La Armada iraní ha anunciado este jueves la captura de un "petrolero estadounidense" en el mar de Omán, y Estados Unidos ha exigido su liberación inmediata y ha instado a Teherán a que frene todas aquellas actividades que "perturban" el comercio internacional.
A pesar de que la Armada iraní había comunicado que el buque capturado era un "petrolero estadounidense", el Departamento de Estado de EE.UU. ha afirmado que la embarcación St. Nikolas es de propiedad griega y navegaba con bandera de las Islas Marshall. Según la agencia estatal griega AMNA, el buque está tripulado por un total de 19 personas, una de nacionalidad griega y 18 filipinos.
"El Gobierno iraní debe liberar inmediatamente el barco y a su tripulación. Esta incautación ilegal de un buque comercial es el último ejemplo del comportamiento de Irán destinado a perturbar el comercio internacional", ha dicho el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, en una rueda de prensa.
Patel ha exhortado además a que Teherán cese este tipo de "provocaciones" porque "agregan incertidumbre al transporte marítimo" y suponen "una amenaza para la economía global".
Una respuesta a la incautación de petróleo iraní
La Armada iraní ha anunciado que ha sido una acción tomada como respuesta a la incautación de petróleo del país persa por parte de Estados Unidos el año pasado.
“La Armada de la República Islámica de Irán anunció la incautación de un petrolero estadounidense en aguas del mar de Omán por orden judicial”, ha informado la fuerza naval iraní en un breve comunicado difundido por la agencia Tasnim.
“El petrolero fue incautado por una orden judicial en respuesta al robo de petróleo iraní por parte de Estados Unidos en 2023”, han añadido los medios del país persa.
El breve anuncio se ha producido horas después de que la Marina Británica informase de que un buque fue abordado "por 4-5 personas armadas no autorizadas aproximadamente a las 3.30 GMT" en un incidente que ha sucedido a 50 millas al noreste de Sohar, en Omán.
Turquía, el destino del petrolero
Según AMNA, el barco había cargado en Basora, Irak, unas 145.000 toneladas de petróleo y tenía como destino final la ciudad de Aliaga (Turquía), ya que había sido fletado por la petrolera estatal turca Tupras.
Sin embargo, el buque ahora se está dirigiendo hacia el puerto iraní de Bandar-e-Jask, según un comunicado emitido por la empresa británica de seguridad marítima Ambrey Analytics.
Este incidente se produce en medio de fuertes tensiones en la zona, con un aumento de los ataques de los rebeldes hutíes del Yemen, aliados de Teherán, contra buques en el mar Rojo en represalia por la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza.