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'Las cinco banderas', el soldado privado de libertad durante diez años en la Guerra Civil y la II Guerra Mundial

  • El dibujante Pau cuenta la historia real de su abuelo, un joven republicano que participó en ambas contiendas

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JESÚS JIMÉNEZ (@VINETABOCADILLO)
9 min.

Entre 1936 y 1945 muchos republicanos combatieron en la Guerra Civil, tuvieron que exiliarse a Francia y acabaron luchando también en la II Guerra Mundial o sufriendo las consecuencias de la misma. Es el caso de Vicente Jiménez-Bravo, el abuelo del dibujante Pau Rodríguez Jiménez-Bravo (Palma de Mallorca, 1972), más conocido como Pau. Una sorprendente historia que ha decidido contar en cinco Volúmenes, uno por cada una de las banderas que privaron de libertad a su abuelo. Ya se ha publicado el primero, Liberté, égalité, fraternité (Escápula Cómics), En el que cuenta su infancia y juventud, sus vivencias en la Guerra Civil, su exilio a Francia y su internamiento en un campo de refugiados republicanos.

"Mi abuelo fue un joven más que se vio arrastrado por el huracán que sacudió Europa de 1936 a 1945 -Nos comenta Pau-. Pero su historia es más que interesante por muchos motivos. Al ser tan joven -acababa de cumplir diecisiete cuando el golpe de Estado-, y aficionado a las novelas de aventuras, vivió todos aquellos años como un inmenso viaje iniciático y una verdadera aventura más grande que cualquier ficción. Por otra parte, estuvo en el meollo de la guerra, al alistarse en una fuerza de choque, y luego compartió con cientos de miles de españoles una parte poco conocida de nuestra historia, pero también tuvo una serie de vivencias que son extraordinarias por poco comunes, y que nos sirven para entender mejor algunos momentos históricos. También era un gran narrador, y dejó escrita parte de su aventura".

"Las cinco banderas del título -añade el dibujante-, son las que marcaron su destino de una u otra forma, durante los diez años en que estuvo privado de libertad a causa de ellas. A veces como combatiente, a veces como prisionero, trabajador forzado, prófugo, mecánico, represaliado... No es que estuviera alistado en todos los ejércitos, sino que estuvo sometido a disciplina militar bajo cada una de ellas, de manera que no era dueño de su destino. Al menos en parte, como veremos, porque hay cosas que siempre son decisión propia".

Página de 'Las cinco banderas'

Dejó su experiencia por escrito

Fue cuando su abuelo murió, cuando Pau descubrió que su abuelo había dejado escrita su experiencia durante estos diez años: "Sí, sus memorias fueron el punto de partida de esta obra. Las que dejó escritas en tres cuadernos, y todo lo que nos contaba oralmente, que fue mucho. Ese es el tesoro que quiero compartir con los que no tuvieron tanta suerte, que son la mayoría, porque lo normal es que la gente no hablara. Por desgracia no lo escribió todo, o al menos no hemos encontrado más que tres cuadernos".

"Uno de los retos era conocer tan bien la parte no escrita como la escrita, y contarla con su estilo -continúa Pau-. Porque, aunque he estructurado el relato como mejor he creído, y he transformado descripciones, y algunas emociones y sentimientos en imágenes, las palabras que hay en el cómic son literalmente las suyas, tal como las escribió. Con sus modismos manchegos y sus expresiones de la época. Creo que eso le da un gran valor a la obra, es el testimonio real de alguien que lo vivió, y que además tenía un gran talento para transmitir. No hay que imaginar cómo se sentían en tal o cual situación, es que nos lo dice directamente. Y seguro que muchos se sorprenderán".

"Conservó también algunos documentos muy valiosos para iniciar la investigación necesaria para poder dibujar el cómic. Fotos, documentos de identidad, permisos, un mapa con su recorrido... a partir de fechas, sellos, lugares, etc, he podido ir contrastando su relato y buscando la documentación gráfica que necesitaba para convertir su escrito en algo gráfico, verosímil y fiel históricamente" -añade Pau-.

Página de 'Las cinco banderas'

"Mi abuelo era animoso, alegre y decidido"

Preguntamos a Pau cómo era su abuelo: "La verdad es que no necesito basarme en las memorias, porque le conocí muy bien. Era muy animoso y alegre, decidido. Un abuelo que "secuestraba" a sus nietos todo el verano para pasarlo juntos en la playa. Conocía a todo el mundo, era educado y cordial. Prefería enseñarnos a nadar y confiar en nosotros, que estar preocupado de vigilarnos todo el tiempo. Y era mucho más moderno que mis padres, nos dio una educación complementaria que me daba mucho que pensar, y predicaba con el ejemplo".

"No sé qué sueños podía tener antes de la guerra, pero la lección que trajo de vuelta era que lo más importante de la vida es la familia, y también los amigos. ¡Y que no falte comida!", añade el dibujante.

Viñetas y bocadillos - Pau 'Las cinco banderas 1: Liberté, egalité, fraternité' - 14./08/23 - escuchar ahora

Como vemos en la historia, empezó a combatir en la Guerra Civil con solo 17 años y con 19 ya era oficial. "Los ascensos durante la guerra eran rápidos en una fuerza de choque -nos comenta Pau-. Cuando muere el titular, hay que recurrir a los suplentes. Él empezó la guerra a los diecisiete recién cumplidos y sobrevivió a las principales batallas. A los diecinueve era un veterano curtido y había pasado por la Escuela Popular de Guerra. Aparte de que antes de la guerra ya le gustaba lo militar y conocía la instrucción, toques de corneta, etc, fue ascendiendo como comisario. Tenía estudios y facilidad de palabra, y era bueno para animar a la gente".

Pero... ¿Cómo le marcaron estos casi diez años de conflictos bélicos? "Le marcó completamente -asegura Pau-. Creo que lo curtió mucho, todo le parecía poca cosa después, nunca tenía problemas. Supongo que superó el shock post traumático en los años cuarenta, a base de leer y hablar con compañeros, y muchas pesadillas, pero la verdad es que cuando yo le conocí lo había superado, podía contar cualquier barbaridad de la guerra, incluidas las de su bando, y de hecho era su tema de conversación favorito".

Página de 'Las cinco banderas'

Los protagonistas son perros

Los que conozcan la obra de Pau ya sabrán que sus protagonistas suelen ser animales, concretamente perros (La Saga de Atlas & Axis, Curtiss Hill...). Le preguntamos si en esta historia divide a los protagonistas por razas o especies, como hizo Spiegelman en Maus, donde los judíos eran ratones, los alemanes gatos... "El protagonista es un perro porque son los animales que mejor conozco, y muchos lectores también. No atribuyo a cada nacionalidad una raza o especie, están un poco mezclados y conviviendo, como en la vida real. Con la excepción de los nazis, que serán Dobermans, pastores alemanes, Rottweilers... razas "superiores".

"Continúo una tradición un poco abandonada -añade el dibujante-, que remite directamente a los años de la guerra, los años 30, con la estética de las primeras películas de Disney, o también los libros de Calvo sobre la Segunda Guerra Mundial. Una estética adorable que puede servir para contar historias muy crueles, y lejos de ser incompatible, contribuye mucho a hacer más intensas las impresiones del lector. Estamos genéticamente diseñados para sentir ternura por los seres pequeños y cabezones con ojos grandes, cosa muy interesante para la supervivencia de las crías de cualquier especie.."

"Por otra parte -concluye-, es una decisión que ya he probado con éxito en otros cómics (La Saga de Atlas & Axis, Curtiss Hill...), es lo que mejor sé hacer, y lo que mejor le pega a esta obra. No la podría haber mejorado dibujando personas, o con estilo realista".

Página de 'Las cinco banderas'

Se ha documentado durante seis años

Para completar los diarios de su abuelo, Pau se ha documentado profusamente durante seis años: "Sí, lo estuve haciendo en paralelo mientras dibujaba otros cómics. Es el trabajo más difícil que he hecho nunca. Me lo pensé durante muchos años antes de decidirme, por la dificultad - a mí me parecía imposibilidad- de la documentación. Pero al nacer mi hija pequeña, que no conoció a mi abuelo, sentí la necesidad de hacerlo".

"No creo que para contar una historia sea siempre imprescindible tanta fidelidad, y que hay que saber parar -añade-. Pero en este caso, hacer un cómic inverosímil a partir de unas memorias y unos documentos tan extraordinarios era desperdiciar un material precioso. ¡Y desperdiciar muchos años de trabajo dibujando! Pienso que un cómic así, basado en hechos reales, que no esté bien documentado, es una oportunidad perdida. Y es no estar a su altura, sería como un desprecio, después de que él se tomara el trabajo de haberlo escrito." 

"Yo vi la oportunidad -continúa-, con la excusa de que es mi trabajo, de averiguar todo lo que me faltaba saber de la aventura de mi abuelo, de invertir muchísimo tiempo en eso, con la esperanza de obtener un retorno. Pensé que podía costarme diez veces más hacerlo, pero tener un impacto cien veces mayor. Creí que valía la pena. Además, no era ninguna pena, yo quería saber todo, y me lo paso muy bien documentándome". 

"Quería que, además de una gran historia de aventuras, fuera también como un documental para las familias de quienes vivieron aquello, y en general la gente interesada por ese momento histórico" -concluye-.

Página de 'Las cinco banderas'

"Francia recibió con miedo a los refugiados republicanos"

Sobre cómo recibió Francia a esos miles de refugiados republicados que cruzaron la frontera, Pau asegura que: "Creo que los recibió con miedo, y también con desprecio. Los campos como cinco kilómetros de playa rodeados de alambre de espinos por los tres lados que no daban al mar, para cien mil personas, y custodiados por soldados coloniales con ametralladoras, y a caballo con sables. No había nada para protegerse de la intemperie, ni agua ni comida. Solo arena. En febrero junto a los Pirineos".

Pau presentó el cómic en la reciente edición del Festival de Angulema, el más importante de Francia y de Europa: "En Angulema hicimos una avant-première, con una edición especial como catálogo de la exposición. La idea era presentarlo sobre todo a los libreros, y a cualquiera que pasase por allí, que era todo el mundo, porque el local estaba en plena arteria peatonal de la Meca del cómic. Pude hablar con mucha gente, y creo que ha despertado bastante interés en Francia, donde se publicará en marzo".

En cuanto a los siguientes tomos de la saga, Pau nos comenta: "El plan es hacer y publicar un libro cada año, a ser posible antes de Navidad. Vienen cuatro más. En el segundo cómic se declara la segunda guerra mundial, con lo que se moviliza a muchos hombres en Francia, y se decide usar a los refugiados españoles como mano de obra esclava. A mi abuelo lo enviaron a picar piedra en una cantera subterránea cerca de Poitiers. Allí trabajaban y dormían en el suelo mojado, con temperaturas muy bajas -como pude comprobar in situ-, salían al exterior solo los domingos, vigilados por soldados con ametralladoras para que no se acercaran a las vallas de alambre de espino". 

"Apare, tengo más proyectos, y voy escribiendo a ratos, pero voy a estar completamente centrado en este hasta que lo termine" -concluye Pau-. 

Portada de 'Las cinco banderas'

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