El gasto en vivienda, la inflación y el apoyo insufuciente a las familias con niños están lastrando la recuperación de los hogares: más de 12,3 millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social en España, un 26% de la población española, según datos del estudio "El estado de la Pobreza 2022" de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).
"El coste de la vivienda, la brecha de género y el apoyo insuficiente a las familias con menores se constituyen como elementos clave para la generación de pobreza en España", ha explicado el presidente de la red, Carlos Susías, en la presentación este martes de la investigación en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
En el caso de la vivienda, el estudio muestra que, en 2022, cuatro de cada cinco personas con un gasto elevado en vivienda estaban en situación de pobreza (79,1%) y el 34,9% residía en viviendas de alquiler, 20 puntos más que entre las personas que no se encuentran en situación de pobreza.
Más esfuerzo en vivienda entre las personas en situaión de pobreza
El gasto que dedicaron estas personas a la vivienda equivalía al 39,1% de los ingresos del hogar, un esfuerzo más de tres veces superior al que realizaron las personas que no se encontraban en situación de pobreza (12,5%).
El estudio destaca que las personas en situación de pobreza tienen menos acceso a la propiedad y, por tanto, alquilan más. A su vez, el alquiler, además de generar inseguridad, es mucho más caro que la hipoteca y consume una parte importante de los recursos disponibles.
Además, el 12,7% de la población en riesgo de pobreza reside en viviendas demasiado pequeñas para su tamaño familiar y casi una de cada tres personas en pobreza no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada (el 17,1%), el doble que el resto de la población.
Los retrasos de los pagos de facturas de suministros y de hipoteca o alquiler son casi cuatro veces mayores entre las personas pobres que en el resto de población (20,4%).
El estudio también recoge el incremento de personas que no pueden afrontar gastos imprevistos de un mínimo de 800 euros (son el 35,5%); también, las que tienen dificultades para llegar a fin de mes (47,8%), y las que no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días (el 5,4% de la población española).
Un tercio de los pobres tienen trabajo
Pese a que las medidas del escudo social implantadas en 2020, como los ERTE, consiguieron mantener fuera de la pobreza a 1,5 millones de personas, se acentúa el perfil de personas pobres con empleo.
De hecho, los autores del informe confirman una "tendencia" detectada en los últimos años: "que el empleo sin condiciones adecuadas no garantiza ingresos suficientes para salir de la pobreza", ya que una de cada tres personas en situación de pobreza mayor (32,9%) tiene un empleo remunerado, algo que achacan a "los bajos salarios y la precarización del mercado laboral desde 2008".
La investigación también muestra el aumento de las situaciones de pobreza en las personas con estudios medios o altos. Un total de 1,4 millones de personas con educación superior en España se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, el doble que en 2008 (674.000 personas), y es la más alta desde 2015. En concreto, el 42,9% en esta situación los ha finalizado y una de cada diez personas con educación superior está en riesgo de pobreza.
Más mujeres y menores en situación de pobreza
El informe identifica también la desigualdad de género como otro factor clave para la pobreza. En concreto, señala que el 27,2% de las mujeres está en riesgo de pobreza o exclusión frente al 24,8% de los hombres. De hecho, la tasa de riesgo de pobreza femenina es de un 21,1%, 1,3 puntos más que la de los hombres (19,8%), lo que supone medio millón de mujeres pobres más.
Expone, además, que las políticas de recuperación no llegan por igual a ambos sexos pues, según los datos del estudio, desde 2015, las políticas sociales han conseguido sacar de la pobreza a medio millón de hombres frente a 61.000 mujeres.
Además, una de las conclusiones "más preocupantes" para los autores de la investigación es la relativa a las familias con menores a cargo, que registran cifras más altas para todos los indicadores de pobreza y exclusión.
Así, en España, casi 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes están en riesgo de pobreza o exclusión social, un tercio del total (32,2%), un porcentaje que aumenta para las familias monoparentales (49,2%).
El escudo social
El análisis destaca "la enorme importancia que tiene la función redistribuidora de la Administración pública" para el sostenimiento de la calidad de vida del conjunto de la población: si no existieran transferencias públicas (incluidas pensiones) casi la mitad de la población española estaría en situación de pobreza.
De hecho, EAPN-ES recuerda que en el informe del pasado año indicaron que las medidas comprendidas en el llamado 'Escudo Social' evitaron que un millón y medio de personas cayese en situación de pobreza o exclusión.
"Se ha constatado que las políticas sociales son eficaces, pero hay que ser más ambiciosos y acompañarlas con políticas de justicia fiscal. Acabar con la pobreza es una decisión política y una cuestión de derechos", ha señalado, al respecto, el presidente de EAPN España y EAPN Europa, Carlos Susías.
Los investigadores destacan que el mero crecimiento económico no es suficiente para luchar contra la pobreza y la exclusión: se necesitarían 68 años de crecimiento ininterrumpido del PIB per cápita para acabar con la pobreza en España. España está aún lejos de la meta comprometida con la ONU de reducir la pobreza hasta el 11,1 % en 2030.
Por comunidades autónomas
En cuanto a las diferencias por comunidades autónomas, los autores constatan un año más "una división de España en dos mitades": las comunidades al norte de Madrid con las tasas más bajas de pobreza y las situadas al sur con cifras elevadas y muy por encima de la media nacional.
Las tasas más bajas si se compara en la tasa AROPE (estar en riesgo de pobreza, carencia material o baja intensidad del empleo) para 2022 las son de Navarra y País Vasco, con el 14,5 % y el 15,7 % respectivamente. Por otra parte, las más altas se registran en Extremadura y Canarias, con el 36,9% y el 36,2%, respectivamente.
Esa tasa de pobreza es 4,4 puntos porcentuales superior a la media UE y la quinta más alta de todos los países miembros. Por encima sólo están Rumanía, Bulgaria, Grecia y Estonia.
Mejores datos, pero insuficientes
No obstante, en términos generales, los autores del informe señalan que los indicadores de pobreza y exclusión social han experimentado una mejoría respecto a 2021.
Según se desprende de los datos, en 2022 había en España 12,3 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, el 26% de la población, 800.000 personas menos que el año anterior. También se ha reducido en unas 600.000 las personas que se encuentran en situación de pobreza severa.
Si bien, advierten de que estas cifras son "todavía extraordinariamente elevadas" pues 4,2 millones de personas sobreviven con ingresos inferiores a 560 euros al mes por unidad de consumo.
En cuanto a los datos de desigualdad, el estudio revela que ha disminuido hasta niveles de 2008, con una renta media por persona que registra el mayor incremento desde ese año y alcanza los 13.008 euros (738 euros más que en 2021).