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La pobreza energética en España: el 13% de los niños vive en casas que no pueden mantener una temperatura adecuada

  • Según un informe de Save the Children, solo el 16% de los hogares que no pueden pagar las facturas acceden al bono social

  • La pobreza energética puede tener consecuencias como el absentismo escolar y los problemas de salud física y mental

RTVE.es
5 min.

La pobreza energética en España es una preocupación que afecta a más de cinco millones de personas, pero tiene un impacto especialmente “desproporcionado” en los menores y sus familias. Según ha destacado Save the Children en un nuevo informe sobre cómo afecta a los hogares, el 13,1% de los niños y adolescentes vive en casas que no pueden mantener una temperatura adecuada.

El número de familias que no ponen la calefacción en invierno por no poder pagar la factura o que la ponen menos de lo que deberían para evitar pagar facturas que no pueden asumir "no para de crecer", de acuerdo a la responsable de Políticas de Infancia de la ONG, Carmela del Moral. El estudio presentado este jueves expone concretamente que casi un 17% de las familias españolas tienen un gasto desproporcionado en energía y más de un 10% consumen menos de lo necesario por miedo a no poder pagarla.

Nos metemos en la cama y la voy abrazando para que se caliente hasta que se duerme

Una de estas familias es la de Sanae, que vive en Barcelona con su hermano y su hija de nueve años. "El fin de semana, cuando utilizo el horno, dejo las puertas abiertas para que se caliente un poco la casa", cuenta. No tiene calefacción y debe afrontar la factura de luz. "Mi hija es muy friolera y cuando hace mucho frío se pone ropa, pijama y un jersey por debajo, y una bata. Nos metemos en la cama y la voy abrazando para que se caliente hasta que se duerme", añade.

Situación que, ha denunciado Save the Children, es frecuente en un país en el que solo el 16% de los hogares en los que se pasa frío en invierno y no pueden pagar las facturas de la luz y el gas cuenta con el apoyo del bono social.

Absentismo escolar, problemas respiratorios y estrés

Es frecuente que la pobreza energética genere problemas respiratorios y al aumento de visitas al hospital. Pero más allá del efecto dañino en la salud física, puede afectar también a la salud mental de la infancia. “Vivir en casa el estrés financiero y el endeudamiento pueden provocar o agravar problemas de estrés y salud mental entre los miembros de la familia, incluidos los niños, niñas y adolescentes”, ha explicado al respecto del Moral.

En cuanto a las consecuencias en la educación, Save the Children insiste en que varias investigaciones han demostrado que la pobreza energética puede estar asociada al absentismo escolar y a un peor rendimiento en el colegio, junto con situaciones de acoso, estigma y aislamiento.

Además, existen otros efectos de la precariedad energética, como la falta de seguridad en algunas viviendas para tratar de mantener la casa caliente. Incendios y otros accidentes pueden poner en riesgo la vida de toda la familia debido a conexiones irregulares a la red de suministro o bien por el uso de métodos alternativos para calentarse o iluminarse, como velas y braseros. Los niños son víctimas especialmente propicias a estos accidentes.

La dificultad de acceder al bono social

Pese a estas consecuencias, pocos hogares con menores a cargo sumidos en la pobreza energética tienen acceso al bono social eléctrico. Se trata del principal mecanismo de protección de las personas en situación de pobreza energética en España desde 2009 y consiste en un descuento en la factura de la electricidad para las unidades familiares que puedan ser consideradas vulnerables, en función de una serie de criterios que han ido variando a lo largo de los años.

Pero, según Save the Children, el bono social tiene varias limitaciones, entre ellas el requisito de acogerse al PVPC, que deja fuera a otros proveedores de energía, y que el acceso al mismo no es automático, algo que afecta directamente en el bienestar de niños, pues dependen de que algún adulto en el hogar realice la gestión. "Esto es especialmente preocupante cuando se trata de un trámite complejo, para el que se requiere numerosa documentación", detalla la ONG.

Asimismo, la limitación del límite de consumo supone otra barrera. Si bien aumenta con la presencia de menores y se ha incrementado un 15%, la asociación cree que debería tener en cuenta características como la zona climática, si la vivienda es 100% eléctrica o tiene suministro de gas, la eficiencia energética de la misma o las necesidades energéticas específicas de las familias.

Las medidas de Save the Children contra la pobreza energética

En su análisis, Save the Children lista algunas medidas clave como, por ejemplo, convertir en permanentes las ayudas temporales de emergencia; reformar el bono social y que en el umbral de acceso para las familias con hijos a cargo se tenga en cuenta el coste de vida en cada territorio, así como crear espacios en los que se tramiten todas las cuestiones informativas y de prestación relacionadas con la provisión de energía.

También, con una visión más a medio y largo plazo, apostar por la rehabilitación de edificios con un criterio de equidad y accesibilidad y una perspectiva de infancia -mejorando la eficiencia energética de las casas-.

La organización valora muy positivamente el escudo social energético puesto en marcha por el Gobierno, aunque considera que se puede hacer más para conseguir que las familias puedan hacer frente a las olas de frío que estamos viviendo estos días.

Es cuestión de voluntad política

“Lo hemos visto en 2021, con la aprobación de una partida excepcional en los Presupuestos Generales del Estado de 202,5 millones de euros destinada a la financiación del bono social térmico, lo que representa un incremento de 100 millones respecto al ejercicio anterior. Es cuestión de voluntad política”, ha asegurado del Moral.

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