Las copiosas nevadas por la borrasca Juliette que han azotado al norte peninsular y especialmente a Baleares, incluso a nivel del mar, han empezado a remitir y serán más suaves, pero persistirá el frío nocturno generalizado con valores inferiores a lo normal para la época hasta el fin de semana, después de que la pasada noche se registraran valores de hasta 15 grados bajo cero en zonas de montaña.
Todo el país ha amanecido en alerta, salvo Extremadura, por nevadas en cotas bajas del norte y frío helador generalizado sobre todo nocturno en casi todo el país, además de temporal marítimo en el litoral mediterráneo septentrional. A primeras horas de la mañana, cinco comunidades estaban en nivel de riesgo importante, en naranja, y más de una decena en amarillo, con riesgo inferior pero que han recuperado la normalidad en muy poco tiempo, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En concreto, estaban en naranja al inicio de la mañana ambas Castillas y Aragón, con temperaturas mínimas, una noche más, de 16 grados bajo cero en poblaciones castellano manchegas como Molina de Aragón (Guadalajara), mientras que Cataluña estaba en alerta por bajas temperaturas y temporal marítimo al igual que Baleares, ante el riesgo de olas incluso puntualmente de 12 metros en la isla de Mallorca.
En áreas montañosas los termómetros han bajado la pasada noche hasta 15,3 grados bajo cero en Sierra Nevada (Granada) y ligeramente por debajo de 14 grados bajo cero en estaciones meteorológicas como las de Cap de Vaquèira (Lleida) y en Astún (Huesca). Se prevé que las bajas temperaturas seguirán provocando heladas generalizadas en el interior de la península, que llegarán a ser fuertes en Pirineos.
La UME interviene en las carreteras de Baleares
Juliette ha dejado récords de precipitación para febrero en el archipiélago balear. En la sierra de Tramontana, a partir de una altitud de 800 metros, se ha acumulado casi un metro y medio de nieve, según la Aemet.
Todavía doce carreteras continúan cortadas por los efectos de la borrasca Juliette. A primera hora de esta mañana se han retomado los trabajos de acondicionamiento de las carreteras de la Sierra y el resto de tareas en las que interviene la Unidad Militar de Emergencias (UME) para restablecer la normalidad.
El servicio de emergencias 112 ha atendido hasta las 19:00 horas de este miércoles 520 incidencias en Baleares debido a las intensas precipitaciones y el viento generados por la tormenta Juliette, la mayoría por inundaciones y caída de árboles.
En concreto, los efectivos de la UME trabajan en el acondicionamiento de las carreteras que han quedado intransitables al norte de Mallorca, en la Sierra de Tramontana, que sigue cerrada por la acumulación de nieve, árboles y piedras que obstaculizan la calzada a consecuencia de las precipitaciones y el viento de los dos últimos días.
El comandante Salvador Ramon Blas, responsable de instituciones y comunicación del tercer batallón de la UME, que se encuentra en la Dirección General de Emergencias de Baleares ha contado en Las Mañanas de RNE que a lo largo de este miércoles se iban a poder recuperar "bastantes" de los viales que estaban obstruidos.
Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - La UME se desplaza a Baleares tras los efectos de la borrasca Juliette: "Se estima que a lo largo del día se puedan recuperar muchas de las vías obstruidas" - Escuchar ahora
El operativo para llegar a personas que siguen aisladas, aunque en buen estado, a causa de la intensa nevada, ha continuado este miércoles, con el objetivo de llegar al refugio de Cúber, a la Font del Noguer y al camí de sa Calobra. Según ha informado la Conselleria de Presidencia, Función Pública e Igualdad en nota de prensa, para las tareas de evacuación y reconocimiento de la zona se cuenta con tres helicópteros del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME). Además, se ha habilitado el campo de fútbol de Selva como punto de aterrizaje de las aeronaves de rescate.
Equipos de Emergencias de Baleares llegaron la pasada tarde, alrededor de las 19:00 horas, hasta el Monasterio de Lluc, donde había 100 personas refugiadas por la tormenta Juliette, después de estar trabajando todo el día bajo condiciones meteorológicas muy adversas. Del grupo de personas, alrededor de 25 decidieron abandonar Lluc en vehículos propios y de Emergencias de Baleares, escoltados por los de la Guardia Civil, y los demás permanecen en el Monasterio por voluntad propia perfectamente equipados.
La Policía Nacional, en colaboración con Bomberos, también rescató la pasada noche a dos niños y un adulto que se quedaron atrapados en su coche, tras ser arrastrado 300 metros por la corriente del torrent de Sa Riera a la altura del Camí de Ca Na Verda, en la zona conocida como el Hoyo de Palma. Los hechos ocurrieron sobre las 21.00 horas del martes, cuando recibieron una llamada alertando sobre el vehículo y varias patrullas acudieron al lugar, para localizar el coche y rescatar a sus ocupantes.