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La batalla por controlar la Mesa del Congreso: primer duelo entre las mayorías parlamentarias tras el 23J

  • El PSOE quiere mantener la Presidencia del Congreso y busca los apoyos, que podrían ser preludio de la investidura

  • El PP se reivindica como vencedor del 23J y busca un giro del PNV para ostentar la mayoría de la Mesa del Congreso

MARÍA MENÉNDEZ
7 min.

En una semana se librará la primera batalla crucial de la decimoquinta legislatura y los movimientos se intensifican entre las formaciones políticas llamadas a elegir al presidente o presidenta del Congreso y los demás puestos de la Mesa de la Cámara Baja, un total de nueve.

El próximo 17 de agosto tanto PP como PSOE medirán su fuerza parlamentaria, esto es, los apoyos que suman y ya en el resultado de esta primera votación se podrán ver o intuir los juegos de las mayorías en un Congreso de los Diputados menos fragmentado que la pasada legislatura- ha pasado de 16 fuerzas con representación a once- y con dos bloques ajustadísimos. Cada voto a favor o en contra va a ser crucial.

Los 350 diputados elegidos en las elecciones generales del pasado 23J decidirán con su voto la Presidencia del Congreso junto con las cuatro Vicepresidencias y las cuatro Secretarías. Ostentar la mayoría de esa Mesa- solo el hecho de estar o no en ella- es más que clave para la legislatura que arranca y el devenir de la vida parlamentaria.

En esta primera batalla el presidente en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ya pondrá a prueba el pacto que pretende para mantenerse en La Moncloa. Así, un acuerdo de PSOE con Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG posibilitaría una mayoría en la Mesa del Congreso: cinco de los nueve puestos del órgano. Todos esos grupos sumarían un bloque de 178 escaños.

Cierto es que conseguir esa suma para la constitución de la Mesa del Congreso no supone cerrarla para una posible investidura, pero sería un paso importante en el camino que Sánchez quiere emprender. Con el acto del 17 de agosto se pone en marcha la legislatura y se constituyen las Cortes y a partir de ahí, ya sí, empezará la batalla clave de la negociación para hacer presidente al ganador de las elecciones, Alberto Núñez Feijóo, o al candidato que consiga más apoyo parlamentario y ese sería Pedro Sánchez.

Los independentistas y nacionalistas, claves para la mayoría de la Mesa

ERC ya ha avanzado que ahora mismo las negociaciones con el PSOE se centran precisamente en los puestos de la Mesa del Congreso y asegura que o bien el independentismo catalán o vasco o bien el PNV tendrán un puesto en esa futura Mesa.

Los republicanos afirman además que el PSOE está dispuesto a posibilitar que ERC y Junts tengan grupo propio en el Congreso, lo que consideran un "gesto de buena voluntad" para empezar a hablar.

Por su parte, el PP lo tiene más complicado para armar esta primera mayoría parlamentaria y solo podría sumar los votos de Vox, UPN y CC, que se abre a negociar con los 'populares'.

Parece sencillo que Vox apoye al presidente o presidenta del Congreso que designen los 'populares' toda vez que ya ha dicho que está dispuesto a no ser obstáculo para investir a Feijóo.

Pero estos cuatro partidos que forman el bloque conservador suman 172, cifra insuficiente para una mayoría en la Mesa del Congreso de los Diputados.

El PP se aferra a una negociación con el PNV, que ya ha dicho 'no' a una posible investidura de Alberto Núñez Feijóo y 'no' a un pacto con el PP para los puestos de la Cámara. Desde Génova estaban dispuestos también a darles cabida en la Mesa para lograr su apoyo.

El vicepresidente de Acción Política y eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, ha defendido que su partido tiene que tener algún puesto en la Mesa del Congreso la próxima legislatura argumentando que es el tercer partido de la Cámara. "Vamos a hacer lo posible para que eso suceda", ha subrayado Buxadé este martes en una entrevista en Cadena Cope.

¿Cómo se elige al presidente o presidenta del Congreso?

En un Congreso más que acostumbrado a una muy compleja aritmética parlamentaria y a votaciones de infarto en las que un error puede decantar la balanza hacia un lado u otro, se vivirá esta primera votación para elegir la Presidencia, bien por mayoría absoluta en primera votación o por más 'síes' que 'noes' en una segunda vuelta.

Para mayor tensión, estas votaciones son secretas y se realizan introduciendo la papeleta con el nombre del presidente o presidenta elegido en la urna, según el procedimiento del artículo 37 del Reglamento de la Cámara. Los diputados serán llamados uno a uno.

De momento los partidos guardan los nombres de sus candidatos. Este mismo martes, el PSOE ya ha dicho que la que ha sido presidenta del Congreso durante la pasada legislatura, Meritxell Batet, y cabeza de lista del PSC en las elecciones no repetirá como candidata.

El PP tampoco ha desvelado en quien piensa para presidir el Congreso.

De igual manera, se elegirá después las cuatro Vicepresidencias y las cuatro Secretarías. Cada diputado escribirá un solo nombre y resultarán elegidos, por orden, los que más votos reciban. De este modo, el primero ocupará la Vicepresidencia Primera, y así sucesivamente.

Con el mismo sistema se eligen las cuatro Secretarías. Si se produjera un empate, se celebrarán sucesivas votaciones entre los candidatos igualados en votos hasta que quede dirimido.

¿Por qué es importante la Mesa del Congreso y qué decide?

Más allá de que el presidente o presidenta de la Cámara Baja es la tercera autoridad del Estado tras el rey y el presidente del Gobierno, partidos como ERC y Junts tendrían un trato más benévolo con una mayoría progresista. Ninguno de los dos cumple con los requisitos para ostentar grupo propio- alcanzar el 15% de los votos en cada una de las circunscripciones en las que se presentaba- y la Mesa puede ser más laxa o no a la hora de interpretar el Reglamento. Ya hay precedentes en el Congreso en este sentido.

Tanto para ERC como para Junts es clave tener grupo propio por la independencia que ello da en la vida parlamentaria. De no conseguirlo, ambos deberán, entre otras cuestiones, repartir sus tiempos de intervención en los plenos y repartir el presupuesto asignado. Cada formación quiere su protagonismo propio y gestionar sus recursos.

La Mesa del Congreso toma decisiones con respecto a las diferentes comisiones y tiene control sobre la tramitación de las leyes, además de manejar el presupuesto de la Cámara.

Tramita también los suplicatorios del Tribunal Supremo para investigar a diputados y decide los tiempos de tramitación de leyes, la urgencia o no de las mismas.

Es clave, por tanto, que sobre esta Mesa tenga el control el PP o el PSOE. Nunca se ha dado la situación en la que el partido que gobierna en el país no tenga el control sobre el Congreso, salvo cuando Sánchez se convirtió presidente tras una inédita moción de censura. Esa coyuntura tras el 23J haría más que complicada la legislatura.

Una vez constituidas las Cámaras la semana que viene, ya sí, comenzará la batalla crucial: la de la investidura.

Y en ese sentido, desde el 23J, los movimientos están siendo discretos. El PP reivindica cada día su derecho a gobernar como vencedor de los comicios y a tratar de articular una mayoría parlamentaria que le permita a Feijóo llegar a La Moncloa, y el PSOE se agarra a una mayor posibilidad de fraguar una suma en el Congreso- lo que sería de nuevo la mayoría de la investidura- para mantener a Sánchez como presidente.

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