Miles de personas se han congregado este lunes en las principales ciudades de Brasil para repudiar el asalto a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema perpetrado el domingo por radicales bolsonaristas que buscaban un golpe de Estado.
Desde varios rincones del país, los manifestantes han pedido castigo para quienes participaron en los actos antidemocráticos y para el expresidente Jair Bolsonaro, a quien acusan de incitar las violentas acciones.
Gigantescos carteles con las frases "¡El fascismo no vencerá!", "Sin amnistía para los golpistas", "Brasil contra el terrorismo" y "Democracia en paz" han inundado las principales vías y plazas del país.
Convocadas por centrales sindicales y partidos de izquierda, las protestas se han extendido por al menos 11 de los 27 estados del país. Desde académicos, empresarios hasta líderes sociales han elevado su voz para denunciar el asalto.
En Sao Paulo, la Avenida Paulista, la más icónica vía de la ciudad, ha estado a reventar con manifestantes, en su mayoría jóvenes vestidos de rojo, el color con el que se identifica la izquierda brasileña.
Manifestantes participan en una protesta contra los disturbios antidemocráticos y en apoyo a Lula da Silva, en Sao Paulo, Brasil. REUTERS/Carla Carniel
Concretamente, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo (USP) se han unido decenas de estudiantes, autoridades y representantes de movimientos sociales para leer un manifiesto en el que han mostrado su enérgico rechazo a la "tentativa frustrada de golpe de Estado".
"La depredación de las sedes de los tres poderes solo sirvió para cubrir de vergüenza nuestra patria. Estamos aquí para exigir, sin medias palabras, que los responsables por los crímenes de barbarie sean investigados, juzgados y castigados dentro de la ley", ha manifestado el rector de la USP, Carlos Gilberto Carlotti.
Igual ha ocurrido en la plaza Cinelandia, el tradicional lugar de protestas en Río de Janeiro, donde cientos de brasileños se han congregado para decir "no al terrorismo" bajo un techo de sombrillas por la lluvia.
"¡Sin amnistía, sin amnistía, sin amnistía!" ha sido el coro más escuchado en todas las manifestaciones, así como consignas a favor de la democracia y pedidos para que Bolsonaro fuera encarcelado.
Las protestas han tenido mayor repercusión en el noreste y en el sureste del país, pero poco se han visto al sur de Brasil, regiones tradicionalmente de derecha.
Ciudadanos protestan en defensa de la democracia en Río de Janeiro, Brasil. Tercio TEIXEIRA / AFP
El asalto a los tres poderes, que sumió en el caos a Brasilia durante cuatro horas y media del domingo, ocurrió justo una semana después de que el líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva asumiera la Presidencia.
Según el Gobierno de Lula, han sido detenidas alrededor de 1.500 personas en las últimas 24 horas, acusadas de participar en el violento episodio que hizo recordar a la invasión del Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021 por parte de seguidores del expresidente Donald Trump.
Varias organizaciones brasileñas muestran su apoyo
Los ataques a las instituciones han sido ampliamente condenados por la comunidad internacional y por los más diversos sectores brasileños. En este contexto, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil también pidió sanciones ejemplares para los manifestantes golpistas.
"Son manifestaciones antidemocráticas e ilegítimas que atacan a los tres poderes de manera vil. El Gobierno y las instituciones necesitan volver a funcionar dentro de la normalidad, pues Brasil tiene el enorme de desafío de volver a crecer y generar empleos", ha afirmado el presidente de la entidad, Robson Braga, en una nota.
La Federación Brasileña de los Bancos (Febraban) ha afirmado que la invasión y los destrozos causados en las sedes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial "exigen una firme reacción del Estado".
En la misma línea, la Confederación Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC) confía en "el esclarecimiento y el castigo de los responsables de los crímenes practicados contra la decisión manifestada en las urnas por la sociedad brasileña", en octubre pasado.
Manifestaciones en Argentina en rechazo al asalto
Organizaciones sociales, sindicales y políticas de Argentina se han concentrado también este lunes frente a la embajada de Brasil en Buenos Aires en apoyo a la democracia y al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, después del asalto cometido por seguidores de Jair Bolsonaro a las sedes de los poderes del Estado en Brasilia.
Cientos de manifestantes se han acercado a la sede diplomática para expresar su "solidaridad" y "apoyo" al pueblo de Brasil. "Estamos desarrollando un acto contra el Golpe de Estado en Brasil, en el que turbas asaltaron los distintos poderes en Brasilia con la complicidad de la Policía y del Ejército", ha explicado Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero y exlegislador de Buenos Aires.
Ciudadanos brasileros se manifiestan a favor del presidente Lula frente a la embajada de Brasil en Buenos Aires, Argentina. EFE/ Enrique García Medina
"Ligamos todo ese proceso a una serie de tendencias golpistas en América Latina, como el que acaba de derrocar a el expresidente de Perú, Pedro Castillo, o la ofensiva que se está desarrollando, en este momento, en Bolivia. También, me atrevo a señalar una tendencia golpista en Chile a partir del momento que el presidente de Chile indultó a aquellos que habían participado en la rebelión popular", ha agregado.
Asimismo, el presidente argentino, Alberto Fernández, ha remarcado su repudio al "levantamiento" contra las instituciones democráticas del Brasil y ha pedido que los miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y del Mercosur se "unan" ante esta situación.
"Quiero expresar mi repudio a lo que está sucediendo en Brasilia. Mi incondicional apoyo y el del pueblo argentino a Lula da Silva frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando", ha escrito Fernández, en sus redes sociales.