Miles de personas se han congregado este domingo en varias ciudades de Francia para celebrar la victoria de la izquierda en las elecciones legislativas, una noticia inesperada que ha provocado abrazos, gritos de euforia e incluso lágrimas de alegría entre algunos votantes. En París, la capital, la simbólica plaza de la República se ha transformado en una fiesta multitudinaria.
Cánticos de "todos somos hijos de inmigrantes" o "todo el mundo detesta a Bardella" -en referencia a Jordan Bardella, el joven aspirante a primer ministro lepenista- han sobresalido por encima del bullicio festivo, de los tambores y del ruido de petardos y pirotecnia variada.
En apenas unos segundos, el tiempo que tardaron las televisiones en anunciar las primeras proyecciones al cierre de las urnas, los franceses de izquierda pasaron de la angustia y el miedo por un triunfo casi seguro de la extrema derecha, a una momentánea incredulidad que se transformó en euforia.
"¡De verdad, qué felicidad! (...) Un empujón enorme cuando la extrema derecha estaba a punto de lograrlo", ha contado a EFE aún incrédula Françoise, una militante desde hace más de dos décadas del Partido Socialista (PS) francés que este domingo ha acudido al centro cultural La Bellevilloise de París, donde la formación había citado a sus simpatizantes.
En algunas ciudades del país, las movilizaciones para celebrar la victoria de la izquierda han desembocado en enfrentamientos con las fuerzas del orden, como en Lyon, Rennes, Lille y Nantes, donde habían sido prohibidas, lo que ha provocado intervenciones policiales para desalojarlas con gases lacrimógenos. Según el diario Figaro, en la plaza de la República también se han producido conflictos muy violentos, llegando a incendiarse el mobiliario urbano y a lanzarse proyectiles.
Explosión de alegría en la plaza de la República
En la plaza de la República, foco habitual tanto de celebraciones como de protestas de la izquierda, la estatua que representa a la República francesa ha sido tomada por decenas de personas con banderas de Francia y de formaciones políticas, pero también otras como la de Palestina para recordar una crisis que no ha dejado de estar presente en la campaña.
"El frente antifascista ha ganado, eso es lo que ha pasado en Francia, en este país que se pensaba que quizás estábamos como Italia, quizás finalmente estamos como España", ha dicho en declaraciones a EFE la joven francesa Kenza, que acudió a la celebración popular en la plaza.
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A pocos metros, Juliette y Emmanuel también han celebrado que "los libros de historia no dirán que en 2024 el Frente Nacional (antiguo nombre del partido de Le Pen) es el primer partido en Francia, a pesar de los sondeos". "El pueblo, unido, jamás será vencido", han coreado ambos en español.
Con los 577 escaños de la Cámara ya asignados, el Nuevo Frente Popular (NFP) de socialistas, comunistas, ecologistas y la más radical La Francia Insumisa (LFI) ha quedado en primer lugar con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda, según los datos oficiales del Ministerio del Interior.