Una de cada tres mujeres drogodependientes en las cárceles españolaspadece depresión. Antes de entrar en prisión, más del 70% asegura haber sufrido maltrato físico alguna vez en su vida, mientras el 45,3% ha sido víctima de agresiones sexuales. Son los resultados de un estudio de Red de Atención a las Adicciones (UNAD) que revela que los ansiolíticos como los barbitúricos o las benzodiacepinas son la droga más consumida por ellas. Según el perfil trazado, además, tienen en torno a 40 años, son españolas, la mayoría tienen hijas y actualmente tienen pareja que también está en prisión.
La investigación, presentada este jueves en Madrid y financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, comprende una muestra de encuestas realizadas a más de mil internos de 18 centros penitenciarios, de los que un 23 % son mujeres. Con el fin de conocer más sobre las diferencias de hombres y mujeres con adicciones en las cárceles, uno de los resultados se ha centrado en este colectivo.
El 87% consume ansiolíticos diariamente
El tabaco es la sustancia adictiva más consumida (el 90% de ellas fuma), pero destaca especialmente que casi la mitad reconoce que son consumidoras de hipnóticos y ansiolíticos como barbitúricos, benzodiacepinas o tansxilium con una frecuencia diaria en un 87 % de los casos.
Por detrás, se sitúa el cannabis que aseguran consumir cerca de un tercio, la cocaína (25,6 %), el alcohol (25,6 %) y la heroína (14,5%), en tanto que los reclusos drogodependientes consumen en mayor medida el cannabis (48 %), el alcohol (39 %) y la cocaína (38,4 %).
Además, cuando consumen cualquiera de estas sustancias, las mujeres reclusas lo hacen con mucha mayor frecuencia que los hombres. Tanto en ellas como en ellos existen antecedentes familiares de consumos problemáticos de sustancias.
Historial de problemas de salud mental y abusos
Un tercio de las mujeres drogodependientes en prisión tiene diagnosticada alguna enfermedad mental, que en la mayoría de los casos es depresión, según el informe que también analiza su contexto social, económico y de atención sanitaria.
Así, la vicepresidenta de UNAD, Carmen Martínez ha calificado de "relevante" que el 45 % de las personas encuestadas manifiesta haber sufrido alguna vez en su vida malos tratos físicos, cifra que aumenta en el caso de las mujeres hasta el 74,8 %. Asimismo, el 53,8 % de la muestra ha sufrido malos tratos psicológicos: el 80,6 % de las mujeres y 45,8 % de los hombres.
En lo que se refiere a abusos o agresiones sexuales, el 45,3 % de las mujeres los han padecido en alguno o varios momentos de su vida, frente al 6,6 % de los hombres que los reconoce.
Por otro lado, una de cada seis no tiene un sitio donde vivir cuando salga de prisión. El 30,1 % de las personas encuestadas (hombres y mujeres) estaba en situación de desempleo antes de su ingreso, una cifra que se eleva hasta el 35 % de los casos en mujeres, frente al 28,6 % de hombres.
De nuevo, los perfiles coinciden en que cumplen condena mayoritariamente por delitos contra el patrimonio, lo que en palabras de Carmen Martínez, revela que el recluso drogodependiente no es "peligroso".
Por ello, Martínez considera que este tipo de presos podrían cumplir su condena de otra forma y ha abogado por cambios legislativos que proporcionen más flexibilidad a las medidas alternativas a la prisión para determinadas personas con infracciones no violentas o con dificultades de inserción social.