Las protestas por la reforma de las pensiones en Francia han forzado que se posponga la visita de Estado de Carlos III.
La presidencia francesa ha anunciado este viernes que la visita del monarca del Reino Unido se pospone por acuerdo mutuo de los gobiernos de ambos países, y tras una conversación telefónica entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el propio rey.
Estaba previsto que la visita se iniciara el domingo 26 y se extendiera hasta el martes 28 de marzo, cuando los sindicatos franceses han convocado una décima jornada de manifestaciones.
Pospuesta a petición de Macron
Según la oficina del primer ministro británico, ha sido Macron quien ha pedido posponer el viaje.
El presidente francés esperaba que la visita de Carlos III marcara simbólicamente el acercamiento entre ambos países y pasar página a las tensiones del Brexit.
En rueda de prensa en Bruselas, tras el Consejo Europeo, Macron ha asegurado que la visita podría realizarse "a comienzos de verano".
Estaba previsto que Carlos III empezara el domingo una visita de tres días Francia, con actos en París y Burdeos, antes de continuar viaje a Alemania. La visita a este último país sí se llevará a cabo según lo previsto, según ha informado el Palacio de Buckingham. Este será el primer viaje al exterior del nuevo rey.
La movilización contra la reforma de Macron no cesa
La protesta contra la reforma de las pensiones, aprobada de forma definitiva el pasado lunes y pendiente ahora del dictamen del Consejo Constitucional, ha recobrado brío, aunque se ha visto empañada por diversos actos vandálicos.
Este pasado jueves se produjeron disturbios al margen de las manifestaciones sindicales que se saldaron con 457 detenciones y 441 agentes heridos.
Los sindicatos ya han anunciado que no tienen previsto detener la protesta y, además de la nueva manifestación del próximo martes, han apelado a actos "locales" durante el fin de semana, convocatorias que se repiten en los últimos meses.
Macron ha superado dos mociones de censura y ha descartado realizar cambios en su actual gabinete ni disolver la Asamblea Nacional y ha insistido en que la reforma, que asegura que es necesaria, "seguirá su camino democrático" a pesar del descontento social.