La juventud, decía Pablo Picasso, no tiene edad. Una definición precisa para un artista tan longevo y prolífico fallecido justamente hace 50 años, el 8 de abril de 1973, en Mougins, en el corazón de los Alpes Marítimos franceses y la Costa Azul.
Picasso trabajaba sin descanso porque temía a la muerte. En 1965, fue operado a causa de una úlcera de estómago, una cirugía que le daba pavor, pero tras la que resurgió con un estallido de vitalidad. Una especie de memento mori que le hizo, aún más, volcarse en su obra.
Estas son las cifras del artista entre los 88 y 91 años: 167 cuadros entre enero 1969 y enero de 1970, 194 dibujos entre diciembre de 1969 y enero de 1971, 172 dibujos entre noviembre de 1971 y agosto de 1972, 156 grabados entre enero de 1970 y marzo de 1972, 201 cuadros entre septiembre de 1970 y junio de 1972. Sencillamente, en esos cuatro años creó más que en ninguna otra época de su vida.
No muy lejos de la casa en la que murió, el Museo Picasso de Antibes, situado en un castillo del siglo XXII frente al Mediterráneo, inaugura este mismo 8 de abril una muestra sobre la explosión creativa de sus últimos años.
'Adolescente' Pablo Picasso (2 de agosto de 1969) Colección particular. © Succession Picasso 2023
No es una excepción de la historia del arte. Monet pintó nenúfares, casi ciego, hasta el final de sus días; desde una silla de ruedas, Matisse creaba collages (o “pintura con tijeres” en sus palabras); y Renoir necesitaba que alguien colocase el pincel en sus dedos casi paralizados por la artritis reumatoide. Hay otra similitud: los tres, como Picasso, fueron especialmente exuberantes en su última etapa. A la vejez, colores.
“Picasso redescubrió sus primeros impulsos creativos dando a su arte la mayor libertad de expresión”, explica Jean-Louise Andral, comisario de la exposición titulada El fin del principio. “En lugar del crepúsculo predicho por sus detractores, Picasso resumió toda su vida como un artista y un hombre en una proliferación creativa sin frivolidad, revelando una generosa vitalidad e inventiva en perpetua metamorfosis y abriendo nuevos horizontes para la pintura”.
"Torero". Pablo Picasso. (12 abril de 1971) . Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte, Madrid. © Succession Picasso 2023
Las impactantes exposiciones en el Palacio de los papas
Los colores brillantes se extendían la mayor parte en pinturas de gran formato. En 1970 y en 1973, dos exposiciones en el Palacio de los papas de Avignon mostraron muchas de las obras. A Picasso le encantaba ver sus enormes pinturas colgadas en la desnuda nave sobre las que se mostraban sus toreros, figuras barbudas que el artista llamaba “mis hippies”, músicos o fumadores de pipa.
Todos tenían ojos asimétricos y las pupilas dilatadas, mirando directamente a quién los contemplaba. Su amigo Rafael Alberti lo describió así: “Toda la dulzura del mundo, el terror, la tristeza, el desamor y hasta lo grotesco de nuestro tiempo se reflejan de manera alucinante en estos ojos agitados y repugnantes que nos miran”.
"Buste d'homme au chapeau", Pablo Picasso. (12 de febrero de 1972) Musée national Picasso-Paris. Donación de Jacqueline Picasso en 1990. Photo © imageArt, photo Claude Germain
Sobre todo, los espadachines inspirados en Rembrandt provocaron que algunos críticos se preguntasen si Picasso estaba senil. Las críticas fueron en algún caso demoledoras. Time se refirió a los cuadros como “calamitoso embadurnamiento” y hasta un amigo y admirador como el historiador Douglas Cooper las calificó de "garabatos incoherentes hechos por un chorlito frenético en la antesala de la muerte”. Incluso se llegó a plantear si Picasso como influencia artística ya no contaba.
Pero no fue tampoco una reacción unánime y la muestra de Antibes quiere recordarlo. “Estas ideas se han repetido constantemente desde para ilustrar la idea -falsa- de un Picasso tardío quien fue objeto de virulento y unánime rechazo” “Le Monde dedicó un único artículo muy favorable a la exposición de Avignon, mientras que la reseña de Le Figaro decía: “No son aún los ‘caprichos’ de un anciano sino la continuación de una línea que se mantiene unida”.
"Músico". Pablo Picasso. (26 mayo de 1972). Musée national Picasso-Paris. © Succession Picasso 2023
El último día que Picasso pintó en su vida fue el 12 de noviembre de 1972. Su salud no llegó a más, aunque se encargó de seleccionar las obras para su segunda exposición en Avignon abierta un mes después de su muerte. Tan solo unos años antes, en París, había expresado que esperaba, "antes de morir", saber al fin "qué era el color".