La migraña es la tercera enfermedad más frecuente en todo el mundo, y en España constituye la primera causa de discapacidad entre los adultos menores de 50 años. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), afecta a más de 5 millones de españoles, aunque un 40% de los casos está sin diagnosticar, y apenas un 17% de los pacientes utiliza la medicación adecuada para el tratamiento sintomático de las crisis. Con el objetivo de concienciar a la población sobre el impacto de esta patología, este 12 de septiembre se celebra el Día Internacional del Acción contra la Migraña.
Una de las principales consecuencias de esta falta de diagnóstico es que son muchos los pacientes los que o se automedican o no están accediendo a los tratamientos adecuados. Según datos del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, en España, menos del 14% de los pacientes que requieren tratamiento preventivo lo están recibiendo. Además, más del 50% de las personas que padecen migraña se automedica con analgésicos sin receta.
Aunque son muchos los factores que podrían explicar este vacío diagnóstico, los especialistas destacan el fuerte componente genético de la enfermedad, lo que hace que muchos pacientes tengan antecedentes familiares, por lo que asumen que tienen el mismo dolor de cabeza que su madre, su padre o alguno de sus hermanos; y no buscan asistencia terapéutica.
Además, no existe ninguna prueba analítica o de imagen para diagnosticar una migraña, por lo que los criterios se basan exclusivamente en una serie de síntomas clínicos, lo que retrasa un diagnóstico que "en realidad es muy fácil, ya que los pacientes habitualmente cumplen unos criterios clínicos de forma estricta, pero el problema es que los profesionales médicos muchas veces no conocen en detalle estos criterios diagnósticos", denuncian desde la SEN.
Deterioro de la calidad de vida
La migraña se manifiesta con episodios recurrentes de dolor de cabeza moderados o graves, que suelen acompañarse de náuseas, vómitos e intolerancia a la luz y al ruido. Estos síntomas provocan que la enfermedad tenga un impacto muy alto en la calidad de vida de las personas que la padecen, hasta el punto de convertirse en incapacitante. Casi la mitad de los pacientes con migraña presentan una discapacidad grave o muy grave que les impide desenvolverse con normalidad en su entorno personal y profesional.
“La migraña es mucho más que un simple dolor de cabeza", asegura el doctor Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, quien añade que “las crisis de migraña son de gran intensidad, muy discapacitantes e impiden que el paciente pueda hacer vida normal". Según explica este neurólogo, dependiendo de la frecuencia en la que aparezcan estos episodios de dolor de cabeza, la discapacidad será mayor, por lo que las personas con migraña crónica, denominada así cuando se sufre dolor más de 15 días al mes, son las que suelen experimentar un mayor grado de discapacidad.
En España hay más 1,5 millones de personas que sufren esta enfermedad en su forma crónica, mientras que casi 5 millones padecen cefaleas de manera frecuente, habitualmente entre una y tres cada mes.
Mayor incidencia en mujeres
Aunque es una enfermedad que puede debutar en todo tipo de personas, y a cualquier edad, aproximadamente un 80% de los casos corresponde a mujeres en edades comprendidas entre los 20 y los 50 años. Una mayor incidencia que también se da en otras etapas de la vida, por ejemplo, un 9% de las niñas europeas padecen migraña frente al 5% de los niños.
Cada año se podrían diagnosticar más de 180.000 nuevos casos de migraña en España, aunque el número de diagnósticos es mucho menor. Por este motivo, desde la SEN se insiste en recordar a los pacientes que cuando el dolor de cabeza sea frecuente, comience a afectar a su calidad de vida o genere discapacidad, es fundamental buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento que ayude a controlar los síntomas.
"La migraña es una enfermedad infradiagnosticada, a pesar de que algunas personas pueden experimentar un dolor tan intenso y discapacitante que les impide llevar a cabo sus actividades diarias normales, que esta enfermedad puede afectar negativamente a la productividad y al rendimiento académico y que, por lo general, suele tener un impacto significativo en la salud emocional y mental de las personas, causando estrés, ansiedad o depresión", señala Irimia.
Este especialista también recuerda que el tratamiento debe ser individualizado, ya que no todas las terapias funcionan de igual forma en los pacientes y su abordaje dependerá de la gravedad de los síntomas, la frecuencia de los ataques, así como de otros factores relacionados con la salud.
Afortunadamente, en los últimos años se han producido grandes avances en el terreno terapéutico que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de estos pacientes crónicos. “Existen novedades en el campo de los denominados fármacos preventivos (para reducir la frecuencia de crisis de migraña), con el uso cada vez más frecuente de anticuerpos monoclonales anti-CGRP, específicos para esta enfermedad, y la llegada de los gepantes. Además, pronto estarán disponibles nuevos fármacos para el tratamiento de las crisis de dolor como los gepantes y ditanes", agrega el coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, quien recomienda los tratamientos preventivos para aquellas personas que tienen más de tres crisis de migraña al mes.