Los equipos de rescate trabajan contra el tiempo y continúan buscando a supervivientes de los dos devastadores terremotos que sacudieron el sur de Turquía y el norte de Siria el lunes. Al menos 7.826 personas han muerto y más de 37.000 han resultado heridas en el que ya es el mayor terremoto registrado en ambos países, aunque las cifras no dejan de aumentar.
En Turquía, según el último parte oficial, se han contabilizado 5.894 muertes y la última cifra de heridos asciende a 34.000, mientras que en Siria se contabilizan 1.932 muertos y al menos 3.749 heridos.
Miles de personas han podido ser rescatadas de entre los escombros de los cerca de 6.000 edificios que se han desmoronado a consecuencia de los dos fuertes temblores, uno de magnitud 7,8 y otro posterior de 7,5. A estos han seguido numerosas réplicas de menor intensidad, que continúan este martes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 23 millones de personas han podido verse afectadas. sonde
Más de 8.000 rescatados en Turquía
Unas 25.000 personas participan en las labores de salvamento en Turquía, dificultadas por las bajas temperaturas, la lluvia y la nieve. Además, algunas de las localidades afectadas se encuentran en territorio montañoso de difícil acceso.
A pesar de todo, más de 8.000 personas han podido ser rescatadas con vida.
En Hatay, los equipos de rescate han logrado establecer contacto con una familia de cuatro miembros atrapada entre los escombros. "Los sacaremos con vida. Estamos aquí para eso", decía un rescatista durante una retransmisión de la emisora CNNTürk.
En esa misma localidad, una madre y su bebé de seis meses han sido hallados con vida tras pasar cerca de 29 horas bajo los escombros. Según las informaciones recogidas por la agencia estatal turca de noticias Anatolia, los rescatistas escucharon una voz entre las ruinas de un edificio de apartamentos en una calle del distrito de Odabasi, tras lo que han logrado extraer a Hulya Yilmaz y su bebé.
En Diyarbakir, una mujer ha sido rescatada tras 31 horas atrapada, y ha sido trasladada a un hospital entre los aplausos de los equipos de emergencia.
Un hombre de 30 años ha sido rescatado de un edificio de diez plantas que se derrumbó en la provincia de Osmaniye. De ese mismo edificio, que tenía 40 apartamentos, se han recuperado ya doce cuerpos.
En Kahramanmaras, un chico de catorce años ha sido encontrado con vida. "Tengo hambre", ha sido sus primeras palabras, según informan los medios locales y recoge Efe.
Erdogan declara el estado de emergencia
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado el estado de emergencia durante tres meses en las 10 provincias afectadas. Esta declaración implica, entre otras cosas, que el Gobierno podrá dictar leyes sin contar con el Parlamento, se podrán suspender derechos y libertades y movilizar al Ejército.
Así mismo, el gobierno turco ha destinado 12,1 millones de euros a fondos urgentes.
Unas 380.000 personas que han perdido sus hogares han sido realojadas en centros universitarios, refugios y residencias de estudiantes. Ankara está organizando la evacuación ordenada de las 10 provincias más afectadas, donde viven unos 13 millones de personas.
En varias de esas provincias se han producido cortes de gas y electricidad, y en algunos embalses han aparecido grietas, aunque las autoridades afirman que no hay daños estructurales. La empresa estatal de petróleo ha cortado el suministro de crudo hacia la región como "medida de precaución".
Según Erdogan, 70 países ya han ofrecido apoyo. Trece socios de la Unión Europea (UE) ha prometido ayuda, y 19 de ellos ya han movilizado a un total de más de mil rescatistas.
Rescates en plena guerra civil en Siria
En Siria, inmersa una guerra civil desde hace más de una década, el terremoto ha afectado a edificios e infraestructuras ya dañados por el conflicto. La ayuda llega con cuentagotas a las zonas bajo control opositor, donde los Cascos Blancos se afanan en encontrar a supervivientes bajo los escombros.
La agencia oficial de noticias SANA, que cita al Ministerio de Salud, eleva el número de muertos a 812, y el de heridos a 1.449 en las zonas bajo control gubernamental. Las provincias más afectadas son Alepo, Latakia, Hama, las afueras de Idlib y Tartus, según la fuente.
En las áreas de Siria en manos de la oposición (la provincia noroccidental de Idlib y en otras partes de la vecina Alepo) los Cascos Blancos aseguran que hay ya al menos 900 fallecidos y 2.300 heridos.
La Media Luna Roja siria ha asegurado que está lista para enviar ayuda a esas zonas a través de las agencias de la ONU. Pero la frontera con Turquía permanece cerrada, según la ONU por razones logísticas.
El seísmo de magnitud 7,8 registrado en la madrugada del lunes es el mayor terremoto en Turquía desde 1939. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro se situó en la provincia de Gaziantep, en el sureste del país, fronteriza con Siria. Las vibraciones se sintieron en Irak, Líbano, Israel y Chipre.
Posteriormente se produjeron hasta 145 temblores más, uno de ellos de magnitud 7,5 a las 13.25 hora local.
Los geólogos explican que Turquía es una zona de alta actividad sísmica, ya que allí confluyen tres placas tectónicas: la de Anatolia, la de Arabia y la de África.