En el largo proceso que supone la producción de una película de animación de la factoría Pixar, quizá lo más difícil es mantenerse fiel al espíritu de una idea cuando cientos de personas tienen que aportar, añadir, opinar y modificar. Es decir, que la acumulación no conduzca a un resultado impersonal. Mantener ese núcleo es lo que ha conseguido Peter Sohn (Nueva York, 1977) con Elemental, donde parte de sus vivencias como inmigrante de segunda generación (sus padres coreanos se instalaron en EE.UU. sin hablar inglés) para elaborar un mundo fantástico con una historia de amor clásica que es la gran apuesta de Pixar para 2023.
En una gran metrópolis llamada Ciudad Elemento, conviven seres de distinta naturaleza según los cuatro elementos clásicos de la antigüedad. Candela es una joven criatura de fuego implicada desde niña en el colmado que regenta su padre, un hombre orgulloso de su cultura y tradición que emigró a Ciudad Elemento. Cuando Nilo, un joven de agua aparece por accidente en su negocio, comienza la aventura y la atracción entre dos mundos antagónicos.
La película respira la experiencia de su director, inmigrante de segunda generación, que homenajea a su familia. “Más que otra cosa lo vi a través de mi propia lente, es decir, como una minoría. El corazón de esta película era simplemente agradecer a mis padres inmigrantes que vinieron aquí sin idioma y construyeron una vida. Era que era una idea esperanzadora”.
Pero el fallecimiento del padre de Sohn hace seis años ensombreció el proceso de la propia película. “Me metí en un lugar muy oscuro, no puedo ni decirte cómo me sacudió. Y el mensaje de xenofobia se volvió realmente negativo y odioso”, explica el director.
La historia de 'Elemental' está insipirada en la relación del director con su padre. Disney
“Entonces comenzamos a hablar con personas con experiencias vitales similares y fue muy conmovedor escuchar tantas historias de superación y sueños que se hacían realidad. Y la película volvió a su corazón original. Los mensajes sobre la xenofobia se volvieron más pequeños, pero permiten que el espectador entienda lo que sucede cuando comprendes tu ubicación, tu identidad y lo que significa pertenecer. Se trata de empatizar y ofrecer un mensaje esperanzador”.
En los suburbios del fuego, se desprecia a los ricos seres de agua del centro urbano y se acumula rencor de clase. Elemental es la descripción de un gueto, pero está lejos de ser una película subversiva: la acaudalada clase dirigente es encantadora y no necesariamente racista ni xenófoba. Si hay un antagonista en la sociedad de Elemental es la burocracia ineficiente que rigen los seres de tierra y aire.
Personaje de 'tierra', que representa la burocracia de la ciudad en 'Elemental'. Disney
Trasfondo al margen, Elemental es una historia de amor de perfil casi adolescente: la esencia de la oposición entre Candela y Nilo es material y la solución pasa por encontrar un acercamiento físico.
Estrenada como película de clausura del Festival de Cannes, Elemental ha costado siete años de trabajo en los que el mundo ya no es el exactamente el mismo que cuando se cerraba el guion. En el farragoso mundo de las batallas culturales y sus sobredimensionadas resonancias, Pixar busca su encaje en Disney. Al ser una alegoría sobre la diversidad, Elemental esquiva al menos las injustas críticas que han abrasado películas como La sirenita.
Personaje de 'aire' de 'Elemental' Disney
La productora Denise Ream, cuya relación con Pixar comienza en Up (un cortometraje con su anciano protagonista precede a Elemental) y continuó con Cars 2 y El viaje de Arlo, reflexiona sobre las diferencias entre levantar una historia original en tiempos de secuelas. “El desarrollo siempre es difícil, aunque en las secuelas tienes una ligera ventaja, aunque siempre tratamos de expandir los mundos ya establecidos. Pero es un gran desafío”.
Denise Ream (productora) y Peter Sohn (director). RTVE
Para Sohn no era su primera vez con ‘elementos’: Parcialmente nublado era el título del cortometraje (que, cerrando un círculo, precedía a Up). Hitchcock desaconsejaba rodar con niños y animales y, para un animador, la dificultad siempre ha sido recrear fuego y agua.
“Simplemente, Pixar no había creado personajes como estos. Hay más tradición de juguetes y coches, era como un agujero negro al que lanzábamos ideas pensando que cualquier cosa es posible”, recuerda. “A pesar de lo desafiante que fue, se necesitaron muchos experimentos de fuego para hacerlo realista y nuevas tecnologías para salir de ese agujero. Pero hay una magia cuando algo cobra vida, y ver el rostro de Candela parpadear por primera vez fue un momento muy emocionante”.