La sonda rusa Luna-25, cuya misión era ser la primera nave espacial en alunizar en el Polo Sur del satélite terrestre, se ha salido de control y se ha estrellado contra la superficie lunar, tal y como ha informado este domingo la agencia espacial rusa Roscosmos. De este modo, la primera misión lunar de Rusia en 47 años ha resultado fallida después de que la agencia haya perdido el contacto con la nave justo después de detectarse un problema que causó que el aparato se desviara de la órbita previa al aterrizaje.
"El aparato se movió en una órbita impredecible y desapareció como resultado de una colisión con la superficie del Luna", ha apuntado Roscosmos en un comunicado. Según los resultados del análisis preliminar, el motivo del accidente fue "la desviación de los parámetros reales de impulso" calculados con anterioridad.
Roscosmos ha reconocido que había perdido contacto con la nave este sábado a las 14.57 hora local (11.57 GMT) y los intentos de reanudar entre esa jornada y este domingo habían fracasado. La agencia, que este sábado ya había informado sobre "una situación de emergencia" cuando los motores impulsaron a la Luna-25 hacia la órbita previa al alunizaje, ha adelantado que creará una comisión especial para esclarecer las causas del siniestro.
Cabe recordar que esta sonda entró este miércoles en la órbita lunar después de cinco días y casi diez horas de travesía. La sonda, que despegó el 11 de agosto del cosmódromo Vostochni -Lejano Oriente ruso-, había tardado 5 días, 9 horas y 53 minutos en alcanzar su destino. De hecho, Roscosmos informó de que los sistemas de la nave funcionaban con normalidad y envió a la Tierra imágenes de la superficie lunar y detectó el impacto de un micrometeorito, entre otros fenómenos. La nave Luna-25, según funcionarios rusos, tenía previsto realizar un aterrizaje suave en el polo sur de la luna el próximo 21 de agosto.
Reflejo del declive del poder espacial ruso
La Luna-25 era heredera de la soviética Luna-24, la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976, y también esperaba encontrar en el satélite terrestre agua en forma de hielo. Una nave soviética, la Luna-2, ya fue la primera en posarse sobre dicho satélite en 1959, proeza que Estados Unidos emuló años después con su programa Ranger.
El fracaso de esta misión espacial deja en evidencia el declive del poder espacial de Rusia si se compara con tiempos de la Guerra Fría, cuando Moscú fue el primero en lanzar un satélite en 1951 que orbitara en la Tierra, el conocido Sputnik 1, y cuando el astronauta Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en viajar al espacio en 1961.
Rusia no llevaba a cabo una misión lunar desde 1976, cuando Leonid Brezhnev gobernaba el Kremlin. De hecho, el país ha estado compitiendo con India, que tiene una nave, la Chandrayaan-3, programada para aterrizar en el polo sur de la luna esta semana. Asimismo, el Kremlin también busca mantener su rivalidad contra China y Estados Unidos, que también tienen ambiciones lunares ya avanzadas.