El progresista Bernardo Arévalo se convertirá en enero en presidente de Guatemala. Ha ganado las elecciones del pasado domingo con una cifra récord de votos en el país, a pesar del intento de la Fiscalía de inhabilitar su partido.
"Este ha sido un pueblo que durante los últimos 20 a 30 años ha sido defraudado una y otra vez por esa clase política corrupta que se ha dedicado a asaltar las instituciones del estado", explica Arévalo a TVE.
Él, en unos meses ha pasado de ser casi un desconocido a convertirse en presidente electo del país centroamericano. Su firme discurso contra la corrupción y la política tradicional, ha generado una ilusión olvidada en el país durante décadas pese a la campaña complicada que ha vivido.
Una campaña complicada
Mientras la Fiscalía intentaba apartarle del proceso electoral, sus votantes se multiplicaban casi por cuatro en tan solo dos meses.
"Lo que hicieron es hacer evidente la desesperación de este sistema político corrupto porque sentían que perdieron el control", explica el mandatario al ser preguntado por los intentos de la Fiscalía de suspender su partido, el Grupo Semilla.
Intentos que la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, máximo tribunal del país centroamericano, dejó sin efecto.
Tira y afloja con la Fiscalía
Aun así, en dos meses concluye formalmente el proceso electoral, y entonces la Fiscalía podría solicitar de nuevo la cancelación de su partido.
"Nosotros estamos manejando una serie de recursos legales para lograr que se cese una acción del ministerio público que es flagrantemente ilegal", ha explicado Arévalo.
De conseguirlo, el próximo 14 de enero Bernardo Arévalo se convertirá formalmente en el presidente del país.