Cuando ha terminado el plazo legal para la publicación de encuestas antes de las elecciones en Cataluña del próximo 12 de mayo, los sondeos auguran una victoria clara del PSC, que, pese a ser con diferencia la fuerza más votada, dependería de otros partidos para gobernar recurriendo a unas combinaciones con más dificultades políticas que aritméticas. La clave para que Salvador Illa llegue a la Generalitat pasa por conseguir socios, y la palabra decisiva la tendrían los partidos independentistas. El desenlace del enfrentamiento entre ERC y Junts se inclina por el partido de Carles Puigdemont, de nuevo candidato a 'president', que habría adelantado a los republicanos y estaría aumentando su distancia con estos, según el promedio de sondeos de DatosRTVE.
El PSC gana y crece, pero depende de otros para gobernar
Con un 28,6% de los votos, según el promedio que DatosRTVE elabora a partir de las encuestas publicadas por diferentes medios, el PSC de Salvador Illa volvería a ser el partido más votado, aunque, como ocurrió en las anteriores elecciones de 2021, no le valdría para hacerse con el Govern por sí mismo. En las últimas semanas, los socialistas, que pasarían de 33 a 40 escaños, han consolidado el impulso ascendente que tuvieron antes de las elecciones generales de 2023. No obstante, la candidatura que busca “pasar página” del 'procés' es la primera fuerza con claridad en todas las encuestas publicadas en el último año.
Junts (33 escaños y 20,8% de estimación de voto) y ERC (26 escaños y 17,5%), por su parte, se disputan el segundo puesto y, sobre todo, el liderazgo del independentismo en Cataluña con una proyección bien diferente en cada caso. Los de Puigdemont aumentarían su representación respecto a 2021, pero los republicanos perderían hasta siete escaños, según el promedio de encuestas.
La lista del líder de ERC y actual ‘president’, Pere Aragonès, se había mantenido en cabeza meses atrás, pero la posibilidad y posterior confirmación de la candidatura del expresidente Carles Puigdemont han propulsado a Junts hasta adelantar a su rival para convertirse a día de hoy en la primera opción para el electorado independentista, con una distancia que no ha parado de incrementarse desde que se convocaron las elecciones.
El PP aparece en cuarto lugar en prácticamente todas las encuestas, con el 9,3% de los votos según el promedio, con la candidatura de nuevo de Alejandro Fernández, captando prácticamente todo el voto que deja atrás Ciudadanos, de modo que los 'populares' catalanes mejorarían su representación de manera considerable, de tres escaños a 13. Vox, en cambio, empeora ligeramente su resultado: la candidatura de Ignacio Garriga obtendría alrededor del 7,3% de los votos y 10 diputados, uno menos de los que tiene actualmente.
En el espacio político de la izquierda, Comuns Sumar, la coalición entre Catalunya en Comú y la plataforma de Yolanda Díaz, apenas alcanzarían un 5,5% de los votos y 6 escaños, dos menos que en 2021. La nueva lista liderada por Jéssica Albiach acudirá a las urnas bajo la marca Comuns Sumar, tras una ruptura a nivel estatal entre Sumar y Podemos que ha acabado con el alejamiento definitivo entre los ‘comunes’ y Podem.
La CUP de Laia Estrada, por su parte, se quedaría en el 4,5% de los votos, que en escaños se traduciría en 5 diputados en el Parlament, frente a los nueve que tienen actualmente. Respecto a la última legislatura, Ciudadanos perdería sus seis representantes y caería del 5,6% de los votos a apenas un 0,8%.
Se ha consolidado también la posible entrada en el Parlament de Aliança Catalana, partido de extrema derecha que se presenta por primera vez en las elecciones catalanas y que en la actualidad gobierna en el Ayuntamiento de Ripoll, en Girona. Su estimación es del 3% de los votos y podría conseguir 2 escaños.
Fórmulas posibles para llegar a la Generalitat
Con el revulsivo electoral que ha supuesto la nueva irrupción de Carles Puigdemont, ERC ha perdido poder a la hora de configurar posibles fórmulas de gobierno, y aunque la aritmética muestra combinaciones que suman la mayoría absoluta, los vetos políticos se han encargado de descartarlas, al menos por el momento.
A seis días de las elecciones, con la foto fija y final que dejan las encuestas, no sería posible una mayoría suficiente de PSC y ERC, que se quedaría en 66 escaños, cuando son 68 los que marcan la mayoría absoluta en el Parlamento catalán. Salvador Illa debería verse reforzado por la coalición de Comuns Sumar (72 escaños entre los tres). La suma de PSC y Junts+ superaría holgadamente los 68 diputados (sumarían 73), pero esta formación rechaza apoyar un Ejecutivo socialista en la Generalitat.
Por otra parte, las fuerzas independentistas de Junts y ERC se quedarían con 59 escaños, y ni siquiera sumando a los anticapitalistas de la CUP o a Aliança Catalana alcanzarían los 68 escaños, lo que, de cumplirse, significaría que el independentismo perdería su actual mayoría absoluta en el Parlament (ahora suman 74 escaños).
Seis de cada diez escaños salen de Barcelona, y está infrarrepresentada
El 12 de mayo, 5,75 millones de catalanes elegirán a los 135 diputados que componen el Parlament de Cataluña y que se distribuyen mediante el sistema D’Hondt. La circunscripción electoral es la provincia, aunque el número de escaños que sale de cada una de las cuatro provincias catalanas, determinado por el estatuto de autonomía, está lejos de ser equitativo y tan siquiera proporcional a la población real.
Así, Barcelona elige a 85 de los 135 diputados, es decir, el 63% de los escaños totales, aunque contiene al 74% de la población con derecho a voto de toda Cataluña, por lo que, a pesar de su gran peso relativo, está infrarrepresentada.
Mientras, los 50 escaños restantes se distribuyen entre las otras tres provincias, de modo que a Tarragona le corresponden 18 escaños (el 10% del censo, el 13% de los escaños); Girona elige a 17 diputados (9% del censo, 12% de escaños) y Lleida es la provincia más sobrerrepresentada, porque de ella salen 15 diputados, el 11% del total, aunque está censado allí poco más del 5% de la población con derecho a voto. Esta distribución trata de mantener representatividad en todos los territorios y evitar que toda la influencia política gravite hacia una única provincia.
La barrera legal para poder optar a los escaños en cada circunscripción es del 3%, de modo que los partidos deben superar ese porcentaje de voto válido en la provincia para poder optar al reparto. En la práctica, en las tres provincias que menos escaños eligen, el porcentaje mínimo necesario para obtener el último escaño por medio de la fórmula D’Hondt, el conocido como umbral efectivo, es mayor.
Otro efecto de este sistema electoral es que el reducido tamaño de tres de las cuatro circunscripciones hace que el coste del escaño, es decir, el número de votos necesarios para conseguir un diputado, sea mucho menor en Lleida (poco más de 20.000 votos) que en Barcelona (más de 38.000). De esta manera, se ven primados los partidos que tradicionalmente tienen más votos en estas zonas menos pobladas.
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Sobre esta información
Para la elaboración de esta noticia, se ha realizado una media ponderada a partir de las encuestas recopiladas por Wikipedia.org de los siguientes medios y casas encuestadoras: 40dB, CIS, CIS (Logoslab), Celeste-Tel, Cluster17, DYM, Data10, ElectoPanel, Feedback, GAD3, GESOP, Hamalgama Métrica, IMOP, Ipsos, NC Report, Opinòmetre, Sigma Dos, Simple Lógica, SocioMétrica, Target Point y YouGov.
El promedio de los sondeos electorales que realiza DatosRTVE se calcula mediante una media ponderada de las encuestas de los últimos meses, en la que el peso de cada sondeo decae exponencialmente a medida que pasa el tiempo.