La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.080 euros mensuales en 14 pagas no ha dejado indiferente a trabajadores ni a pequeños empresarios. Mientras los primeros celebran el aumento de un salario que dicen es “vital” para poder afrontar el día a día "con menos preocupaciones", los segundos advierten del "impacto negativo" que tendrá sobre las maltrechas cuentas de sus compañías, que durante los últimos años vienen soportando ya costes de producción disparados.
“No es mucho, pero me ayudará a dar de comer a mi hija carne todas las semanas”, asegura a RTVE.es María, que trabaja en una residencia en Madrid cuidando a personas dependientes. Ella es madre soltera y nos cuenta, emocionada, las dificultades de sacar adelante una familia con un sueldo por debajo de los 1.000 euros, “sobre todo hoy en día con los precios por las nubes”. Solo los 650 euros que paga de alquiler ya “se comen” más de la mitad de su sueldo, por lo que esta subida le parece “de justicia” y le ayudará a afrontar el final de mes “con más alivio".
La vivienda, la cesta de la compra alimentos, la luz, el gas… Los precios se han disparado en el último año casi un 8,5 % de media y han hecho mella en el bolsillo de las familias, sobre todo en los más vulnerables. “Con esto puedo comprar una bombona de butano más al mes”, apunta Carmen, que trabaja en una tienda de decoración en Barcelona. En su caso, vive sola y “afortunadamente”, dice, “tiene la casa pagada”, pero destina parte de sus ingresos a ayudar a sus hijos con los gastos mensuales, porque uno de ellos está en el paro.
El día a día de María o Carmen es el de muchos trabajadores que cobran el salario mínimo en España. Según datos del Gobierno, la medida beneficiará a 2,5 millones de personas. De ellos, el perfil más habitual es el de una mujer, de entre 16 y 34 años, y con contrato temporal en los servicios. "Pareciera un dato frío, pero no lo es. Es una variable que permite cambiar la vida de la gente", señalaba este martes la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras la aprobación en el Consejo de Ministros de una medida que ha contado con el visto bueno de los sindicatos, pero de la que se ha vuelto a descolgar la patronal.
El SMI reduce la brecha salarial en seis puntos desde 2018
En opinión de la vicepresidenta segunda, se trata de “la mejor herramienta para combatir la pobreza laboral, la desigualdad y avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres". Y es que, según un informe de Comisiones Obreras (CC.OO.) publicado este lunes, la subida del salario mínimo ha permitido reducir la brecha salarial de género en seis puntos desde 2018. En concreto, este índice se ha recortado desde el 26,5% que marcaba hace un lustro hasta el actual 20,9%.
Pero, ¿por qué la subida del SMI puede acortar la brecha de género? Entre otros motivos, apunta el sindicato, porque la gran mayoría de trabajadores que cobran el salario mínimo pertenecen al sexo femenino. También porque la proporción de mujeres que trabaja a tiempo parcial triplica a la de los hombres. "La herramienta más feminista para mejorar en derechos laborales de las mujeres se llama SMI", añadió Díaz.
¿Por qué la subida del salario mínimo puede recortar la brecha salarial?
Aun así, queda mucho camino por recorrer, advierten desde UGT. El sindicato calcula que el SMI debería situarse en los 2.054 euros para que desapareciera la brecha salarial existente entre hombres y mujeres. Es decir, tendría que casi duplicarse teniendo en cuenta la cuantía actual.
De momento, el salario mínimo ha experimentado una subida del 46,7 % los últimos cinco años. En 2019, pasó de los 735 a los 900 euros mensuales, anotando la subida anual más alta de su historia (22,3%). Un año más tarde, en 2020, coincidiendo con la irrupción de la pandemia, el salario mínimo repuntó hasta los 950 euros; mientras que en 2021 alcanzó los 1.000 euros al mes en 14 pagas, hasta los 1.080 euros de hoy.
Los agricultores advierten del impacto negativo en sus cuentas
Junto a las empleadas del hogar, el de los trabajadores del campo es otro de los colectivos más beneficiados por la subida del salario mínimo. Hamid es de Marruecos y participa en la poda de árboles frutales en Huesca. Llegó solo a España, donde vive actualmente, y espera que el aumento de ingresos le permita traer a su familia lo antes posible. “Cuanto más suba, mejor”, asegura a TVE.
La subida del SMI puede suponer un pequeño impulso cada mes para la economía de trabajadoras del hogar y del campo, mientras que los empresarios advierten que sumará costes y Cepyme advierte que las entidades más pequeñas serán las más afectadas.
Los empresarios agrícolas, en cambio, creen que una subida salarial ahora no es compatible con la rentabilidad de un sector que viene soportando durante los últimos años costes de producción disparados por el aumento de los precios de las materias primas, de la energía o de los fertilizantes. “El gran problema es cómo trasladamos el aumento de los costes laborales al precio que finalmente acaba cobrando el agricultor por su producción”, apunta a RTVE.es el responsable del Área de Relaciones Laborales de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Andrés Góngora.
Asegura que entienden la nueva subida del salario mínimo, si bien advierten del "impacto negativo" que tendrá sobre las maltrechas economías de sus explotaciones: “Si todo sube, comprendemos que también tienen que subir los salarios. Pero queremos que se entienda también la postura del agricultor que tiene que reivindicar unos precios para poder hacer frente a estos gastos”, añade.
Así, cree que con unos costes de producción desorbitados y sin margen de maniobra para poner precio a lo que los agricultores y ganaderos producen, se disparará el número de explotaciones agrarias abocadas al cierre. Y es que según las estimaciones de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), a día de hoy el sector agrario ya ha superado las 80.000 explotaciones perdidas en la última década.
Las pequeñas empresas son las más afectadas, según CEPYME
Desde la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) creen que las pequeñas empresas son las más perjudicadas: cuatro de cada diez tendrán que repercutir la subida en el salario de sus empleados, lo que supondrá un desembolso de entre 1.654 y 1.734 euros mensuales por trabajador, en función del tipo de cotización por accidentes laborales. Y sostiene que el aumento del SMI desde 2018 ha provocado la destrucción de 105.800 puestos de trabajo y ha evitado la creación de 150.400 empleos.
Y podrían ser más, advierte la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel). Su presidente, Juan Diez de los Ríos, denuncia a RTVE.es que tras la subida los márgenes de beneficios son “muy bajos”, de apenas el 3 %, porque el coste laboral se lleva un 90 % y el 7 % restante tiene que dedicarse a la compra de materiales. “El problema es que acuerdan las subidas por Real Decreto, pero no podemos repercutirlas en los contratos que están ejecutándose. Es decir, que llevamos cinco años soportando un 46,7% de quebranto en nuestras cuentas corrientes”, añade.
La patronal, que aglutina a 17 grupos empresariales, denuncia que la medida afectará al 53% de los convenios de limpieza y al 32% de los trabajadores. Por eso, reclaman que se modifique la normativa de revisión de precios en los procesos de contratación derivados de la Ley 9/2017 de contratos del sector público, para así repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución. “Nos parece positivo que aumenten los salarios; lo único que queremos es que se haga justicia”, afirma Diez de los Ríos, para después concluir: “No podemos más, no podemos seguir así. No podemos dar lo que no tenemos”.
Multas de más de 180.000 euros
¿Qué pasa si una empresa decide no aplicar el salario mínimo? La abogada laboralista Cristina Sort asegura a RTVE.es que es "prácticamente imposible" que esto ocurra, ya que "las normas de cotización en una jornada completa y la trasmisión de datos a la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) alarmarían de tal infracción por cotización por debajo del mínimo y podría darse incluso de oficio denuncia".
En caso de darse esta circunstancia, añade Sort, nos encontramos ante "la infracotización por parte de la empresa". "Las sanciones y las multas pueden ascender de 6.251 euros en caso de infracción leve hasta 187.517 euros en caso de grave", afirma, para añadir que "ya se ha anunciado una campaña de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) para controlar que se abone el SMI a las empleadas del hogar", una de las principales beneficiarias de este cambio como comentábamos.
14 horas - Las empleadas del hogar denuncian que sus condiciones laborales han empeorado tras la subida del SMI en 2019 - Escuchar ahora
En este caso, el trabajador puede denunciar la infracción ante la Inspección o interponer una demanda ante el Juzgado de lo Social por impago de salarios, e incluso podría tratarse de un incumplimiento del artículo 50 del Estatuto del Trabajador, "siendo posible instar la extinción indemnizada de la relación laboral por incumplimiento empresarial". No obstante, insiste, es "extraño" que un empresario no aplique el SMI, ya que la gran mayoría de convenios establecen salarios superiores.
Así, afirma, la mayoría de empresas no tiene más remedio que adaptarse al mismo y a la cotización que lo acompaña. "Lo que es cierto es que en España la mayoría de empresas son pymes, concretamente un 99,8%, y las mismas se ven claramente afectadas por las subidas salariales y de cotización", señala, por lo que cree que uno de los principales efectos que conllevará esta subida será que "prescindirán de contratar a más personas o que lo harán con jornadas de menos horas".