menú principal Noticias
Entrevista en TVE

Mijailo Podoliak, asesor de Zelenski: "Ucrania ya es miembro de la OTAN porque tenemos armas, formación y consultas"

  • Considerado el 'número tres' del gobierno de Ucrania, es el asesor de la oficina del Presidente de Crisis Política Interior y Guerra

  • Asegura que Kiev está ganando la guerra porque "tiene la iniciativa en el campo de batalla y en el de la información"

  • Guerra entre Rusia y Ucrania, en directo

Mijailo Podoliak, asesor de Zelenski: "Ucrania ya es miembro de la OTAN porque tenemos armas, formación y consultas"
VÍCTOR GARCÍA GUERRERO (Enviado especial a Ucrania)
Tiempo de lectura 10 min.

Mijailo Podoliak es considerado el número tres del gobierno de Ucrania y, oficialmente, ocupa el cargo de asesor de la oficina del Presidente de Crisis Política Interior y Guerra. Recibe a un equipo de RTVE en el Palacio Presidencial en Kiev, donde apenas ha salido de sus oficinas en estos más de 500 días de conflicto.

PREGUNTA: ¿Está Ucrania ganando la guerra?

RESPUESTA: Sin duda. Ucrania tiene la iniciativa en el campo de batalla y en el de la información. Rusia no ha cumplido ninguno de los objetivos que se había fijado al inicio y hoy es evidente que Rusia no va a ganar. Desafortunadamente, es una guerra grande, en España puede que no entiendan la escala.Tenemos una línea de frente de 1.800 kilómetros y Rusia mantiene a más de 300.000 soldados, pero poco a poco Ucrania va recuperando todo el territorio, junto con el que perdió en el año 2014.

Informe Semanal - Ucrania, el precio de la victoria

P: Hemos visto que hay un avance lento de la contraofensiva, como ha reconocido el propio presidente Zelenski. Hasta el ministro de Defensa ha dicho que lo más importante de la contraofensiva está por llegar. ¿No ve contradicción con los anuncios que se hacían antes de lanzar el ataque?

R: No hay contradicciones en absoluto, porque hoy todavía estamos en la primera fase. Soy optimista. Lo que sucede es que una guerra de este tipo no se puede ganar en un par de días. Tenemos un trabajo enorme por hacer y ahora nos toca esta gran contraofensiva.

En esta fase de la operación estamos probando las defensas rusas, para saber dónde son más potentes y cuáles son sus puntos más débiles. También estamos intensificando los ataques contra su logística y aumentando el número de soldados en los ataques. Todo esto va a desarrollarse poco a poco, y ya estamos acelerando la calidad, la rapidez y el volumen.

Cada día estamos ocupando territorio, lo que ocurre es que con tantos soldados rusos… Europa tenía mucho miedo al ejército ruso, pero Ucrania ha probado que se le puede combatir con eficacia. Por eso digo que soy optimista: sé qué fuerzas tiene Ucrania y y Rusia no podrá contraponerse a eso de ninguna manera.

P: ¿Están ustedes tomando todas las decisiones solos o lo hacen en coordinación con sus aliados, especialmente Estados Unidos?

R: Las decisiones las toma el Estado Mayor de Ucrania, todas. Se fijan en la reunión semanal con el presidente. Naturalmente, informamos a los socios y explicamos los motivos de unas u otras acciones, pero todas las decisiones las toma el Estado Mayor.

P: ¿Exactamente qué necesita Ucrania desde el punto de vista millitar ahora mismo para que la contraofensiva sea más eficaz?

Sería bueno que nuestros socios entendieran la dimensión de la guerra. Rusia no está peleando con fuerzas especiales, sino que está utilizando todas los armas que tiene. Han traído todo a Ucrania, y si pierden, el ejército ruso dejará de existir.

Por otro lado, hay que hacer números, y necesitamos claramente más munición de artillería de 155 y 120 milímetros, y también misiles de alcance a 150, 200 300 kilómetros. Por supuesto, también aviones de combate, más aún cuando ahora Rusia nos golpea con helicópteros de combate y drones, y controla el espacio aéreo. También necesitamos más defensas antiaéreas para proteger la primera línea de las bombas de la aviación o los misiles balísticos rusos; y drones blindados.

Los socios como España tienen que entender que esta es una guerra grande, no una pequeña combatida con fuerzas especiales. Es un gran conflicto en el que participan 350.000 soldados rusos que están en territorio ocupado. A Rusia no le importa cuántas bajas tenga, por eso tenemos que eliminar, eliminar y eliminar al grueso de sus efectivos que está en el sur, y para eso se necesitan muchas municiones, aviones, misiles, proyectiles...

P: ¿Teme que ese apoyo que ahora reciben de Estados Unidos y la OTAN decaiga por un cambio de presidente en Washington o por los efectos negativos de la guerra en Europa?

R: La respuesta es muy, muy sencilla. Primero, después de 16 meses de guerra ya hemos perdido completamente el miedo en absoluto. Y, en segundo lugar, el presidente Zelenski ya lo ha dejado claro muchas veces. En la actualidad no se dan las condiciones para congelar el conflicto o para hacer concesiones a Rusia. Vamos a pelear esta guerra hasta el final. El número de víctimas con el que hemos pagado por el derecho a ser un país libre es enorme. No podemos permitirnos parar en la mitad del camino. Para nosotros es fundamental hacer dos cosas. Primero, liberar nuestro territorio y consolidarlo para muchos años; y segundo, que Rusia rinda cuentas por los crímenes de guerra.

Que haya elecciones en otros países no es asunto nuestro. Eso es cosa de vuestros países, de Reino Unido, de España. Sois vosotros los que tenéis que estar dispuestos a decir que habéis perdido frente al autoritarismo, si vais a asumir que vuestra democracia es débil, si vais a aceptar que Rusia es tan poderosa que puede matar en cualquier sitio. Y si vais a permitir que Europa no se consolide y no defienda sus intereses. Ucrania no lucha sólo por su territorio, sino para tener garantías de que nadie pueda entrar en territorio ajeno y matar. Por eso, es fundamental el apoyo de España, de Estados Unidos, un apoyo global por la estabilidad en el mundo y el respeto a las reglas, el orden democrático, el derecho internacional y la libertad. Porque Rusia propone otra cosa, otro mundo: el mundo del derecho del más fuerte.

P: En abril del año pasado usted era el jefe de la delegación ucraniana que negociaba con Rusia. Su territorio estaba invadido, se cometían crímenes de guerra, y ustedes dialogaban con Moscú. ¿Qué cambió en ese mes de abril para que dejaran las negociaciones y pasasen de hablar de luchar la guerra hasta el final?

R: Al principio de la invasión, no entendíamos a qué tipo guerra nos enfrentábamos, pero enseguida vimos que venían a robar y a asesinar a la población civil en Kiev, Jersón, o Járkov. Arruinaron la infraestructura civil y bombardearon las ciudades. No podemos pactar con Rusia y no lo vamos a hacer. Fue el gran error que cometimos, junto con nuestros socios, en el año 2014: cambiar la paz por territorios, por ejemplo, Donbás y Crimea, por una paz débil. Rusia percibió eso como debilidad y por eso volvió con más fuerza.

Con Rusia no se puede acordar nada, quiere dominar y dictar cómo tenemos que vivir. Cualquier acuerdo con Rusia pasa por entregar territorios. ¿Por qué tenemos que hacerlo? Quiere que perdamos nuestra soberanía y decirnos cómo tenemos que vivir. Moscú quiere que volvamos a al concepto de la Unión Soviética, pero nosotros somos diferentes, no somos eso. No hay ninguna posibilidad de que nos pongamos de acuerdo.

Además, ¿cómo se puede pactar con un criminal, con un delincuente? Ya hemos recopilado más de 90.000 casos penales: asesinatos, violaciones, destrucción. ¿Cómo podemos fingir no ver lo que vemos? No podemos pasar por alto que Rusia ha arruinado todo nuestro potencial energético, agrícola o industrial. No podemos hacer como que todo está bien y además entregarles una parte de nuestro territorio. Y, además, si hacemos esto, ¿por qué Rusia tendría que pararse aquí? ¿Por qué no seguir acumulando recursos e invertir en su ejército? ¿Por qué no seguir hacia el oeste y atacar a Europa?

No entiendo que haya protestas en Europa al apoyo a Ucrania. No entiendo la lógica. Ucrania es la que está defendiendo los valores de la libertad.

P: Pero las denuncias de crímenes de guerra empiezan ya con el inicio mismo de la invasión. La Fiscalía de la Corte Penal Internacional abre una investigación formal en los primeros días de marzo y a mediados de mes emite una orden de arresto contra Putin. A pesar de eso, ustedes siguieron negociando hasta abril.

Sigo sin entender qué es lo que cambia... Las negociaciones empezaron a finales de febrero y se prolongaron durante el mes de marzo. La última ronda fue el 29 de marzo. Pero luego, a principios de abril, nos enteramos de todo lo que habían hecho los rusos en la provincia de Kiev, en Bucha e Irpín. En ese momento es cuando cerramos el diálogo, porque entendemos que no podíamos negociar con terroristas.

Además, hay consenso en la sociedad ucraniana. Más del 90% de la gente cree que hay que seguir adelante con la guerra, ir hasta el final, castigar a los criminales y restablecer la soberanía total. Para vosotros también es importante porque el mundo será más seguro. Me parecen buenas preguntas y entiendo que queráis comprenderlo, pero ya son 16 meses de la guerra, no unas semanas. Son más de 500 días. Quiero que nuestros socios entiendan que vamos a ir hasta el final. No decimos que luchéis a nuestro lado, pero sí que estéis cerca y entendáis por qué luchamos.

P: ¿Hay algún socio que les haya pedido negociar de nuevo con Rusia?

R: De nuestros socios y aliados, ninguno nos ha pedido que lleguemos a un acuerdo con Rusia, pero hay otros países que no entienden nuestro compromiso de ir hasta el final. No comprenden la naturaleza de la guerra y por eso hablan de un 'compromiso'. Me refiero a Brasil, Indonesia o los países africanos. En el fondo, lo que nos están diciendo es que tenemos que aceptar la derrota, reconocer que Rusia tiene derecho a ocuparnos, y entregarnos. En definitiva, dar a Rusia lo que pide. Pero eso no es un compromiso, eso es perder la guerra. Es insultante para los mismos países que lo proponen. Es la demostración de que no entienden que Rusia va a perder de todas formas.

P: Ucrania todavía no tiene un calendario para ingresar en la OTAN

R: Tengo una visión pragmática. Entiendo que, durante la guerra, Ucrania no será miembro de la OTAN. Eso es evidente. Pero, de hecho, Ucrania ya es miembro de la OTAN porque tenemos armamento, formación, mando o consultas con la OTAN. Todo esto ya está pasando ahora, y me parece que después de la guerra Ucrania será muy rápidamente miembro.

P: Debido a la invasión rusa y la ley marcial, se han suspendido las elecciones al Parlamento y a la Presidencia, y también se han ilegalizado partidos políticos. ¿Ustedes creen que una Ucrania victoriosa va a ser una Ucrania más democrática o ha sacrificado partes de la democracia para ganar?

Sinceramente, me sorprende su pregunta. No hay ninguna suspensión de la democracia. Todos los partidos siguen existiendo. Ahí están en el Parlamento, que sigue funcionando. Es cierto que el proceso electoral está detenido pero es que ahora mismo es imposible garantizar las elecciones. Hay batallas, hay gente en el frente, no se puede garantizar el proceso de votación. Durante la ley marcial hay libertad de palabra, se puede discutir de todo y las organizaciones de la sociedad civil siguen funcionando. Ni siquiera tenemos censura como tal. Sólo este mes tenemos en el país a 16.000 periodistas acreditados, incluyendo ucranianos. Tienen acceso a cualquier parte.

P: ¿No es cierto que han ilegalizado o suspendido a once partidos políticos?

R: Sólo a los partidos prorrusos, las formaciones que de una u otra manera apoyaban a Rusia. Son los partidos en los que militan los administradores que se han puesto al servicio de los ocupantes. El resto de los partidos siguen existiendo y decenas de ellos podrán presentarse a las elecciones cuando se termine la ley marcial.

P: ¿Es capaz de dar una predicción de lo que estará ocurriendo aquí dentro de un año?

R: En un año vamos a estar hablando del lugar de Ucrania en Europa. Y estaremos hablando de prosperidad, de algunas peculiaridades del vino español, del jamón (risas). Creo que será otro Europa, sin miedo a la expansión rusa. Será una Europa más libre, que hablará sobre las perspectivas de desarrollo científico y cultural. Será un momento magnífico.