Diego era tan solo un bebé cuando le diagnosticaron leucemia, fue una noticia que llegó y arrasó con todo. Por delante vinieron dos años duros de quimioterapia y una familia que tuvo que paralizar su vida por completo. Ana Rey, madre de Diego, el niño que superó la leucemia, cuenta que su hijo tenía “cero defensas”. “Iba todo el día con el termómetro en el bolso, pendientes, porque a la mínima que tienen fiebre les ingresan. Entonces, nuestra vida se redujo a ingresos muy largos y tratamientos muy largos de quimioterapia”.
“Nuestra vida se redujo a ingresos largos y tratamientos muy largos de quimioterapia “
Todos pusieron de su parte. Carlos, su hermano, dejó el colegio para no contagiarse de virus que pudieran enfermar a Diego, algo que él entendió a la perfección. Carlos lamenta que esa renuncia causó una situación “rara”, y, jugando nervioso con una pelota entre las manos, reflexiona, y, con los ojos llorosos, confiesa: “Tuve que dejar de ir al colegio y ya no jugué. Esas cosas”.
“Tuve que dejar de ir al colegio y ya no jugué. Esas cosas“
En ese momento la prioridad era que Diego superara la enfermedad, pero en el proceso surgieron problemas colaterales. Ahí donde entra ASPANOA, la asociación aragonesa contra el cáncer infantil, formada por padres con niños con cáncer, que tiende una mano amiga a más de 200 familias aragonesas en la misma situación. Juan Carlos Acín, gerente de ASPANOA, cuenta que “los servicios de primera intervención, como pueden ser el piso de acogida o las comidas al acompañante. El servicio de atención profesional, la psicología, el trabajo social”, es la ayuda que brindan a las familias con un hijo con cáncer.
Diego consiguió vencer al cáncer
El proceso para la familia fue duro pero un hubo final feliz: Diego consiguió vencer al cáncer. Y en casa, hicieron una fiesta para celebrarlo -con confeti incluido-. Cada año, alrededor de 40 niños aragoneses son diagnosticados con la enfermedad y, gracias a los avances médicos, la supervivencia roza el 80%.
“La forma de afrontar la enfermedad la elegimos nosotros“
Hoy, en su Día Internacional su reivindicación es clara: más investigación y tecnología para que Aragón sea pionera en el tratamiento. “La enfermedad, por desgracia, viene y no te queda otra opción, pero, la forma de afrontar la enfermedad la elegimos nosotros”, concluye Ana Rey, madre de Diego. Y, Carlos, su hermano, con los ojos llorosos, mira a la cámara de TVE, y envía un beso a los niños que están malitos, como lo estuvo su hermano, y dice “sí” a que todos ellos se van a curar.