El gasto militar en Europa se disparó en 2022, el año de la guerra en Ucrania, y ha llegado a niveles de la Guerra Fría, según un informe publicado este lunes por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI).
Europa fue el continente que registró una mayor subida interanual en la compra de armas, un 13 %, lo que unido al aumento de las tensiones en el este de Asia contribuyó a que el gasto mundial se situase en una cifra récord de 2 billones de euros, un 3,7 % más interanual en términos reales (el doble sin contar la inflación) y el equivalente al 2,2 % del Producto Interior Bruto (PIB) global, según informa Efe.
"La invasión de Ucrania tuvo un impacto inmediato en las decisiones sobre el gasto militar en Europa Central y Occidental", explica Diego Loes da Silva, investigador sénior del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI.
El gasto en Europa supera el de 1989
El informe resalta que en Europa central y occidental se gastaron 315.000 millones de euros, un 30 % más que en 2013 y una cifra que supera por primera vez la de 1989, coincidiendo con el fin de la Guerra Fría.
Finlandia, con un 36 % más, Lituania (27 %), Suecia (12 %) y Polonia (11 %) experimentaron los incrementos más acusados del presupuesto militar, y los planes lanzados por varios países hacen prever que el gasto en la zona seguirá creciendo en el futuro, según el SIPRI.
Rusia, tercero en la lista mundial, aumentó su inversión militar un 9,2 % hasta cerca de 78.860 millones de euros, el 4,1 % de su PIB, mientras Ucrania experimentó un aumento récord del 640 %, el 34 % de su PIB, sin contar las donaciones recibidas de otros países.
A pesar de las subidas registradas en Europa y otras zonas, Estados Unidos mantiene su dominio a nivel mundial: gastó 880.469 millones de euros, el 39 % del total y tres veces más que China, el segundo en la lista.
"Todos los países con grandes ejércitos están aumentando su gasto militar", explica Jordi Calvo, del International Peace Bureau, que recuerda que, en el caso de Europa, "la tutela de la OTAN marca que hay que llegar al 2% del PIB de gasto militar", por lo que "los aumentos de 2023 probablemente serán superiores a los de este año".
Inflación, déficit y un "lastre para la economía productiva"
Pere Ortega, del Centre d'Estudis per la Pau JM Delas, subraya que este gasto “se financia siempre con deuda pública, por lo que esto producirá inflación, déficit y será un lastre para la economía productiva”. Salvo para el sector armamentístico, concretado fundamentalmente en Estados Unidos y Europa: el 80% de las mayores empresas de armamento producen en los países más ricos.
Eso explica, para Ortega, parte de la militarización. En el caso de Europa, “es una demanda de Estados Unidos, ya desde los tiempos de Barack Obama, que piden que Europa gane más en armas, y resulta que el principal productor de armas del mundo son precisamente los EE.UU.”.
Para Jordi Calvo, “la tendencia a la militarización de las relaciones internacionales viene de 2001, con los halcones neocon del Gobierno de EE.UU. Desde entonces, han convencido a la mayoría de que tener más seguridad pasa por tener más capacidades militares. Pero, si echamos la vista atrás, el mundo es más inseguro. Es un camino equivocado”.
Ortega coincide con Calvo: "Países vecinos o rivales pueden pensar que nos estamos armando y seguirán el mismo camino. Es lo que pasa con la guerra de Ucrania. Debemos pensar, primero, en acabar con la guerra de Ucrania con un alto el fuego, e inmediatamente iniciar una etapa de desarme. Rusia no va a ser siempre nuestro enemigo”.
España aumenta su gasto un 7,3 %
España ha aumentado su gasto militar un 7,3 % interanual en 2022 hasta 20.300 millones de dólares (18.500 millones de euros),
Esa cifra, que equivale al 1,5 % del PIB, le permite situarse como el décimo sexto país que más gastó en armamento el año pasado, un puesto más abajo que en 2021 y supone una subida del 28 % en la última década.