El Ministerio del Interior está trabajando en la implementación de un sistema telemático para que las citas de asilo en Melilla puedan solicitarse a través de la web de la Policía Nacional. Según ha podido saber RTVE, la página podría estar operativa en las próximas semanas, aunque aún quedan por resolver cuestiones técnicas.
"Nos han avisado que el acceso al procedimiento de forma telemática se va a introducir, pero todavía no", señala Elena Muñoz, coordinadora del servicio jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Por su parte, la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, asegura que no dispone de más información al respecto.
En ciudades como Madrid, Barcelona o Tenerife, este sistema ya está implantado, aunque no exento de problemas. En 2023, la Policía Nacional desmanteló una red criminal que bloqueaba las citas mediante un bot informático para revenderlas a los solicitantes de asilo.
Melilla, la alternativa ante el colapso de citas en la península
En la Ciudad Autónoma, las solicitudes de asilo se tramitan presencialmente en la oficina de protección internacional de la frontera de Beni Enzar desde 2014, un procedimiento que sigue funcionando con normalidad. Sin embargo, en la península, "la solicitud telemática es más compleja", advierte Muñoz.
La falta de citas en la península ha generado un impacto en Melilla: migrantes latinoamericanos que entran a España por aeropuertos terminan viajando a la ciudad para iniciar allí su solicitud. "Las personas que vienen de la península es porque no están consiguiendo citas. En casi toda la península no es posible solicitarlas", explica la jurista.
En el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla residen actualmente unas 800 personas, rozando su capacidad máxima de un millar de plazas. Según la Delegación del Gobierno, alrededor del 60% de los residentes son de origen latinoamericano.

Viviana ha conseguido adelantar su cita de asilo en Melilla Yeray Rosa
Viviana y su familia son un ejemplo de esta tendencia. Ante la imposibilidad de conseguir una cita en la península, viajaron a Melilla para iniciar sus trámites de protección internacional. “Hace muy poco tiempo se nos cumplieron nuestros 90 días que tenemos el permiso de turismo y le damos gracias a Dios que alguien nos habló de este lugar para legalizarnos”, explica Viviana. Ellos vienen de Colombia, donde “el conflicto armado es bastante difícil [...] cuando ya llega a nuestra familia, a la puerta de la casa, pensamos en otra alternativa y España nos pareció la mejor opción para vivir”. Finalmente, en Melilla, lograron que les adelantaran la cita: “estamos felices porque nuestra cita era para el 20 de mayo y nos la adelantaron bastante [...] damos gracias porque ya estamos descontando nuestro tiempo de 31 días para poder salir y poder reconstruir nuestra vida”.
Largas esperas y falta de intérpretes para algunas nacionalidades
Mientras algunos solicitantes logran acelerar sus citas, otros llevan meses atrapados en un limbo burocrático. Adam (nombre ficticio), de Mali, espera desde septiembre que se agilicen sus trámites. “Están adelantando citas de otras personas que no son de Mali pero a los malienses no nos están adelantando las citas y llevamos esperando unos seis o siete meses”, denuncia en bambara, su lengua natal.
Adam (nombre ficticio) espera en el CETI desde hace meses su cita Yeray Rosa
Uno de los principales problemas que enfrentan migrantes como él es la falta de intérpretes de lenguas minoritarias, lo que retrasa el acceso al procedimiento de asilo. "En todo el sistema de asilo español hay dificultades para obtener intérpretes de ciertas lenguas minoritarias", explica Muñoz. Desde CEAR también recuerdan que “el derecho a intérpretes es un derecho fundamental para formalizar la solicitud de protección internacional, con todas las garantías, para que puedan explicar, en su idioma, por qué motivo está pidiendo asilo y es necesario tener un intérprete del idioma que habla la persona, no de otro”. Por eso, la abogada especializada en Derecho de Asilo, Extranjería y Derechos Humanos, sostiene que “es garantía intentar esperar a tener ese intérprete para poder formalizar” los trámites.
La delegada del Gobierno, Sabrina Moh, asegura que, en estos casos, se recurre a intérpretes telefónicos u otras vías para garantizar el servicio. El Ministerio del Interior mantiene acuerdos con la empresa SEPROTEC: uno cuyo objetivo es ofrecer un “servicio de interpretación y traducción para la Subdirección General de Protección Internacional (Oficina de Asilo y Refugio)”, por un valor de 1.854.066,64 euros; y otro para la “traducción de escuchas telefónicas y transcripción de cintas de audio u otros soportes grabados en idiomas distintos del castellano, en el marco de las actuaciones policiales, ámbito nacional”, con una cuantía de 9.885.041,1 euros, según recoge el BOE.
En la oficina de asilo de la frontera de Beni Enzar, el acceso a intérpretes de lenguas minoritarias, aunque no es suficiente, está garantizado. La situación es distinta en el CETI de Melilla donde solo hay traductores de español, árabe, francés e inglés. Para idiomas como soninké o bambara, no hay servicio ni presencial ni telefónico, a pesar de que estos sean idiomas hablados por colectivos con una fuerte presencia histórica en el centro. “Nuestro problema principal es la falta de intérpretes en el CETI y no podemos hablar allí [...] entonces nos hablan muchas veces en castellano o también nos hablan en francés y nosotros no hablamos francés y casi ni nadie habla español [...] ese es el problema que estamos teniendo actualmente en el centro”, asegura Adam.
Respuesta de la Subdirección General de Centros del Sistema de Acogida y Emergencias. RTVE
En respuesta a una queja planteada por residentes del CETI, en noviembre de 2024, la Subdirección General de Centros del Sistema de Acogida y Emergencias dejó claro que no ampliará el servicio de traducción. "No se puede disponer de traductores para cada uno de los más de 7.000 idiomas existentes en el mundo", respondió el organismo en una carta a la que ha tenido acceso RTVE. Mientras tanto, Adam y otros solicitantes de asilo siguen esperando con el objetivo de seguir formándose y conseguir un trabajo en el futuro.