Casi 14.400 personas migrantes han llegado a España en el último mes. Es la cifra mensual más alta desde octubre de 2018, cuando se recibieron casi 11.000, y ya son más de 41.000 en lo que va de año, según datos de ACNUR. El goteo de llegadas no baja de 700 personas a la semana desde finales de mayo y, tras superar el total de migrantes recibidos el año pasado, se ha disparado en los últimos 15 días: 5.030 personas llegaron a nuestro país entre el 9 y el 14 de octubre y 4.368 la semana siguiente.
Salvo excepciones, Canarias ha asumido al menos la mitad de todas las llegadas de migrantes a España en los últimos seis meses y se encuentra en situación de emergencia migratoria tras el mes con más desembarcos desde que hay registros. Casi siete de cada diez migrantes que han llegado a nuestro país en 2023 lo han hecho por el archipiélago y el Gobierno autonómico ya ha avisado de que sus dispositivos de atención "empiezan a estar exhaustos". Las llegadas también han repuntado en las últimas semanas en Baleares, el Mediterráneo Oriental, Andalucía y Ceuta, según datos de la Agencia para los Refugiados de la ONU.
Un fenómeno cíclico que se ha disparado este año
El principal factor que explica el repunte de la llegada de migrantes a Canarias de las últimas semanas es la calma del mar en esta época del año, explica en Las Mañanas de RNE el jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo, Manuel Barroso. La buena mar propicia la salida de embarcaciones desde Senegal y Mauritania que terminan en El Hierro y el sur de Tenerife tras muchos días de navegación y hacinamiento.
Aunque Barroso considera que los medios permanentes y desplazados al archipiélago son suficientes, las cifras de octubre, que han llegado a triplicar las del mismo mes de 2022 en algunas semanas, han provocado la reacción del Gobierno central y el autonómico.
El ministro de Migraciones en funciones, José Luis Escrivá, se desplazó la semana pasada hasta El Hierro para comprobar "en primera línea" las dificultades en la atención a los migrantes y se han habilitado instalaciones provisionales en terrenos minitares de Madrid para acoger a algunas de estas personas. Desde Interior, Fernando Grande-Marlaska, viaja este lunes a Senegal para analizar el control de las rutas migratorias con las autoridades del país.
La Secretaría de Estado de Migraciones aprobó a mediados de octubre la situación de emergencia en Canarias. La decisión, que ya se aplicó para afrontar la llegada de refugiados por la guerra de Ucrania el año pasado, no requiere la aprobación del Consejo de Ministros y debería servir para agilizar la respuesta de las administraciones.
Por su parte, el Gobierno de Canarias busca soluciones para atender a los más de 4.000 menores migrantes no acompañados que tiene bajo su tutela. Su presidente, Fernando Clavijo, ha asegurado no estar satisfecho con la respuesta del Gobierno Central y ha anunciado que trasladará a Madrid un futuro proyecto de ley que propone su derivación obligatoria a otras comunidades autónomas.
Llegada de migrantes en el Mediterráneo
La crisis migratoria en Canarias es solo la vertiente española del repunte en distintos países del Mediterráneo, donde se han registrado más de 219.000 llegadas de migrantes hasta el pasado 22 de octubre. La gran mayoría de los desplazamientos se producen por mar y solo el 3% son por tierra. Por países, Grecia y España solo representan un 15 y un 19% de este fenómeno, respectivamente, mientras que Italia es el país que más migrantes recibe, al menos, desde 2014.
Italia ha recibido 140.856 personas migrantes en lo que va de año, y su Gobierno ha endurecido las políticas migratorias después de estar a punto de superar su récord de llegadas mensuales el pasado septiembre. La isla mediterránea de Sicilia, con más de 118.000 llegadas, es el principal punto de entrada al país transalpino, seguido de lejos por la región de Calabria, con más de 12.500.
Aunque la presión migratoria de España es apenas una cuarta parte de la que sufre Italia, los siguientes gráficos muestran una escalada sostenida desde el mes de mayo que ya ha aflojado en el resto de rutas. Por ejemplo, nuestro país lleva semanas por encima de los niveles de Grecia, que vivió su peor crisis migratoria en 2015 por la guerra en Siria.
La situación en el conjunto del Mediterráneo es tan preocupante que, coincidiendo con el décimo aniversario del trágico naufragio en Lampedusa, ACNUR ha avisado de que en 2023 se ha registrado el primer trimestre más mortífero desde 2017. A 29 de octubre, se habían contabilizado 2.562 personas fallecidas o desaparecidas en el Mediterráneo Central a lo largo del año, apunta la organización, para reclamar mayores esfuerzos encaminados a fortalecer la cooperación en las operaciones de búsqueda y rescate, así como para garantizar la asistencia humanitaria.