Un grupo de investigadores franceses ha identificado una nueva variante de echovirus -un patógeno que pertenece al género Enterovirus- que habría provocado la muerte de siete recién nacidos en este país entre julio de 2022 y abril de 2023. Hasta la fecha, nunca se había observado una tasa de mortalidad tan alta en el contexto de vigilancia de infecciones neonatales por enterovirus.
"Actualmente circula una nueva variante de echovirus 11 asociada con un alto riesgo de infección neonatal grave y muerte, al menos en Francia", concluyen los científicos, que han publicado los resultados de su trabajo en la revista médica Eurosurveillance. "Los médicos deben ser conscientes de la posible participación de EV -enterovirus- en presentaciones clínicas graves en recién nacidos", añaden, y advierten de que "los recién nacidos con sepsis inexplicable [...] deben evaluarse rápidamente para detectar una infección por EV, especialmente si la madre ha tenido síntomas agudos de gastroenteritis en los días previos al nacimiento".
El 5 de mayo de 2023, las autoridades sanitarias galas notificaron un aumento de los casos de sepsis neonatal grave asociada a enterovirus. Se informó de nueve casos con insuficiencia hepática y fallo multiorgánico, que se habían producido durante los meses anteriores en cuatro hospitales franceses. Hasta la fecha de notificación, siete de los bebés habían muerto y dos seguían hospitalizados.
Los nueve neonatos afectados fueron cuatro pares de gemelos, nacidos entre la semana 31 y 36, y otro bebé cuyo nacimiento sí fue a término; todos ellos varones, que fueron hospitalizados en unidades de cuidados intensivos pediátricos por sospechas de sepsis neonatal. Todos presentaron signos clínicos entre los 3 y 6 días de vida, en un contexto de transmisión materno-fetal comprobada o probable. En cuatro de las cinco madres, se reportó contexto infeccioso materno (fiebre y síntomas digestivos) durante las 48 horas previas al parto.
Ahora, el equipo de la Unión Europea y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) están trabajando con todos los Estados miembros para intentar comprender mejor si, dado que la vigilancia ha disminuido, se están pasando por alto otros casos, aunque hasta el momento ningún otro país ha notificado casos similares, incluido España.
"Con la información disponible, el ECDC califica como bajo el riesgo para la salud pública de la población neonatal de la UE. El riesgo para la población neonatal prematura y/o con bajo peso al nacer después de una infección materna aguda por echovirus 11 anterior al parto lo calificamos como moderado", asegura el organismo comunitario.
OMS: "No nos preocupa"
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se ha pronunciado al respecto y también ha incidido en el riesgo bajo para la salud pública de este aumento inusual de sepsis asociada a enterovirus en bebés franceses. "El mensaje principal es que no preocupa", ha tranquilizado Abdi Rahman Mahamud, director del departamento de coordinación de alerta y respuesta del organismo internacional. "Reiteramos que el riesgo de contagio por esta recombinación sigue siendo limitado, pero pedimos que se aumente la vigilancia", ha recalcado.
El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan, ha aclarado que estos virus a menudo se transmiten por vía fecal-oral, aunque para los neonatos hay otras formas por las que estos pueden infectarse, ya sea a través del momento canal del parto, la exposición a la sangre, la exposición a los cuidadores o el entorno hospitalario.
"Los neonatos son especialmente vulnerables, sobre todo los prematuros. Así que tenemos un grupo vulnerable expuesto a estos virus y los resultados para esos niños pueden ser más graves. Pero para la gran mayoría, incluso de esos niños, los resultados son muy positivos, aunque en una pequeña proporción puede provocar problemas más graves", ha explicado.
Estos virus se dirigen a diferentes órganos, algunos causan encefalitis, otros miocarditis o infección del corazón, y otros pueden tener efectos en múltiples órganos. Ryan ha insistido en que "no hay causa para aumentar el miedo entre la gente", ya que los científicos están haciendo su trabajo, están detectando estos eventos, los están secuenciando y están estudiando el riesgo.