talgo, de hecho, está Rivabellosa (Álava) y cuenta con cerca de 700 trabajadores, además de un entorno empresarial que trabaja para la firma. La otra planta se encuentra en Las Matas, en Madrid, con una plantilla de 500 empleados. En toda España, la compañía cuenta con cerca de 2.500 trabajadores directos.