Un garaje, dos estudiantes de la Universidad estadounidense de Stanford y un proyecto de buscador. Esos fueron los ingredientes principales que fraguaron la historia de Google, el gigante tecnológico que nació de la mano de Larry Page y Sergey Brin.
Tras varios años trabajando desde su dormitorio universitario en un motor de búsqueda llamado BackRub, cambiaron su nombre a Google y un 4 de septiembre de 1998, después de conseguir financiación, decidieron registrar la sociedad. Además, se mudaron a su primera oficina, un garaje en los suburbios de Menlo Park, California.
No fue hasta el 27 de ese mismo mes cuando lanzaron al público google.com, el buscador que hacía la competencia a otros como Altavista, pero que marcó la diferencia por su sencillez según la opinión del Ingeniero de Software y JavaScript, y también creador de contenido, Miguel Ángel Durán. En declaraciones a RTVE.es, opina que los buscadores que ya había eran “muy recargados” y que Google se diferenció por su simpleza y su calidad: “No es un sitio donde vas a buscar, es un sitio donde vas a encontrar”.
El mismo punto de vista tiene el director de innovación de Barrabés.BIZ, Enrique Coronas. Este experto en digitalización cree que “su algoritmo y sencillez de uso hizo que pudiera adoptar una posición dominante en el mercado”. También destaca “la experiencia de usuario” y “la velocidad de carga” como aspectos destacables de la herramienta.
“Su algoritmo y sencillez de uso hizo que pudiera adoptar una posición dominante en el mercado“
Para la directora de comunicación de Google para España y Portugal, Anaïs Pérez, el objetivo de la empresa siempre es hacer “más fácil la vida de las personas y las empresas”, y cree que “ese ha sido su secreto, pensar en el usuario primero”.
De un sencillo buscador a una gran compañía multidisciplinar
En los siguientes años a su creación, la compañía se expandió y comenzó a crecer en servicios y áreas. Llegó Gmail en 2004, después la compra de Android y Youtube, o Google Chrome y Google Fotos más tarde.
De ahí a todo un imperio como el actual, llamado Alphabet, en el que la empresa del buscador es la principal. Un gigante que finalizaba el segundo trimestre de 2023 con 74,6 mil millones de dólares de beneficios según datos de la propia compañía.
Pérez destaca como hito el lanzamiento de Google Imágenes, que surgió a raíz del mítico vestido de Versace que llevó Jennifer López a los Premios Grammy en el año 2000.
“Se convirtió en una tendencia de búsqueda, pero en ese momento los resultados del buscador eran solo links azules y la gente no podía saber fácilmente cómo era ese vestido. Así que eso inspiró la creación del producto”, dice a RTVE.es.
También destaca la búsqueda por voz “que supuso un avance enorme en cuanto a accesibilidad”, o Google Lens.
“La búsqueda por voz supuso un avance enorme en cuanto a accesibilidad“
Por su parte, Coronas cree que la aparición de Google Ads fue un éxito de la compañía, junto con “todo el desarrollo publicitario que apareció a partir de este momento”.
Aparte, considera muy positiva “la búsqueda semántica, la comprensión natural del lenguaje y la personalización de la experiencia de búsqueda y servicios”.
Para Durán, uno de los éxitos de Google fue el lanzamiento de PageRank, “en el que el algoritmo daba una puntuación a cada una de las páginas de internet, dependiendo de su calidad”.
Otro producto que pone en valor el programador es Instant Search, la característica por la que, cuando el usuario empezaba a escribir “ya te mostraba los resultados”, mejorando la experiencia de usuario y haciéndolo “todavía más inmediato”.
No obstante, la compañía también ha tenido algunos lanzamientos que no han sido tan exitosos. Ejemplos fueron Google Wave, una especie de red social colaborativa -que se frenó en 2010-, o Google Answers, un servicio que ponía en contacto a personas con dudas y a otras dispuestas a despejarlas a cambio de dinero.
La Inteligencia Artificial marca los pasos de Google
Un cuarto de siglo después de su aparición, Google no ha parado de renovarse, convirtiéndose en líder indiscutible de la industria tecnológica y, ahora, poniendo el foco en la Inteligencia Artificial.
En ella lleva ya un tiempo trabajando, tal y como dio buena cuenta el calificado como ‘padrino de la IA’, Geoffrey Hinton. Este dejó su trabajo en la compañía el pasado mes de mayo, alertando sobre los riesgos que puede tener la aplicación de esta tecnología en la sociedad.
Y es precisamente la Inteligencia Artificial la que destaca Anaïs Pérez para hablar no solo del presente y del futuro de la empresa, sino también de avances que ha tenido Google en su cuarto de siglo de vida.
Un ejemplo es “la utilización del aprendizaje automático, basado en redes neuronales, para mejorar la comprensión del habla cuando una persona utiliza la voz para buscar”. O, por ejemplo, Bard, que utiliza IA para “aplicaciones que estimulan la productividad, la creatividad y la curiosidad”.
Es decir, Google ya se mueve por esta nueva tecnología como pez en el agua y lo hace también de cara al mundo empresarial. Para Enrique Coronas, “la capacidad de las empresas de integrar la IA en sus propias plataformas abrirá un nuevo modelo de relación con el buscador”.
El buscador se enfrenta a un futuro competitivo
Aun así, no todo es certero en el presente y futuro de la herramienta más conocida de internet, ya que surgen dudas sobre cómo va a aplicar el buscador la IA a su propia plataforma.
Miguel Ángel Durán dice que, aunque Google puede tener “la ventaja de la experiencia” gracias a su gran cantidad de datos, se tiene que ver la forma en la que el buscador no arrebate tráfico a las propias páginas web.
Además, su posición privilegiada se puede ver amenazada por “la irrupción de ChatGPT y de Bing de Microsoft”. Pese a que este último “nunca ha sido capaz de hacerle muchas cosquillas a Google”, con ChatGPT “ha tenido un crecimiento exponencial espectacular”.
Lo cierto es que la compañía se enfrenta a una alta competencia de otros buscadores, como Neeva, que pretenden desbancar al gigante tecnológico a través del refuerzo de la privacidad de los usuarios –algo que ha sido cuestionado en ciertos momentos en el caso de Google-.
Y no es solo la utilización de los datos el único aspecto comprometido de la empresa. Esta cuenta con múltiples expedientes abiertos y multas millonarias de organismos y entidades públicas por prácticas anticompetitivas o por geolocalizar a usuarios en contra de su voluntad.
Es por ello que las instituciones siguen los movimientos de Google -y de otras grandes tecnológicas-, con lupa. De hecho, la compañía afronta en EE.UU. el primer gran juicio antimonopolio de la era de internet. Además, Bruselas obligará también a la empresa del buscador, -y a otras como Apple o Microsoft- a cumplir con la legislación que le impone la Comisión Europea.
Todo ello en un año, 2023, que no comenzaba muy bien para muchos de sus trabajadores, ya que en enero Alphabet anunciaba anuncia el despido de 12.000 empleados en todo el mundo, siendo este el 6% de su plantilla.
Luces y sombras en un horizonte abierto para “uno de los viajes más asombrosos en el mundo de la tecnología”, según Durán, “que ha cambiado la forma en que las personas se comunican, trabajan, compran, se divierten y obtienen información”, opina Coronas.