La histórica imputación contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha llevado la carrera para las próximas elecciones presidenciales, que se celebrarán en 2024, a un territorio desconocido. Trump ha reiterado en varias ocasiones que continuará con sus planes de ser candidato presidencial incluso si se enfrenta a cargos penales y, en lugar de perjudicarle, parece que el hecho de convertirse en el primer exmandatario del país en ser imputado le está ayudando a recibir más apoyo en su campaña electoral.
Desde su imputación, las donaciones a la campaña para la reelección de Trump han alcanzado un total de siete millones de dólares (6,4 millones de euros al cambio), según ha informado uno de sus asesores. El apoyo de los republicanos a Trump de cara a las primarias del partido también ha subido.
"Trump quiere que sea un espectáculo. Lo que él quiere es que todo el mundo le vea entrando en el tribunal", asegura la profesora de Relaciones Internacionales de la IE University, Alana Moceri. "Quiere un espectáculo porque le ayuda, y para sus seguidores, le hace un mártir", añade.
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La imputación no impide que Trump se postule para la Casa Blanca, pero el magnate neoyorquino tiene muchos más asuntos pendientes en los tribunales, desde su posible implicación en el asalto al Capitolio hasta la supuesta manipulación electoral en Georgia o posibles delitos fiscales en Nueva York.
"Lo que hace todo esto es debilitar su imagen de impunidad y de invencibilidad. Es solamente el primero, pero no el último de los procesamientos. Es un principio en hacer mella en esa idea de que a este hombre le resbala la rendición de cuentas y el Estado de Derecho", opina el profesor de la Universidad Pontificia Comillas, Pedro Rodríguez.
La imputación beneficia a Trump: más donativos y sube en las encuestas
Tan solo 24 horas después de conocerse la imputación de Trump, su campaña había recaudado un total de cuatro millones de dólares (alrededor de 3,67 millones de euros) adicionales. Según ha explicado la Organización Trump, la cuarta parte de esa cantidad vino de nuevos donantes, siendo la cantidad media de cada donación de 34 dólares (unos 31 euros), unas cifras que hacen ver que hubo una gran cantidad de pequeños donantes.
Según una reciente encuesta realizada por la cadena de televisión estadounidense CNN, casi un 80% de los republicanos se muestra en contra de la imputación contra Trump. De cara a las primarias del Partido Republicano, la ventaja del magnate neoyorquino sobre el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, ha subido seis puntos porcentuales, según un sondeo de Quinnipiac.
Estas cifras indican que la imputación del exmandatario podría estar beneficiándole en su carrera a la Casa Blanca, aunque los expertos consultados advierten de que esta situación puede cambiar en el largo plazo.
La comparecencia de Trump ante el juez marcará la historia de EE.UU.
"Trump está captando mucho dinero de sus seguidores y eso es muy bueno para su campaña. Siempre cree que cualquier publicidad es buena, pero veremos a largo plazo", señala Moceri. "(Trump) está feliz porque le gusta eso, le gusta el caos, ser el centro de este caos. Pero a largo plazo puede ser más serio para él. Hay que dejar que el sistema judicial haga su trabajo", recalca.
Por su parte, Rodríguez opina que "el mero hecho de plantearnos que una imputación, un procesamiento, sea una baza política favorable para Trump, indica la disfunción y hasta qué punto los líderes populistas son capaces de crear su propia legitimidad".
"Se puede dar la paradoja de que por intentar defender el Estado de Derecho y acabar con la impunidad de Donald Trump se esté multiplicando su potencial político", comenta el profesor. "En cuanto a movilización de sus bases, a donativos y al perfil alto en las encuestas, los beneficios para Trump ya se empiezan a notar", añade.
Sin posibilidades de inhabilitación en esta fase
Tras la imputación del exmandatario, más adelante se celebrará un juicio en el que el equipo legal de Trump presentará sus argumentos, aunque por el momento se desconoce cuándo se llevará a cabo. En el caso de que fuera declarado culpable, lo más probable es que el magnate reciba una multa, aunque también existe la posibilidad de que lo envíen a prisión.
Si alguno de los cargos de los que se le acusa es un delito grave, Trump podría enfrentarse a un máximo de cuatro años de prisión. Pero la imputación por una serie de delitos o incluso una condena por un delito leve podría no impedir que el expresidente volviera a ser candidato en la carrera a la Casa Blanca y ganar las elecciones. Nada impediría que Trump pudiera continuar con su campaña electoral.
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Sin embargo, un juicio prolongado podría suponer una distracción importante en una campaña presidencial a la hora de cumplir una agenda de mítines electorales.
"Toda la vida de Trump es una vida de litigios, una vida de alargar plazos y sus pulsos judiciales. No hay nada que le impida presentarse a las primarias, no hay nada que le impida ganar la nominación de su partido y, por supuesto, no hay nada que le impida presentarse por tercera vez como candidato a presidente de Estados Unidos", explica el profesor de la Universidad Pontificia Comillas, quien recalca que hay "muchísimos más" asuntos pendientes en los tribunales.
"Hay un caso en Georgia de robo electoral de las elecciones de 2016, el asalto al Capitolio, está también el caso en el estado de Nueva York sobre delitos fiscales… La lista es larga y empieza a ser un fenómeno en cascada", añade.
Los republicanos, incapaces de abandonar su "adicción" a Trump
Nada más conocerse la decisión del gran jurado este jueves, varios miembros del Partido Republicano no tardaron en publicar comunicados en los que condenaban la acusación contra Trump.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, calificó la decisión como "un abuso de poder sin precedentes", mientras que el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara, Jim Jordan, hizo pública una declaración con una sola palabra: "Indignante".
Sin embargo, la reacción más reveladora llegó del propio DeSantis quien, aunque no haya anunciado todavía su candidatura, es considerado uno de los principales rivales de Trump para la nominación como candidato a la Casa Blanca por el Partido Republicano. El gobernador de Florida podría haber aprovechado el momento para romper con el magnate neoyorquino, así como para pedir unidad en una ocasión histórica para el país. Sin embargo, describió la acusación como la utilización como "armamento del sistema legal para promover una agenda política". Estas reacciones vienen a demostrar el control que Trump tiene sobre la base republicana y sus dirigentes.
Trump dice que su imputación es una "caza de brujas" y llama a la movilización de sus seguidores
"Los otros candidatos no quieren pelearse con Trump porque nunca sale bien", opina Moceri. "El resto de candidatos sabe que si empiezan a pelearse con él, siempre pierden. Le hemos visto una y otra vez. Esto hace más difícil la campaña de DeSantis, pero no creo que sea el final de campaña de nadie. Todavía queda mucho por ver", añade.
El profesor de la Universidad Pontificia Comillas cree que los miembros del Partido Republicano "son incapaces de dejar esa adicción que tienen al trumpismo". "Estamos viendo cómo el Partido Republicano insiste en ser un partido antisistema, que no acepta ni el resultado de unas elecciones ni los procesos judiciales", subraya Rodríguez, quien agrega que "esta deriva es realmente lamentable, que alguien como Donald Trump siga dominando el Partido Republicano".
Lo mejor para los demócratas, mantenerse en silencio
Los miembros de la Administración Biden, incluido el propio presidente, se han abstenido de hacer comentarios sobre la acusación del magnate neoyorquino. "No voy a hablar sobre la acusación de Trump", afirmó Biden tras ser preguntado en reiteradas ocasiones sobre el impacto que tendría en Estados Unidos esta situación.
El mandatario recalcó que su Administración está tratando de bajar la temperatura política, mantenerse al margen de asuntos penales activos y concentrarse en su agenda.
En la misma línea respondieron la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. "Miren, simplemente no vamos a comentar sobre ningún caso en curso y lo dejaré ahí", afirmó de forma contundente Jean-Pierre.
Para Rodríguez, esta es la estrategia que deben mantener los demócratas. "Más vale que no expresen ninguna satisfacción porque entonces darán munición a lo que está diciendo Trump de que esto es una persecución politizada", señala. "Los demócratas, de puertas para fuera, hacen muy bien en no decir ni una palabra", añade.
La profesora de la IE University opina que "en general, los demócratas están contentos de ver que la justicia es para todos, incluido Trump". "Quieren unas elecciones en 2024 sin Trump. Un primer mandato de Trump ha hecho bastante daño, pero un segundo mandato da bastante miedo", afirma. "Trump convierte las elecciones en otra cosa. No es nada serio", recalca.