Después de más de tres años, la Unión Europea ha roto con el estancamiento en su política migratoria al lograr un acuerdo que cambiará de forma significativa la manera en la que el bloque comunitario procesa y acoge a los inmigrantes, gestiona la expulsión de los solicitantes de asilo rechazados y traslada a los inmigrantes a diferentes países miembros.
El acuerdo alcanzado por negociadores del Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión y que ha sido calificado como "histórico" por los líderes de la Unión Europea, pone fin a años de tensiones y se cierra solo seis meses antes de las elecciones europeas. Además, se consigue en un año en el que se han registrado más entradas irregulares de personas al bloque que en cualquier otro desde 2015 –desde la llamada crisis de los refugiados–, según la agencia fronteriza de la UE, Frontex.
En los últimos años, la cuestión de la migración se ha utilizado políticamente de manera creciente en Europa con el surgimiento de partidos nacionalistas antiinmigrantes en varios países del bloque, como en Suecia, Países Bajos o Italia.
La reforma incluye una investigación más rápida de las llegadas irregulares, la deportación acelerada de los solicitantes de asilo rechazados, la creación de centros de detención fronterizos y un mecanismo de solidaridad para aliviar la presión de los países que sufren mayores flujos de entrada.
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¿Qué es el pacto migratorio?
El Pacto sobre Migración y Asilo es un conjunto de normas y políticas cuyo objetivo es regular la entrada de personas procedentes de terceros países, así como crear un proceso "más justo, eficiente y sostenible" para el bloque comunitario, según explica en su página web la Comisión Europea.
Este pacto fue propuesto por la Comisión Europea en septiembre de 2020 y ha sido una de las prioridades de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que termina el 31 de diciembre.
El acuerdo todavía necesita ser aprobado formalmente por el Consejo Europeo, que representa a los 27 países miembros de la Unión Europea, y el Parlamento Europeo antes de que forme parte de la legislación del bloque.
¿Qué es el mecanismo solidario?
El nuevo acuerdo sobre gestión de asilo y la migración establece la solidaridad obligatoria con los países de la Unión Europea que se consideran que están bajo presión migratoria.
La reforma mantiene el principio existente según el cual la primera nación del bloque comunitario al que ingresa un solicitante de asilo es responsable de procesar su caso, pero para ayudar a los países que sufren un elevado número de llegadas, como es el caso de Grecia, España, Malta o Italia, se establece un mecanismo de solidaridad obligatorio.
La solución es este mecanismo de "solidaridad flexible" que obligará a los países miembros de la UE a responder ante un socio desbordado con la llegada de migrantes, ya sea pagando una compensación tasada por cada migrante que rechace o reubicando en su territorio aparte de esas personas que llegan.
El objetivo de este modelo de solidaridad a la carta es trasladar al menos a 30.000 migrantes al año, pero las naciones podrán pagar una multa de 20.000 euros o financiar medios o fondos por valor equivalente por cada traslado rechazado.
¿Qué significa el acuerdo para los solicitantes de asilo?
El pacto migratorio también plantea un filtrado de investigaciones de manera acelerada de los solicitantes de asilo para que aquellos que son rechazados puedan ser enviados rápidamente de vuelta a su país de origen o a otra nación.
Ese procedimiento, que requiere la creación de centros de detención fronterizos, se aplicaría a inmigrantes que lleguen de forma irregular de países cuyas solicitudes de asilo son rechazadas en más del 80% de los casos.
"Los solicitantes de asilo llegarán a los países europeos, donde pedirán protección y, mientras estén pendientes de la valoración de su petición de asilo, estarán detenidos”, explica a RTVE.es la experta en infancia migrante y refugiada de Save the Children, Jennifer Zuppiroli. "Estarán en condiciones de detención migratoria en los territorios fronterizos, con lo que eso además causa para aquellas provincias, islas, territorios que son puntos de entrada. Estarán detenidos ahí hasta que no se les proporcione una respuesta en materia de su petición de asilo”, detalla.
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Por su parte, la coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF) España, Raquel González, señala que se ha aprobado un "reglamento de crisis e instrumentalización”. "Hasta ahora se supone que, desde un punto de vista legal, había una firma por parte de los Veintisiete de que cuando había personas que huían de la guerra y de la violencia, personas que huían de los conflictos, si conseguían llegar a Europa, podían pedir una solicitud de asilo porque hay una Convención de Ginebra después de la Segunda Guerra Mundial que lo que dice es que las personas tienen derecho a huir de su país si su vida está en riesgo por conflicto, por violencia, etc.. Pueden pedir protección en otro Estado y si les dan asilo, se convierten en refugiados”, subraya.
"Lo que hace este pacto es decir: ‘Nosotros, como nos pueden llegar de repente olas y olas de posibles refugiados, es decir, gente que está saliendo de una guerra que puede ser Ucrania, Siria o Irak, decidimos si esto es un momento de crisis. En ese reglamento de crisis nos reservamos el derecho a anular el respeto a la Convención de Ginebra”, añade.
¿Por qué ha costado tanto alcanzar el acuerdo?
Los países de la UE han tardado más de tres años en alcanzar este acuerdo para la reforma del pacto sobre política migratoria. Entre los principales escollos que han retrasado el pacto estaban las salvaguardas para los colectivos más vulnerables, incluidos los menores no acompañados y sus familias, así como en los procedimientos acelerados en la frontera que incluirán deportaciones rápidas para aquellos cuya solicitud no sea aceptada y procedan de países considerados seguros.
Los Veintisiete también han tenido que resolver diferencias sobre el reglamento para el control previo de entrada con el que identificar más rápidamente a quienes no recibirán protección.
Además, dentro de los países del bloque comunitario, Polonia y Hungría han sido los que tradicionalmente han tenido más reservas a la hora de aceptar que haya un reparto de cuotas para acoger a quienes llegan en estos flujos migratorios.
¿Por qué las ONG critican el acuerdo?
Pese al optimismo expresado tanto por eurodiputados como por los gobiernos de los países de la Unión Europea, las organizaciones defensoras de derechos humanos y los grupos de defensa de los migrantes han advertido sobre las implicaciones del acuerdo para los migrantes y solicitantes de asilo que llegan a las fronteras de la UE.
Más de 50 organizaciones sin fines de lucro han avisado en una carta abierta de que el pacto migratorio permitiría a lo países detener de forma arbitraria a niños y expulsar a los inmigrantes a lo que el acuerdo llama "terceros países seguros".
La organización Save the Children se muestra preocupada y denuncia que el nuevo pacto puede facilitar la retención de niños en frontera y su permanencia en instalaciones policiales.
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"Hay muchas otras cuestiones que son muy preocupantes. Se han previsto muy pocas salvaguardas en general para los niños y para nosotros eso es inaceptable”, denuncia Zuppiroli. "No se ha logrado construir un mecanismo de corresponsabilidad entre los Estados miembros para las personas que llegan por vía marítima. No hay una solidaridad obligatoria”, recalca.
”Este pacto no es una solución a la crisis migratoria porque no detiene la violencia en las fronteras, no detiene este modelo de externalizar la gestión de fronteras, no está abordando condiciones de acogida seguras ni dignas para solicitar asilo, no va a respetar que las organizaciones humanitarias podamos dar asistencia humanitaria y no va a poner fin a las devoluciones en las fronteras arbitrarias ni a la detención de personas”, subraya González desde MSF.
zan el pacto migratorio y demandan vías legales y seguras