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Ron DeSantis, el gobernador enfrentado con Disney y la cultura 'woke' que busca arrebatar el liderazgo a Trump

  • El polémico gobernador de Florida ha anunciado que se presentará como candidato a las primarias de su partido

  • Los sondeos lo sitúan como el principal rival del expresidente Donald Trump

MARTA REY
8 min.

Cuando el gobernador de Florida, Ron DeSantis, fue reelegido con gran ventaja en las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, ya se empezaba a sospechar que ese cargo no se ajustaba a la medida de sus ambiciones. Tal y como se esperaba, el político republicano ha entrado oficialmente en la carrera presidencial estadounidense convirtiéndose en el mayor rival de su compañero de partido Donald Trump, que también persigue la nominación.

Sus posturas antiabortistas, una polémica reforma educativa y su batalla abierta contra Disney han convertido al político, que anunció su candidatura presidencial este miércoles en un acto junto a Elon Musk, en una de las figuras más reconocidas dentro del Partido Republicano, alguien que protagoniza titulares dentro y fuera de Estados Unidos.

Amante del béisbol desde joven, DeSantis (44) se graduó en Derecho por la Universidad de Harvard, donde fue nombrado oficial de la Marina. Después, se incorporó como abogado al Cuerpo de Abogados Generales, y, como tal, fue destinado a Guantánamo, en Cuba, y a Irak. En 2018 fue elegido gobernador de Florida, tras una campaña en la que fue respaldado por el candidato al que ahora se enfrenta, el entonces presidente Donald Trump, que ahora carga contra él en sus discursos de campaña.

Ya como gobernador de Florida, el republicano adquirió popularidad durante la pandemia, cuando abogó por la apertura del estado ignorando la gravedad de la enfermedad y postulándose contra el "establishment científico". Dos años más tarde, en plena resaca por el paso del huracán Ián y las críticas a su gestión de la catástrofe en el estado, consiguió revalidar su cargo tras una contundente victoria en las 'midterm'.

Entonces, algunas voces empezaban a perfilar a DeSantis como el próximo líder republicano de cara a las presidenciales y, de hecho, Trump no tardó en dirigir críticas hacia el candidato por el que un día apostó. El exmandatario, que poco después anunció oficialmente su candidatura para la reelección en 2024, le acusó de ser "desleal" y recordó que su apoyo fue vital para su primera victoria en Florida.

Su lucha contra los "discursos adoctrinadores"

Ahora, DeSantis es conocido por su cruzada contra el discurso racial y LGTBI por una batalla legal abierta con la multinacional Disney, que comenzó cuando el entonces consejero delegado de la compañía, Bob Chapek, criticó la nueva legislación educativa impulsada por DeSantis que prohíbe ciertos libros en las escuelas.

Entre sus medidas, DeSantis impulsó la ley conocida como "No digas gay", normas que buscan, entre otras cuestiones, limitar lo que el gobierno de DeSantis considera "discursos adoctrinadores" en las escuelas.

Como expone la profesora de Políticas de la University College de Londres, Katie Gaddini, estas políticas anti LGTBI (en especial antitrans) y sus iniciativas educativas que pretenden frenar la "teoría crítica de la raza" son precisamente "dos de los focos políticos de DeSantis que atraerán a los votantes".

Además de abanderar causas históricamente republicanas, como la antiabortista, el gobernador de Florida ha criticado abiertamente lo que llama "agenda 'woke'" (como los republicanos estadounidenses denominan de manera peyorativa a la toma de conciencia social) de la extrema izquierda. "Florida es donde la cultura 'woke' viene a morir", sentenció el republicano, que es conocido por impulsar una lucha "antiobrera" que pasa por limitar los derechos sindicales de profesores y otros trabajadores del sector público.

"Creo que algunos de los temas candentes de los que DeSantis está hablando, le ayudarán con la base republicana, como el aborto y la política antiobrera, signifique eso lo que signifique, sin embargo, la guerra contra Disney no parece serle tan útil", opina el profesor de Ciencia Política de la Universidad Católica de América, Matthew N. Green.

Gaddini, sin embargo, considera que "enfrentarse a Disney refuerza la imagen de DeSantis como candidato anti 'establishment' dispuesto a luchar por lo que muchos votantes conservadores consideran una posición minoritaria atacada actualmente en EE.UU.".

Por ahora, en plena batalla legal entre DeSantis y el gigante del entretenimiento, Disney ha anunciado que descarta su plan de trasladar hasta 2.000 puestos de trabajo a Florida, alegando "condiciones cambiantes del negocio" en este estado.

"Disney es una marca muy popular entre los estadounidenses de ambos partidos y creo que eso es algo que creo que podría perjudicar a DeSantis. Meterse con Mickey Mouse no parece una estrategia ganadora para un candidato republicano", apunta Green.

A la sombra de Trump

El discurso de DeSantis y algunas de sus ideas más punteras en torno a la inmigración ilegal, el colectivo LGTBI, o la agenda anti 'woke' recuerdan inevitablemente a las tesis de Trump, y los expertos coinciden en que ambos estarían luchando por conquistar a un mismo sector del electorado republicano, que tendrá que decidirse entre uno y otro.

"El mayor desafío al que se enfrenta DeSantis es que está jugando en gran medida con la misma base que es el núcleo de apoyo de Trump, y la mayoría se queda con Trump por ahora", apunta a RTVE.es el profesor de Políticas de la Universidad de Florida, Stephen C. Craig.

Por ello, el gobernador de Florida tendrá que encontrar la manera de marcar la diferencia y conquistar a su propio público si quiere derrotar al expresidente estadounidense.

Sin embargo, como apunta Craig, aquellos que optan por "cualquiera menos Trump" o los que todavía prefieren al exmandatario pero les preocupa que no sea elegible, o llegue a ser incluso un lastre, "no es probable que se dejen convencer por la retórica y las políticas de guerra cultural dura de DeSantis".

Según una encuesta reciente de Ipsos, Donald Trump sigue siendo el favorito del Partido Republicano para las primarias presidenciales de 2024, sin que las causas legales en las que se ha visto envuelto le hayan afectado demasiado. El 48% de los republicanos le apoyaría como presidente, mientras que el apoyo a Ron DeSantis, que se sitúa en segunda posición, ha caído 11 puntos desde marzo.

Ideológicamente próximos, políticamente distintos

Green resalta, más allá de las diferencias ideológicas, las diferencias en el estilo y la capacidad de gobernar entre ambos candidatos. "DeSantis ha sido miembro del Congreso y gobernador, y francamente, ha demostrado que es mejor para llevar a cabo su agenda, al menos en Florida, que Trump como presidente", apunta el experto.

Apunta, además, que mientras Trump posee una retórica "más viva y punzante" y tiene un "mejor sentido del humor en público", DeSantis "es inteligente, es un ideólogo y es ambicioso", aunque a veces parece menos relajado y "más rígido" en sus intervenciones. "Trump habla de una manera que gusta a muchos republicanos. Les gusta su estilo de actuar sin pensar".

Como menciona Gaddini, aunque las ideologías de DeSantis y Trump puedan converger, una de las principales diferencias entre ambos candidatos radica en su "imagen pública". Aunque muchos votantes se sienten atraídos por la política "descarada, agresiva y sin censura" de Trump, a otros, entre los que incluye a muchos cristianos evangélicos, que constituyen una base crucial republicana, "les echa para atrás".

"Es ahí donde DeSantis tiene una ventaja y la posibilidad de captar a los votantes acérrimos del Partido Republicano, incluidos los evangélicos blancos, en las primarias y en las eventuales elecciones", apunta la profesora.

Una larga carrera hasta las primarias

Tanto Green como Craig, creen que las posibilidades de DeSantis frente a Trump son, por ahora, escasas, aunque coinciden en afirmar que es "demasiado pronto" para sacar conclusiones ante una elección en la que todavía pueden cambiar muchas cosas.

"Las contiendas primarias pueden ser extremadamente volátiles, ya que los votantes no tienen una identidad partidista para poder anclarlos", explica el profesor de la Universidad de Florida. Sin embargo, "Trump es el claro favorito y no apostaría en contra de que sea el candidato republicano. Su rival más serio ahora es DeSantis pero, como tal, será el blanco de los ataques de Trump y del resto de republicanos en liza", añade.

Gaddini, por su parte, sí que cree en las posibilidades DeSantis para postularse como candidato. "Muchos partidarios de Trump piensan que ha mancillado al partido y, por eso, estratégicamente están trasladando su apoyo a DeSantis como nuevo candidato presidencial sin mancha que tiene un sólido historial de implementación de iniciativas de derecha y extrema derecha en Florida", apunta.

"Por otro lado, a algunos votantes republicanos de toda la vida les desanimó la personalidad de Trump (aunque les gustaron sus políticas), por lo que se abstuvieron de votar en las elecciones de 2020, pero saldrán en apoyo de DeSantis", añade la profesora del University College.

Como apunta Craig, DeSantis está tratando de superar a Trump apelando a la base republicana del movimiento MAGA (Make America Great Again). Sin embargo, no cree que esto pueda llevarle a alcanzar la nominación republicana, al menos que suceda algo que socave la posición de Trump con respecto a esta base del electorado.

"Incluso si logra dar la sorpresa, ¿podrá ganar en noviembre? Es difícil que sus políticas de extrema derecha ganen muchos votos de los independientes y de otros votantes indecisos, a menos que haya una recesión de la que los votantes culpen a la administración actual, en cuyo caso todas las apuestas están echadas", concluye el profesor de Florida.

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