Cataluña ha decidido levantar la fase de emergencia en el sistema Ter Llobregat, que abastece a cerca de seis millones de personas del área metropolitana de Barcelona y parte de Girona.
Las precipitaciones de los últimos días han favorecido la situación de los embalses, que ahora se sitúan en el 25% de su capacidad. En respuesta, el Govern ha decidido flexibilizar las restricciones al uso del agua.
De vuelta a la excepcionalidad
La situación de emergencia en la que se encontraban alrededor de seis millones de personas, pasa ahora a una situación de excepcionalidad. Este hecho supone que la dotación diaria de agua por habitante vuelve a los 230 litros en lugar de los 200 litros como se encontraba hasta ahora.
Asimismo, los sectores de la agricultura, de la ganadería y la industria dispondrán de algo más de agua para sus diversos usos.
Según ha anunciado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que ha comparecido este martes junto el conseller de Acción Climática, David Mascort "el aumento de las reservas permite modificar a la baja las restricciones de los últimos tres meses, salir de la emergencia y levantar parte de las restricciones, aunque la sequía no ha terminado".
El conseller Mascort ha recordado no obstante que Cataluña vive la "peor sequía" de la que se tienen registros, y que ha llevado al Govern a tomar "decisiones no siempre fáciles" en los últimos tres años pero que éstas han servido para "superar mínimos históricos sin afectaciones" generalizadas". El conseller ha subrayado el esfuerzo del sector primario, que son los que más han sufrido estas restricciones por la falta de lluvias, según ha apuntado el representante del gobierno catalán.
La previsión es que, por las últimas luvias y el deshielo, los pantanos de este sistema sigan aumentado hasta alcanzar al final de esta semana los 160 hm3, según el conseller.
Mascort ha defendido que el Ter Llobregat regresa al escenario de excepcionalidad en el que estaba el verano pasado pero "más preparado", pues hace un año el 60% del agua del área metropolitana de Barcelona procedía de los pantanos y hoy en día es el 50%, por el incremento del agua regenerada.
Las piscinas comunitarias se podrán llenar
En la fase de excepcionalidad, como ocurrió el verano pasado, se pueden llenar las piscinas públicas y privadas que sean de uso comunitario, lo que incluye las de comunidades de vecinos, municipales, clubes deportivos, hoteles, cámpines y centros deportivos, pero no las unifamiliares.
Sigue prohibida la limpieza de calles y el riego de césped de jardines públicos y privados con agua potable; solo se puede hacer riego de supervivencia de árboles y plantas con la mínima cantidad de agua indispensable, mientras que no se pueden lavar coches fuera de establecimientos.
Sequía en Cataluña: ¿Han fallado las previsiones? - Escuchar ahora
El pantano de Darnius Boadella no cambia de fase
En el norte de Girona, el pantano de Darnius Boadella sigue siendo el más crítico de toda Cataluña y se mantiene en la fase II de emergencia; si bien las últimas lluvias han mejorado la situación, aún está al 16,34% de su capacidad.
En todo caso, Mascort ha confiado en que próximamente pueda pasar a fase I de emergencia esta zona del norte de la Costa Brava, en la que también se instalarán este verano 12 desalinizadoras móviles.
El conseller ha detallado que mantienen el proyecto de la desalinizadora flotante del Puerto de Barcelona, anunciada antes del frente de lluvias y que inicialmente debía empezar a funcionar en otoño.