Al menos nueve países - Reino Unido, Italia, EE.UU., Canadá, Australia, Alemania, Países Bajos, Suiza y Finlandia -, han suspendido su financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) por las acusaciones de Israel a su personal de apoyar a Hamás en el ataque del 7 de octubre.
El grupo islamista palestino, sin embargo, ha negado las afirmaciones y asegura que se trata de una acusación "infundada" por parte de Israel, que también ha señalado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de alinearse con Hamás. "Condenamos enérgicamente la campaña de incitación lanzada por la entidad criminal sionista contra las instituciones internacionales que contribuyen al alivio de nuestro pueblo, que está siendo sometido al genocidio nazi", ha indicado Hamás en un comunicado.
Israel, por su parte, les ha agradecido la medida y pedido que más naciones "se unan". "Los vínculos de UNRWA con Hamás, la provisión de refugio a terroristas y la perpetuación de su gobierno son innegables. Los dirigentes de UNRWA deben ser destituidos e investigados exhaustivamente", ha indicado el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, a través de un comunicado.
El ataque del 7 de octubre de Hamás, con él comenzó el conflicto, acabó con la vida de 1.200 personas. Además, supuso el secuestro de otras 240 personas, de las cuales se calcula que 136 permanecen en la Franja.
La ANP rechaza la suspensión sin que haya concluido la investigación
Mientras, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna en algunas zonas de Cisjordania, ha mostrado su "asombro" y rechazo la suspensión, que considera clave para la supervivencia de los gazatíes, sin que haya concluido la investigación al respecto.
El viernes el secretario general de la ONU, António Guterres, ordenó una investigación que aclare la posible implicación de los miembros. La UNRWA anunció también el despido inmediato de varios miembros y el inicio de las pesquisas "para establecer la verdad" y "para proteger la capacidad de la agencia de prestar asistencia" en Gaza, donde el 85% de la población (1,9 millones de palestinos) está desplazada y viviendo una crisis humanitaria sin precedentes.
Con más de 30.000 empleados, la UNRWA es la mayor organización de Gaza al margen del Gobierno de la Franja, controlado de facto por Hamás desde 2007.
El jefe de la UNRWA, "conmocionado"
El jefe de la UNRWA ha dicho este sábado que la decisión de suspender la financiación "es chocante", y les insta a dar marcha atrás. "Estas decisiones amenazan nuestro trabajo humanitario en curso en toda la región, incluyendo y especialmente en la Franja de Gaza", ha dicho Philippe Lazzarini en un comunicado.
Según él, son nueve los países han suspendido provisionalmente la financiación de la UNRWA. "La vida de la gente de Gaza depende de este apoyo, igual que la estabilidad regional. Los palestinos en Gaza no necesitaban este castigo colectivo adicional. Esto nos mancha a todos", ha remachado Lazzarini.
El ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, le ha pedido a Lazzarini que dimita. "Señor Lazzarini, por favor, dimita", ha escrito Katz en su cuenta de la red social X, antes Twitter, respondiendo a una publicación del comisario en la que avisaba de las consecuencias de que se queden sin financiación.
Israel continúa con su ofensiva, pese al fallo de la CIJ
En el frente, el Ejército israelí continúa este sábado su ofensiva en Jan Yunis, al sur de la Franja, con operaciones militares en los abarrotados hospitales de la zona.
En las últimas 24 horas, los ataques han dejado más de 170 muertos en la Franja, pese al fallo de la Corte Internacional de Justicia de este viernes en el que ordenaba a Israel impedir un genocidio palestino y permitir la entrada de más ayuda al devastado enclave.
En Gaza, al menos 26.257 personas han muerto desde el inicio de la guerra y 64.797 han resultado heridas, según el Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por Hamás.