Galicia no permitirá la venta y suministro de bebidas energéticas a personas menores de edad y las equiparará al alcohol. Esta es una de las medidas que traerá la Ley de Prevención de Adicciones en menores de Galicia, que se encuentra en los últimos trámites.
Una vez se apruebe, no se permitirá dirigir publicidad de este tipo de productos a la población infantil. Además, en los establecimientos de venta, las bebidas energéticas no podrán estar localizadas junto a los refrescos. "También ponemos el foco en la publicidad y patrocinios" de este tipo de productos, los cuales se limitarán según afirman desde la consellería de Sanidade.
Con esta nueva norma, según dicen desde la consellería, "la Xunta quiere ir más allá tomando medidas también para restringir el acceso de los menores a los cigarrillos electrónicos o a las bebidas energéticas". Además, promoverá la "tolerancia cero" con el botellón.
Así lo subrayó también el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en su discurso durante el Debate sobre el Estado de la Autonomía en la que fue su primera intervención como máximo mandatario autonómico.
La encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias -ESTUDES señala que un 40,4% del alumnado de 14 a 18 años en Galicia había consumido ese tipo de bebidas en el último mes con respecto a la publicación del estudio. Esta cifra supone casi 5 puntos menos que el registrado a nivel nacional -45,0%-.
En comparación con datos de 2018, en esta última medición se aprecia una extensión del consumo de casi 10 puntos -30,8% en la anterior-. La encuesta también pone de manifiesto que las bebidas energéticas tienen una prevalencia más alta entre los chicos. A nivel nacional estos suponen el 50,7% frente al 39% de las chicas que reconocen haber tomado ese tipo de bebidas -49,6 y 31,2% respectivamente en el caso de Galicia-.
La mezcla con alcohol, un "fenómeno creciente"
Por otro lado, según el informe anual del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones publicado por el Ministerio de Sanidad de 2022, el 16,1% de los jóvenes españoles mezcla de este tipo de bebidas con alcohol.
Tal y como explica a VerificaRTVE la doctora en Medicina Clínica y Salud Pública, Naomi Cano Ibáñez, mezclar bebidas energéticas y alcohol en la población joven es “un fenómeno creciente y perpetuado en la población” que revela "conductas adictivas”.
La doctora incide en que estas bebidas "son sustancias psicoestimulantes que recuerdan a los efectos estimulantes de la cocaína y a los efectos euforizantes del alcohol”. Asimismo, el especialista en nutrición médica, Rodrigo Fernández, también afirma a VerificaRTVE que estos productos conllevan “riesgo de adicción, como toda bebida ultraprocesada”.
Por su parte, la propia consellería de Sanidade subraya que el consumo de este tipo de bebidas en los adolescentes "puede provocar alteraciones del sueño, nerviosismo, irritabilidad y ansiedad, así como trastornos cardiovasculares".