Estados Unidos se prepara para una avalancha de migrantes desde la frontera con México partir del jueves, cuando expira el llamado Título 42, decretado por la pandemia, que permitía la expulsión automática de migrantes. Biden ha reconocido que la situación "será caótica", ya que 15.000 personas esperan el momento de cruzar. Muchas de ellas llegarán a bordo de 'La Bestia', el tren de mercancías que atraviesa México de norte a sur por varias rutas, al que se ha subido un equipo del Telediario.
Los migrantes a bordo hacen hueco entre los dos vagones de carga en los que se encuentran para recorrer los casi 400 kilómetros que separan Chihuahua de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
Llevan cuatro días subiendo y bajando de trenes de mercancías como este. Cuentan que fue su única opción al quedarse sin dinero.
"Para mí lo más difícil ha sido esta 'Bestia', el tren este llamado de la muerte", confiesa a TVE Orlando, un migrante venezolano.
Se juegan la vida para llegar al otro lado de la frontera
Cientos de personas arriesgan sus vidas por llegar cuanto antes a la frontera. Con el fin del Título 42, acaban las deportaciones indiscriminadas, pero se castigan más los cruces irregulares.
"Sí, mi intención es cruzar, legal o ilegal", dice Ángela, otra migrante de Venezuela.
Durante el camino, dicen, no han sufrido asaltos, aunque esta mujer salió rodando al intentar subirse en movimiento a otro tren.
"Estuve al borde de la muerte aproximadamente hace 4 horas", cuenta Ángela.
Los migrantes llevan años utilizando estos trenes de mercancías para llegar a la frontera con EE.UU., pero la ruta que atraviesa el desierto de Chihuahua es relativamente nueva.
México, los mutilados de 'La Bestia', el tren que atraviesa México hacia EE.UU.
El viaje dura más de diez horas
Los trenes no tienen horarios fijos. Saliendo a media tarde, evitan las horas de más calor, pero el frío es intenso cuando cae la noche. El viaje se prolonga durante más de diez horas.
"Ya llegamos a Ciudad Juárez", anuncia al maquinista al aproximarse a este enclave fronterizo.
Ciudad Juárez es peligrosa, y más de noche, pero no tarda en amanecer. Este grupo de migrantes llega a la frontera sano y salvo.
"Misión cumplida", dice Ángela, mientras saluda con la mano a la cámara. Después, cruzan el río Bravo sin problemas y también las alambradas de la orilla estadounidense. Más difícil lo tendrán, sin embargo, con el muro.