El rey británico Carlos III ha ingresado en un hospital de Londres para ser intervenido de un agrandamiento de la próstata, según ha informado en un comunicado el Palacio de Buckingham. De acuerdo con medios nacionales, el monarca ha comunicado estar "bien" tras la intervención.
El jefe de Estado había sido ingresado en el hospital privado London Clinic, misma clínica en la que su nuera, la princesa de Gales, Catalina, fue operada para someterse a un "tratamiento planificado", de acuerdo con el Palacio de Buckingham.
A principios de año, a Carlos se le diagnosticó una enfermedad benigna en la próstata después de experimentar síntomas relacionados con dicha glándula. Desde ese momento, decidió cancelar compromisos y anunció la semana pasada que se sometería a una cirugía "para animar a otros hombres" a realizarse revisiones de próstata.
En el mismo comunicado, el palacio ha señalado que el rey está "encantado de saber que su diagnóstico está teniendo un impacto positivo en la concienciación sobre la salud pública".
Salud en la familia real
Si bien es algo inusual que los miembros de la familia real británica revelen detalles sobre sus condiciones de salud, los comunicados sobre el estado de salud de Carlos III han sido vistos por los medios británicos como una forma de evitar especulaciones por cancelaciones de compromisos. De hecho, y siempre que han surgido, las historias sobre la salud de los miembros de la realeza británica han sido destacadas en los tabloides del Reino Unido.
Durante los últimos años de su reinado, los comentarios sobre la salud de la difunta reina Isabel II aumentaron debido a sus "problemas de movilidad" que limitaron sus apariciones públicas. Después de ascender al trono, y a sus 75 años, la atención se ha centrado en Carlos, que en la última semana ha copado portadas debido a la operación.