A plena luz del día y en medio del estado de excepción que rige en Ecuador, unas veinte personas fuertemente armadas irrumpieron este martes en el puerto de Esmeraldas, una provincia costera fronteriza con Colombia, y empezaron a disparar de forma indiscriminada. En la masacre fueron asesinados nueve trabajadores portuarios y varias personas resultaron heridas, mientras los sospechosos consiguieron escapar.
En los últimos años, Ecuador ha pasado de ser el segundo país más seguro de Latinoamérica a convertirse en uno de los más violentos. El país está sufriendo un incremento de la violencia con bandas criminales y cárteles de droga disputándose el poder.
"Es una tendencia creciente de la violencia, del delito de narcotráfico y no hay ningún tipo de actuación real por parte del Estado", explica a TVE la exsecretaria general de inteligencia del país, Carolina Andrade.
Esmeraldas es uno de los principales corredores del tráfico de cocaína en el Pacífico. La ciudad ha sido tomada por carteles y bandas que se disputan el control de estas rutas. "No hay poder, no hay quien ejerza ese poder en el país y quienes están ejerciendo el poder son las organizaciones criminales", añade Andrade.
Jóvenes vulnerables son captados por las redes que les ofrecen trabajo ilegal, lo que permite que se fortalezca la "narcodelincuencia". En el primer trimestre de 2023 se registraron más de 1300 homicidios en el país.
El gobierno ha reforzado la presencia militar
Tras lo sucedido, un contingente de militares ecuatorianos han llegado este miércoles a reforzar la seguridad en la provincia. El traslado de militares forma parte de la implementación de estrategias para neutralizar las amenazas de bandas narcodelictivas y narcocrimen organizado, según han indicado las Fuerzas Armadas en un comunicado.
Según han precisaso, a Esmeraldas han llegado "efectivos de Fuerzas Especiales, para reforzar las operaciones militares de la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas" y estas unidades serán empleadas de inmediato en la búsqueda de blancos de alto valor, en los sectores más conflictivos que ya han sido determinados por Inteligencia Militar.
Con el contingente enviado, suman un total de 2.000 efectivos en la Zona Especial de Seguridad, "de esta manera se reafirma el compromiso de garantizar un ambiente de paz y desarrollo a la población ecuatoriana", subrayaron.
Mientras tanto, el gobierno no puede con la ola de criminalidad que asola Ecuador y un Guillermo Lasso cada vez más deslegitimado, que está a las puertas de una nueva moción de destitución, propone a la población portar armas para que puedan defenderse.